≿————- -ˋˏ ༻✿༺ ˎˊ- ————-≾
La transformación había sido sutil pero innegable. Era como si una nueva Hannah hubiera emergido de las sombras de la inseguridad y las dudas, y estaba lista para enfrentar el mundo. Habían pasado ya varios meses desde aquella conversación crucial con Andrea y Jaime, y en ese tiempo, la vida había seguido su curso, llevándome a un lugar donde el peso de la incertidumbre se había aligerado.
El viento soplaba suave aquella mañana, trayendo consigo el aroma del mar que se mezclaba con el olor a café recién hecho en la sala de descanso del hospital. Me encontraba sentada en una de las mesas de madera, rodeada de los constantes murmullos y risas de mis compañeros. Había pasado mucho tiempo desde que había entrado por primera vez a este lugar, con la mirada llena de incertidumbre y el corazón latiendo a mil por hora. Aquel día, con un uniforme azul que parecía ser más una armadura que una vestimenta, recordaba cómo cada paso que daba resonaba en los pasillos, como si cada movimiento fuera un recordatorio de lo lejos que tenía que llegar.
En esos días iniciales, cada turno era un desafío monumental, y las horas parecían expandirse y contraerse en un vaivén constante de aprendizaje. La vida del hospital era un ecosistema propio, lleno de emociones intensas y situaciones inesperadas. Me pasaba horas aprendiendo de mis superiores, tratando de absorber todo el conocimiento posible, mientras luchaba por mantenerme a flote en un mar de responsabilidades.
Ahora, meses después, era un mundo diferente. Había hecho amigos y me había ganado el respeto de muchos. Había sentido el peso de la responsabilidad, pero también la gratitud de ser parte de algo más grande. Jaime y Andrea se habían convertido en mis aliados, compartiendo risas y lágrimas en los momentos difíciles. Cada día me esforzaba por ser mejor, por aprender más, y cada pequeño logro se sentía como un escalón que me acercaba más a mis sueños.
Era un nuevo comienzo, y lo sentía en cada fibra de mi ser. Había tomado la decisión de no dejar que mis inseguridades me definieran, y eso me había transformado en una mujer renovada. No solo era la presión de ascender a residente lo que me impulsaba; era la sensación de que estaba en el camino correcto, aprendiendo a ser la profesional que siempre había querido ser.
Mientras saboreaba mi café, reflexioné sobre cómo todo había cambiado. Recordé mis primeras interacciones con los pacientes, cómo cada historia había dejado una huella en mi corazón. Había abrazado mi pasión por la medicina, y a pesar de las dificultades, estaba dispuesta a enfrentarlas.
Y así, en ese entorno lleno de energía y camaradería, comenzó una nueva etapa. Con el ascenso a residente, no solo adquiría un nuevo uniforme —un verde que simbolizaba mis nuevas responsabilidades— sino que también me encontraba en un punto de inflexión en mi vida personal. Con el apoyo de mis amigos, empecé a notar que mi actitud hacia Marcus, la figura que había dominado tanto tiempo mis pensamientos, comenzó a transformarse. Ya no era la joven asombrada que lo observaba desde la distancia; ahora era una mujer que se sentía capaz y segura de sí misma.
Finalmente, el momento decisivo llegó. Después de semanas de espera y de preparar mis exámenes, el día que todos habíamos estado anticipando finalmente había llegado. Me encontraba en la sala de reuniones, rodeada de mis compañeros, esperando el anuncio de los resultados. La atmósfera estaba impregnada de nerviosismo y emoción, y cuando el Dr. Vega entró, el silencio se apoderó del lugar. Su presencia era imponente, y su mirada, seria, llenaba la habitación de expectativas.
Con un aire de solemnidad, comenzó a hablar sobre el arduo trabajo y la dedicación que cada uno de nosotros había mostrado. Mis manos temblaban ligeramente mientras esperaba su veredicto. Y cuando finalmente pronunció mi nombre como una de las nuevas residentes, sentí una ola de alivio y felicidad que me envolvía por completo.
ESTÁS LEYENDO
Con Amor, Hannah.
Teen FictionEn un mundo donde el amor y el desamor son dos caras de la misma moneda, Hannah se enfrenta a un corazón destrozado, marcado por recuerdos de pérdidas y promesas olvidadas. A través de cartas, ella desvela sus pensamientos más profundos y vulnerable...