6: Sospechas en la estación

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Una mañana fría y oscura, el sonido de las sirenas rompió la calma del barrio de Yoko. Un crimen había ocurrido cerca, un asesinato que sacudió a todos en la zona. La policía se movilizó rápido, y entre ellos estaba Faye, con su expresión seria y su mente enfocada en resolver el caso.

Mientras los oficiales acordonaban el área y reunían pistas, los vecinos observaban desde lejos, murmullos y teorías corriendo como el viento. Para cuando Faye llegó, el lugar ya estaba lleno de oficiales tomando fotos y anotaciones.

Yoko, quien había escuchado el alboroto desde su casa, se acercó para averiguar lo que estaba pasando. Sabía que algo grave había ocurrido, y sus instintos la guiaron hasta el lugar del crimen. Al ver a Faye, hizo un leve gesto con la cabeza, algo que Faye notó y devolvió con una ligera inclinación. Uno de los oficiales, un compañero de Faye llamado Marco, observó la escena y frunció el ceño.

Marco: (en tono bajo, a otro oficial) ¿Has visto eso? Faye hablando con una de esas chicas de la pandilla como si fueran amigas.

Oficial 2: (encogiéndose de hombros) Sí, raro, ¿no? Ella siempre es tan reservada. Me pregunto de qué va esto...

Mientras tanto, Faye se acercó a Yoko, tratando de no llamar mucho la atención.

Faye: (en voz baja) ¿Qué haces aquí, Yoko? Este no es el mejor lugar para que estés ahora.

Yoko: (cruzando los brazos) Escuché lo que pasó. Este barrio es mi hogar también, Faye, y quiero saber qué está pasando.

Faye miró a su alrededor, notando las miradas de sus compañeros. Sabía que su cercanía con Yoko estaba levantando sospechas, pero decidió no darle importancia.

Faye: (seria) Escucha, es un caso delicado. No te involucres, ¿sí? No quiero verte metida en problemas.

Yoko asintió, pero no se movió. Su mirada estaba fija en la escena del crimen, una mezcla de preocupación y curiosidad.

Después de algunos minutos, Faye regresó con sus compañeros para seguir el procedimiento. Sin embargo, los murmullos continuaron. Al entrar en la patrulla con Marco y otros oficiales, este no pudo evitar cuestionarla.

Marco: Faye, ¿Qué está pasando contigo? Primero vemos que te relacionas con esa chica, y ahora la tratas como si fuera... no sé, una amiga. ¿De qué va eso?

Faye: (sin alterarse) Marco, mi trabajo es hablar con todos en el área si es necesario. Yoko es una residente aquí y me parece justo que sepa que estamos trabajando para proteger su hogar.

Marco: (sorprendido) ¿Residente? Pensé que era una pandillera, de esas que siempre andan causando problemas.

Faye: (mirando fijamente a Marco) Lo es, pero también es estudiante y alguien que quiere algo mejor. Todos tienen el derecho de ser escuchados.

Marco no parecía convencido, pero se quedó en silencio, sorprendido de escuchar esa perspectiva de Faye, quien siempre había sido muy estricta y distante. Sabía que Faye estaba escondiendo algo, pero no se atrevió a seguir cuestionándola.

Esa noche, Yoko pensó en lo que había sucedido, en cómo Faye había dado la cara por ella ante sus compañeros. A pesar de la vida diferente que cada una llevaba, sentía que algo especial las unía, algo que ni el miedo ni las miradas juzgadoras podían romper.

Entre Lados: Amor y LeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora