La vida suele ser complicada para todos, y Aciano y Dalí de 20 años no son la excepción.
Aciano no puede estudiar la carrera de sus sueños porque trabaja sin descanso alguno para pagar la enorme deuda de su casa, y así proteger lo único que le da s...
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Martes.
Aquella mañana le parece agradable, más de lo normal. Hay algo de frío; últimamente hay mucho, pero no de ese frío que te congela la sangre, sino un frío que te abraza y que de cierta forma llega a ser cálido. Ese es el frío que hay en el aire, y lo reconforta.
Está acostado en su cama, usando el teléfono. Cree que pierde el día, pero también sabe que necesita aquel tiempo para conectar consigo mismo, y por eso es que disfruta de aquella mañana tan poco productiva. ¿Desde que hora está despierto? Ni siquiera se ha lavado los dientes, no ha desayunado, y lo peor, no ha visto a Sky desde que despertó. Seguro está al lugar que siempre va, y le asusta que no regrese más nunca, pero ya ha pasado mucho más tiempo fuera de casa, y odia sentir que se acostumbra a su ausencia, pero cada vez es más recurrente, y él no puede hacer nada para detenerla. Pasa los dedos por la pantalla, y se encuentra con las fotos del evento de la noche anterior en el perfil de su trabajo, y las ve. Son lindas. Son demasiado lindas, pero pierde el interés muy rápido, hasta que recuerda que esa noche se había presentado un chico que le había llamado mucho la atención, y que tuvo una mala noche.
«¿Estará su foto aquí?».
Pasa una foto tras otra, esperando encontrarse una de él. Pierde la fe, hasta que la última foto aparece, y es como encontrar un tesoro.
Se sienta en la cama. Mira la foto con mucha atención. Incluso siendo una fotografía aún puede sentir tantas emociones que provienen de los ojos de ese chico, Dalí, se había hecho llamar. Es lamentable lo que le había sucedido, porque había llegado con tantas ganas de tocar, y se notaba que amaba lo que hacía, a pesar de tener un miedo que no lograba comprender. Le hubiera gustado escucharlo por completo, que terminara su canción en la guitarra. Le hubiera gustado verlo más tiempo allí, acercarse, y hablar sobre la música. ¿Por qué? No lo sabía, pero se sentía atraído hacia él de alguna forma, y tiene la impresión de que todo el público también lo estaba. Se da cuenta que su perfil está anclado a la fotografía, y duda, pero no dura ni un segundo cuando ya estaba en el perfil del chico.
Efectivamente se llama Dalí Zambrano. Tiene varios vídeos tocando la guitarra acústica y eléctrica, lo que lo deja sorprendido. Pero lo que lo deja aún más sorprendido, fue que en la descripción dice que además de guitarrista, es cantante. No había cantado en la presentación, no tuvo la oportunidad; ahora tiene la curiosidad de escucharlo cantar. Tiene la impresión de que si con sólo hablar hacía sentir mucho, cantando era mucho más intenso. Desliza las historias destacada, y las pasa una por una, rápido. Pasa muchas sin darse cuenta, y llega al apartado de Burbujas. Ve la primera foto, y le parece tierna. Es una foto de un gato comiendo comida en el suelo en una calle, y según el texto, se encontró a aquel gato allí mismo. En la siguiente foto se ve al gato borroso, pero dice que lo siguió hasta su casa. Pasa la siguiente foto, donde coloca en el texto que es el segundo día, y que el gato había vuelto a su casa. Entonces abre los ojos, un miedo profundo lo inunda. Es cómo si agua fría le cayera encima, con todo y balde de metal en la cabeza.