MORGANVeo las intenciones de esas cuatro mujeres desde que vieron a Willow entrar aparecer en el jardín. Sé que quieren descubrir de qué está hecha, quieren saber si estaría dispuesta a enfrentar lo que sea, pero yo aún no lo creo así, no está lista para enfrentarse a un mundo como el nuestro, aún no es el momento de que descubra quién es mi familia realmente.
—¿Puedes llevarme a cenar cuando regreses a Nueva York?
—No, ya te dije que me estorba tenerte cerca —no quiero ser brusca, pero ella no colabora en nada al abrazarme por el cuello.
—Por favor, solo quiero que tu hermano se de cuenta de lo que puede perder.
—Por si no te has enterado, mi hermano ni siquiera está en este lugar, porque está con tu hermana quien sabe dónde —ruedo los ojos.
—Tory no me supone una amenaza, es muy ingenua —me suelta.
—Ten cuidado, es mi mejor amiga de quien hablas y tú hermana, que no se te olvide.
—Hermanastra —me corrige y la parto con brusquedad.
—Te has encargado de que siempre lo recuerde todo el mundo —veo que Willow ha estado ignorándome desde que salimos al jardín.
Lo que hizo antes en mi habitación fue... indescriptible, único, nunca había sentido algo así. Un cosquilleo en mi vientre me hace morder mi labio al verla, pero esa mirada me hace volver a la realidad, mi mamá me mira con los ojos entrecerrados y la tía Roxanne le susurra algo al oído. Me aparto por completo de Sam y voy directo hacia mi madre, la abrazo por la cintura y ella acaricia mi cabello.
—¿Por qué trajiste a Sam? —le pregunto.
—Insistió demasiado y no pudimos decirle que no cuando su padre estaba ahí frente a nosotras.
—¿De verdad tenemos que hacer tratos con su padre? —arrugo mi nariz.
—Ya te lo dijo Alice, el es quien provee la seguridad en ciertas zonas a cambio de armas y algunos favores.
—¿No puedes solo traer un ejercito de la tía Kate o de la tía Chiara?
—Katerina no tiene ningún ejército —dice mi tía Roxanne.
—Que tú estés enterada —digo con media sonrisa y frunce el ceño —uno se entera de muchas cosas siendo una adolescente que sabe escabullirse por ahí.
Mi tía no tarda ni dos segundos en alejarse y caminar en dirección a su esposa.
—Morgan...
—¿Qué? —me encojo de hombros —ella me fastidia contigo —suelta un suspiro resignada, sabiendo que esto siempre será una guerra.
—Tu madre y tu siempre buscan la manera de hacerla enojar.
—Así como ella me hace enojar al acercarse a ti —mi mami la abraza por la espalda y mamá Olivia apoya su cabeza en su hombro.
—Ustedes dos son un dolor de cabeza —sonríe.
—Dolor de cabeza que tú escogiste —dice Kaia —tú te enamoraste de la persona que te lanzaba cosas a la cabeza, muy cuestionable tu decisión, pero no te juzgo, mi mamá es única y luego decidiste poner una parte de ti en ella —se queda observándonos debatiéndose entre sí unirse al abrazo o solo quedarse cerca —debes hacerte cargo de tus decisiones.
—Si señora —le dice mamá Olivia —ahora también debo acatar las órdenes de mi hija por decisión propia.
—Si, es tu decisión, porque yo debería seguir las tuyas, pero a cambio estás siguiendo las mías, porque mi mamá no puede hacer que sigas las suyas, entonces a alguien debes hacerle caso y yo soy la más cuerda de ellas dos —me apunta a mi y a mi mami mientras continúa hablando muy rápido —cuando salga de vacaciones debes llevarme a la firma —, cambia de tema —debo aprender a manejar cada una de las áreas y comprender cómo puedo despedir a la gente sin que parezca algo injusto, porque no pienso dejar a nadie que no sea de interés o ayuda para nosotras, pero tampoco quiero una demanda millonaria por algo que no han podido lograr en años.

ESTÁS LEYENDO
Amor Letal
RomanceMorgan Young ha decidido seguir los pasos de su madre, la organización tendrá una nueva jefa que tendrá que enfrentarse a uno de sus más grandes enemigos, mientras se debate entre su lealtad por la organización y el amor por Willow McAlister, la arq...