Entre Lados: Amor y Ley

24 Descanso Necesario

Faye apenas esperó la respuesta de la recepcionista para dirigirse a la sala de emergencias, donde le indicaron que Yoko estaba en observación. La encontró descansando en una camilla, todavía con rastros de cansancio y unas ojeras marcadas. Al verla, Faye sintió una mezcla de alivio y preocupación.

—Yoko... —susurró al acercarse, tomando la mano de la chica con suavidad—. ¿Cómo te sientes?

Yoko abrió los ojos lentamente y la miró con una sonrisa débil.

—Faye... lo siento, no quería preocuparte. Solo me sentí un poco mareada... pero no fue nada grave.

—No fue nada, pero te desmayaste —replicó Faye con voz suave, aunque su mirada reflejaba lo preocupada que estaba—. No puedes seguir así, no permitas que te afecte de esta manera... —hizo una pausa, acariciándole la mano— tienes que cuidar de ti.

Yoko suspiró y asintió, sabiendo que Faye tenía razón.

—Todo se acumuló. Entre los estudios, los recuerdos... y no quería llamarte para que no te preocuparas. Pero... parece que fallé en eso, ¿verdad?

Faye se inclinó un poco, su mirada más suave de lo usual.

—Quiero que te apoyes en mí cuando lo necesites. No importa si es tarde, si es en medio de la noche, o si crees que estoy ocupada. ¿De acuerdo?

La sinceridad en las palabras de Faye hizo que los ojos de Yoko se llenaran de lágrimas. Aunque trató de contenerlas, una se deslizó por su mejilla, y Faye, sin dudarlo, la secó con el pulgar.

—Gracias... No sé cómo me mantendría en pie sin ti —susurró Yoko, su voz apenas audible.

Faye le sonrió y le dio un suave apretón en la mano.

—Estoy aquí para ti, siempre. Pero por ahora, quiero que te tomes al menos unos días para recuperarte. Prométeme que descansarás.

—Lo prometo,  —murmuró Yoko, permitiéndose finalmente cerrar los ojos y relajarse por completo, sabiendo que estaba en buenas manos.

Faye se quedó a su lado, dispuesta a acompañarla hasta que recuperara todas sus fuerzas.