Amor Letal

CAPÍTULO 16

MORGAN

Es la mujer más obstinada, testaruda y rencorosa que he conocido en mi vida, ni siquiera mis madres actúan de esa manera y ellas por cualquier cosa andan peleándose y reconquistandose, pero Willow es muy obstinada, nada funciona con ella.

Me echó de su casa apenas abrí mis ojos hace una semana, cambio la cerradura de su entrada y le ha ordenado a Magnus que no me deje acercarme a ella. Si no fuera porque solo en él confío su seguridad, ya lo hubiera descuartizado.

Hoy he ido a buscarla y me encuentro con la grata sorpresa de que se ha ido a casa de sus madres y claro, le ordenó a Magnus no revelar su paradero, pero se le olvida que puedo encontrarla a donde sea que vaya.

—Iré a visitar a la tía Yuna —le informo a mi madre —hace mucho que no la veo.

—Tienes deberes en la firma —me recuerda —Alice no tendrá compasión contigo por ser su hija.

—Serán solo dos días —la abrazo —tu puedes ayudarme con eso —ella entrecierra sus ojos y beso su mejilla para que no me haga decir la verdad.

—Bien, pero luego te atendrás a las consecuencias y no voy a meterme.

—¿Crees que pueda castigarme?, yo no lo creo.

Al día siguiente viajo a primera hora. Al llegar tengo saludar primero a mi tía, Nana y Nara se han ido de compras porque saldrán de viaje, así que no me quedo mucho tiempo y le aviso a mi tía que me quedaré en su casa por la noche.

Conduzco hasta el refugio donde sé que se encuentra Willow, seguro esta ayudando a su madre. Al llegar al lugar soy recibida como una Young, según para hacer una inspección. Diviso a mi rubia conversando con algunas chicas del refugio y a su madre junto a ella.

—Alyssa te mostrará como funcionan las cosas, ella es la encargada de todo el manejo —me dice la señora que me ha recibido al llegar.

—¿Puedes llevarme con ella?

—Claro, así conoces a algunas de las chicas.

La señora me guía por el largo salón hasta que se acerca a la señora McAllister para anunciarle mi llegada e inmediatamente Willow se gira para verme, pero finjo que no es por ella que he venido.

—Mucho gusto —su madre se acerca dándome la mano —tu madre no me dijo que vendrías.

—No lo sabe, solo quise venir ya que estaba cerca.

—Bien, entonces déjame mostrarte el lugar —sujeta el hombro de su hija —espérame aquí.

—Déjame acompañarlas.

—La sigo, señora —le digo a su madre.

Alyssa comienza a mostrarme las instalaciones del lugar, la zona administrativa, el comedor, las áreas de descanso y las zonas recreativas donde veo a algunas chicas jugando Voleibol, así que me acerco a la cancha para ver lo que hacen.

—¿Juegas? —me pregunta la madre de Willow.

—No, pero me gusta ver —sonrío y Willow frunce el ceño.