Amor Letal

CAPÍTULO 9

WILLOW

Veo mi reflejo en el espejo y siento que algo falta. Vuelve a arreglar mi cabello de manera distinta, pero no es eso, mi falda esta bien plisada, es gris al igual que el chaleco que va a juego con ella, me puse mis botas negras, pero hay un detalle que no logro... —el broche de Morgan—. Rebusco en mi mochila para buscar el broche que le robé hace unos días y lo coloco en la parte izquierda de mi chaleco.

Es un broche con un diamante azul un poco grande, le cuelgan dos finas cadenas que terminan unidas en un pequeño diamante muy brillante. Se ve perfecto, espero no se moleste cuando sepa que lo tengo, y hablando de ella; me ha envía un mensaje para avisarme que Nara está esperando afuera con su chofer y que me verá en la fiesta.

Tomo mi celular y me apresuro a bajar, mamá Lissa me detiene antes de salir y me da un beso en la frente.

—Llámame si algo va mal, ¿si? —arregla mi cabello y me sonríe.

—Lo prometo, pero esta vez voy con las chicas, así que todo irá bien —dejo un beso en su mejilla y mi gloss le queda marcado en la mejilla —luego explicas porque llevas esa marca.

Mamá se ríe y me apresuro a salir. Nara ya tiene la puerta lista para mi, subo y veo que Diane y Jane ya están con ella.

—¿Por qué nunca nos invitas? —preguntan viendo hacia la casa.

—Porque ustedes dos cuando hablan con mi mamá se sueltan a hablar demás.

—Prometemos comportarnos, pero déjanos venir la próxima vez —se ríen y me encojo de hombros.

—En vacaciones pueden hacerlo —ruedo mis ojos.

En todo el camino no paran de hablar sobre los planes para el baile, está cada vez más cerca y ellas han hecho su mejor trabajo en conseguir los votos para Morgan y para mi, bueno, han sobornado a muchas personas para accedan a votar por nosotras. Son las mejores, no puedo quejarme de ellas.

Pasamos por casa de Nara y ella baja del auto informándonos de su chofer nos llevará y nos traerá de regreso. Ella aún está muy pequeña para asistir a esas fiestas y lo que menos queremos es exponerla ante esos trogloditas.

Llegamos a la casa de Bridget unos minutos más tarde; es quien está organizando la fiesta, bueno, más bien el equipo de futbol es quien la organizó y Bridget solo hace lo que su novio le pide.

—Iré por alcohol —dice Jane yendo hacia la cocina.

Mi amiga se pierde entre la gente y Diane sujeta mi brazo para llevarme hacia el jardín trasero donde muchos ya se ven algo ebrios. Ben está solo en sus bermudas echándose un tarro de cerveza en el dorso como si eso lo hiciera verse más hombre. Aunque para algunas chicas eso es algo sexy, pero si tendría que definir sexy, sería más bien una chica con medias hasta los muslos sujetas por unos ligueros de cuero negro que se pierden dentro de la falda de su vestido que lleva un corsé encima marcando su cintura y su típica joyería gótica en su cuello y los piercings súper hot.

—Cierra la boca —dice Diane levantando mi mentón con su índice.

—¿Nara? —pregunta acercándose y Diane le apunta hacia la cocina sin saber qué decirle —bien, dile a tu amiga que el chofer las esperará afuera a la una, ni un minuto más —le advierte y Diane asiente de acuerdo con su orden —ahora, señorita McAllister —toma mi mano y me hace dar una vuelta para luego sujetar mi cintura —¿Ya te han dicho que llevas en tu poder una joya invaluable y que podrían perseguirte por ello?

—¿Qué? —preguntó sorprendida y ella sonríe —¿esto vale tanto? —pregunto tocando el broche y niega.

—Tu sonrisa es la joya invaluable —acaricia mi mejilla y deja un beso sobre mis labios.