La vida suele ser complicada para todos, y Aciano y Dalí de 20 años no son la excepción.
Aciano no puede estudiar la carrera de sus sueños porque trabaja sin descanso alguno para pagar la enorme deuda de su casa, y así proteger lo único que le da s...
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Se deja controlar por la ira. Sabía que su padre no estaría en las pruebas sólo por acompañar a Abel. Su padre sabía lo que iba a suceder y quería verlo con sus propios ojos. Quería disfrutarlo. Y está seguro que no hubiera logrado nada sin ayuda de Abel, porque sino fue él, ¿entonces quién le dio toda la información de Dalí?
Se mete por los pasillos de la estructura y levemente escucha la voz de Dalí detrás de él, diciéndole que se detenga, pero ya está harto de que su padre y Abel le hagan la vida imposible y arruinen todo lo que ama. Está cansado de que él mismo arruine las cosas que ama. Sabe que es culpable de todo. Desde un principio fue culpable de todo, pero si ellos no fueran tan... ¿qué es lo que son? Igual él es el que metió a Dalí en todo eso, pero en el fondo hay algo que le dice que no es el único culpable, ¿esperanza?
Cuando cruza choca con un guardia de seguridad.
—¿Qué hacen aquí adentro?
—Aciano —Dalí se le coloca a un lado.
—¿Dónde está Abel? —pregunta, molesto.
—¿Quién?
—Abel. El profesor Abel, ¿dónde está?
—Él no está —responde el guardia.
—¿Entonces en dónde va a estar? —está alterado, y sabe que el guardia sólo está haciendo su trabajo, no merece soportar su molestia.
—No soy su sombra para saber en dónde está.
—Tiene que estar adentro, no salió en ningún momento, ¿y el hombre que estaba con él? ¿También se fue?
—¿Cuál hombre? —el guardia arruga la cara— No soy quién para saber todo el vida de ese tipo. Lo único que sé es que se fue tan sólo terminaron las pruebas. Oye, tú, chico, el cantante, ¿estás bien?
—Sí, estoy bien, gracias —Dalí le coloca una mano en su hombro—. Aciano, no vale la pena, es mejor que nos vayamos.
—¿Cómo que no vale la pena? Culpa de ellos tú no pudiste presentarte.
—¿Y qué podemos hacer nosotros contra ellos?
Trata de buscar una respuesta, sin embargo no la encuentra, pero tener que dejar que ellos los pisoteen como si no fueran nada es tan molesto. Además, siente la responsabilidad de tener que hacer algo para ayudar a Dalí. Es el único que conoce a Abel y a su padre, y sino fuera por esa pequeña y tormentosa conexión, Dalí estuviera celebrando a estas horas.
Mira los ojos de Dalí, están agotados, están tristes, y eso lo hace sentir peor. Ese lugar debe hacerlo sentir mal a Dalí después de estar tan cerca de ganar. Seguro que quiere irse. Quizá deberían irse. Tiene rabia e ira, pero no puede ser aún más egoísta con Dalí. Aún más...