La noche estaba tranquila, excepto por el incesante zumbido de murmullos y música lejana que Faye escuchaba desde su camioneta. Como oficial de policía, ya estaba acostumbrada a las llamadas de emergencia en la zona, pero esa noche, la llamada que recibió fue distinta: una vecina reportó disturbios y disparos. Faye se dirigió al lugar con el ceño fruncido, alerta. Sabía que ese vecindario en particular era un punto de reunión para grupos juveniles que se metían en problemas menores, sin llegar a asuntos graves como drogas o armas. Aun así, no dejaba de ser su responsabilidad asegurarse de que todo estuviera bajo control.
La camioneta de Faye se detuvo en la esquina de una calle poco iluminada, y en el momento en que los jóvenes divisaron las luces, comenzaron a correr en todas direcciones. Sus rostros mostraban una mezcla de sorpresa y pánico, como si solo con ver la camioneta supieran que no era su noche. Sin embargo, entre todos ellos, una joven decidió quedarse. No se movió de su lugar, ni siquiera cuando la camioneta se acercó.
Faye salió del vehículo con una expresión seria y observó a la única persona que no había escapado. Con sus manos en los bolsillos y una media sonrisa en el rostro, Yoko la miraba sin ningún tipo de preocupación, como si la situación no fuera lo suficientemente grave como para asustarla.
Faye: (con voz firme) Nombre completo.
Yoko: (sin inmutarse) Yoko Apasra. (sonríe) ¿Algo más, oficial?
Faye arqueó una ceja, claramente no impresionada por la actitud relajada de Yoko. Su profesionalismo la mantenía firme, aunque una parte de ella se sentía intrigada por la chica que, a pesar de estar siendo interrogada, se mostraba despreocupada.
Faye: Edad.
Yoko: Veintidós. ¿Por qué, tienes alguna política de edad para molestar a la gente?
Faye: (sin darle importancia al comentario) ¿Por qué estás aquí, Yoko? Hemos recibido quejas de una pandilla que está molestando a los vecinos, y mencionaron que escucharon disparos.
Yoko se limitó a encogerse de hombros, su sonrisa tan relajada que casi parecía desafiante.
Yoko: Disparos, ¿eh? No escuché nada. Y sobre los chicos (señala hacia donde corrieron los otros miembros de su pandilla) ellos decidieron irse antes de que llegaras.
Faye: (inspeccionándola con desconfianza) Entonces, ¿por qué no huiste con ellos?
Yoko: Porque no tengo nada que ocultar. No he hecho nada malo.
Faye se acercó un paso más, manteniendo la expresión seria mientras decidía revisarla. La oficial empezó a inspeccionar los bolsillos de Yoko, pero esta no mostró resistencia alguna; al contrario, sostenía la mirada de Faye, una chispa de diversión brillando en sus ojos oscuros. Faye notó que, aunque desbordaba una actitud descarada, Yoko se comportaba tranquila, casi como si el asunto le resultara entretenido.
Faye: (en tono más bajo, tratando de entenderla) Parece que no te importa demasiado quedarte aquí sola, cuando sabías que íbamos a llegar.
Yoko: (encogiéndose de hombros) Tal vez estoy cansada de correr, o tal vez sabía que no hice nada malo, así que, ¿por qué correr?
Después de la revisión, Faye dio un paso atrás, su ceño aún fruncido. Aunque no había encontrado nada sospechoso en Yoko, una parte de ella seguía dudando. No era común que alguien se quedara para hablar con la policía, y menos con una actitud tan confiada. Faye decidió ser clara.
Faye: No quiero verte en otro reporte de disturbios, Yoko. Mantente alejada de problemas o la próxima vez no será una simple revisión.
Yoko sonrió con la misma chispa de desafío en sus ojos, y sus labios se curvaron en una media sonrisa.
Yoko: Lo tendré en cuenta, oficial. Pero quién sabe, tal vez nos veamos pronto.
Faye la miró una última vez antes de regresar a su camioneta, sin poder evitar sentir que algo en Yoko la intrigaba más de lo que quisiera admitir. Yoko, por su parte, se quedó en la oscuridad, observando cómo se alejaba la camioneta, con la misma sonrisa que había sostenido desde el principio.
Ambas se habían encontrado en un cruce inesperado, y aunque no lo supieran todavía, ese momento en la oscuridad sería solo el comienzo de algo mucho más complejo.
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Entre Lados: Amor y Ley
FanfictionEn un barrio donde las pandillas son parte del paisaje urbano, Faye es una oficial de policía comprometida con su deber. Su vida da un giro inesperado cuando se cruza con Yoko, una joven inteligente y decidida, atrapada en una pequeña pandilla que s...