MORGANEl tictac del reloj no me deja tranquila, observo a través de la ventana y a medida que los minutos avanzan solo aumenta mi ansiedad. Las luces están apagadas, mis tías ya están dormidas y no quiero despertarlas.
Reviso nuevamente mi reloj para ver cómo el vehículo se va acercando cada vez más a la casa de la tía Yuna. Ni siquiera pienso en que voy descalza o en el frío que está haciendo afuera, el enojo que tengo ahora mismo solo incrementa a medida que me acerco a la entrada.
Abro el portón y el guardia solo asiente al verme salir. La calle está completamente desolada, el parque que está a unos metros se mantiene en total silencio. Las luces del auto me alumbra cuando se acerca, se detiene frente a mi y de inmediato el chofer baja apresurado, ni siquiera debo decir nada cuando ya está de rodillas frente a mi rogando mi perdón.
—La olvidaste —le digo acercándome un poco más a él —la dejaste expuesta en zona enemiga ¿la dejaste sola en el auto para ir por tus porquerías? —sus ojos están algo desorbitados, como suelen estarlos los de alguien que está completamente drogado.
—Solo fueron unos minutos —dice muy asustado y sus ojos se desvían un poco hacia el auto —no volverá a suceder.
—Por supuesto que no sucederá nuevamente —estrello mi puño contra su rostro con tanta fuerza que su nariz comienza a sangrar y veo como aprieta sus manos en sus muslos —¿quieres golpearme?
—No señorita —dice apretando sus dientes —le juro que no fue mucho tiempo.
—Todos saben que Kaia no puede estar en lugares que no conoce, todos saben que ella tiene medidos sus movimientos, así que si te desvías entra en pánico ¿y tu crees que unos minutos no hacen la diferencia? —suelto otro golpe contra su rostro y su mandíbula se tensa.
—Señorita...
—¿Te dijo que hables? —la puerta del auto se abre y sonrío al ver a la mujer que baja del auto.
Cabello negro, abrigo negro y unos ojos tan profundos, esa oscuridad que es mi refugio. Ella se detiene al lado del chofer que tiembla ante la sola presencia de mi mami.
—Espera —mi mami se detiene y sus ojos se desvían hacia el parque —sube al auto —me indica —tu también —le dice al hombre.
Mi mami camina hacia el parque con mucha cautela y se detiene cuando ve a una chica de cabello castaño caminar por el otro lado, pero ni siquiera nota su presencia, parece ir perdida en su mundo y se ve algo molesta.
Mi mami regresa y obliga al chofer a conducir dándole las indicaciones, el hombre no hace más que obedecer a mi mami. Ella acaricia mi rostro y me regala una sonrisa cuando estacionamos en una carretera algo alejada de la ciudad.
—No salgas —besa mi mejilla y el hombre sale apresurado del auto. Mi mami rueda los ojos y sale detrás de él.
Un disparo que ilumina el rostro de mi mami hacen que el hombre caiga al suelo y no puedo resistir mis ganas de salir. Abro la puerta y me quedo de pie en el suelo del auto solo observando la escena.
—Mis hijos es todo lo que deben proteger —dice ella —no me importa si no me protegen a mi, pero a mis hijos los quiero siempre seguros.
—Señora, el guardaespaldas también falló... —mi mami golpea el rostro de él con una patada que lo lanza contra el suelo.
—Sus errores ya los pago y estamos aquí por la tuyos —bajo del auto y mis pies duelen un poco por las puertas sueltas del asfalto —sabias que no estaba bien lo que hiciste ¿quien te pidió que la llevaras ahí? —pregunta mi mamá y ladeó mi cabeza.
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Amor Letal
عاطفيةMorgan Young ha decidido seguir los pasos de su madre, la organización tendrá una nueva jefa que tendrá que enfrentarse a uno de sus más grandes enemigos, mientras se debate entre su lealtad por la organización y el amor por Willow McAlister, la arq...