Mientras Jj y Valentina se besaban, él frenó repentinamente, apartándose un poco de ella. La miró con una expresión juguetona y, como si de repente estuviera en medio de una gran reflexión, dijo:
"Me quedé pensando... ¿será bueno en la cama?"
Valentina lo miró con los ojos entrecerrados, ya sabiendo que estaba a punto de hacer alguna broma. En cuanto las palabras salieron de su boca, no pudo evitar reír. "¡Eres un idiota!" exclamó, dándole un pequeño empujón en el pecho. "¿Interrumpiste el momento solo para bromear sobre Pope?"
Jj soltó una carcajada, claramente disfrutando de su propio chiste. "No pude evitarlo, Valentina. Pope me dejó pensando en todo eso. ¿Crees que algún día llegará a ser tan bueno como nosotros?"
Valentina, aún riendo, se tiró de espaldas sobre la cama, con las manos sobre su rostro. "¡No puedes ser más ridículo!" replicó, sonriendo entre las risas. "Esto es lo que pasa cuando estás tan metido en las bromas. No se puede tener un momento serio contigo."
Jj se recostó junto a ella, una sonrisa cómplice en su rostro. "Vamos, amor, es solo una broma. Pero dime la verdad... ¿no te dio curiosidad? Lo que pasa entre ellos..."
Valentina negó con la cabeza, divertida pero claramente molesta por la interrupción. "Ya basta, Jj. Vamos a disfrutar de este momento, ¿sí?"
Jj la miró a los ojos, suavizando su expresión. "Tienes razón," dijo, acariciándole la mejilla. "Lo siento, solo estaba bromeando. Tú y yo estamos bien, ¿verdad?"
Valentina sonrió, asintiendo, antes de acercarse nuevamente a besarle. "Sí, estamos perfectos," respondió, antes de darle un beso apasionado.
JJ se acercó a Valentina, buscando profundizar el beso, cuando de repente el sonido del teléfono interrumpió el momento. El teléfono vibró sobre la mesa de noche y, al ver el nombre de Pope en la pantalla, Jj frunció el ceño.
"No, amor, no atiendas," dijo Valentina, atrayéndolo aún más hacia ella y besándolo con más intensidad, buscando que se olvidara del mundo exterior.
Pero Jj, aunque claramente tentado, se apartó un poco. "Debo hacerlo..." murmuró, mirando el teléfono y luego a Valentina, con una pequeña sonrisa. "Es Pope, probablemente necesita algo urgente."
Valentina suspiró, molesta pero entendiendo. "Está bien," dijo con voz suave, aunque aún sentía la frustración de la interrupción. "Pero no tardes mucho."
Jj asintió y, con una última mirada a Valentina, tomó el teléfono. "¿Qué pasa, Pope?" preguntó, dejando a Valentina descansar en la cama mientras él atendía la llamada.
Valentina se recostó, mirando al techo, esperando pacientemente a que la llamada terminara. Aunque estaba algo molesta por la interrupción, no pudo evitar sentirse un poco intrigada. A veces, Pope solía ser impredecible con sus llamadas.
En ese momento, Jj habló bajo, su voz más distante de lo que ella quería. "Sí, claro, entiendo... No te preocupes, lo tenemos bajo control," dijo, asintiendo a algo que Pope le decía al otro lado de la línea.
Valentina giró en la cama, mirando hacia la ventana, intentando ignorar lo que sucedía, pero aún sentía la tensión de que el momento que compartían se estaba escurriendo entre los dedos.
Mientras Valentina descansaba en la cama, con la cabeza recostada sobre la almohada, JJ miraba el teléfono y luego de unos segundos, atendió la llamada de Pope.
"¿Qué pasa, Pope? ¿Es algo urgente?" preguntó JJ, tratando de mantener la calma.
Pope, al otro lado de la línea, parecía estar más nervioso de lo habitual. Se escuchaba su respiración rápida, como si estuviera dudando sobre qué decir.
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Verano en Outer banks
RomantizmLa prima de Sarah Cameron llega a outerbanks, gracias a que sus padres no la pueden tolerar mas. De castigo la mandan a esa isla y conoce a nuevas personas.