Capitulo 64

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La semana comenzó con una sensación de calma en la casa de Valentina. Al despertar, la luz suave del sol se filtraba por las cortinas, y su mente seguía envuelta en las emociones contradictorias del fin de semana con Harry. Aún no sabía cómo procesarlo, así que intentaba mantener la distancia. Al bajar a la cocina, encontró a su prima Sarah, quien estaba acompañada de Niall, el mejor amigo de Harry. Ambos estaban preparando bagels mientras charlaban animadamente, y el ambiente en la cocina estaba lleno de risas.

Valentina los observó por un momento antes de salir al jardín. Sabía que Sarah y Niall estaban juntos, pero hoy, la idea de estar rodeada de relaciones le resultaba abrumadora. Decidió no dar demasiada importancia al momento, y fue allí donde su teléfono vibró con un mensaje de Harry: "Buenos días, hermosa. ¿Te gustaría pasar la tarde conmigo?"

Valentina se quedó mirando la pantalla, reflexionando. Sabía que Harry la había estado buscando, pero no podía volver a lo mismo, no tan pronto. Quería tener su espacio, descubrir nuevas facetas de ella misma, sin las complicaciones emocionales de una relación.

Respondió, intentando mantener la cortesía pero a la vez poner distancia. "Hoy iré de compras con Kiara. Hemos quedado en ir al centro de Outer Banks para comprar algo de ropa."

Cuando presionó "enviar", un suspiro escapó de sus labios. No quería herirlo, pero tampoco quería caer en la rutina de lo que ya había sido.

Mientras tanto, Harry estaba en casa, rodeado de Louis y Zayn, jugando a la PlayStation con su hermano Marcel, de 17 años. La diversión parecía fluir entre risas y bromas, pero cuando vio el mensaje de Valentina, algo en su interior se tensó. No pudo evitar sentirse un poco disconforme con su respuesta. Sabía que Valentina necesitaba espacio, pero, de alguna manera, esperaba más de ella.

Él se recostó en el sillón, mirando la pantalla, pero con la mente lejos del juego. ¿Qué estaba pasando realmente entre ellos?
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Una noche, Valentina había salido de fiesta a la casa de un chico que no conocía. Pero toda la gente iría asique se vistió con un vestido corto marrón y sus botas marrones. Fue con kiara y Sarah.

Valentina salió al jardín en busca de algo de calma. La fiesta ya había comenzado a sentirse demasiado ruidosa, y el alcohol comenzaba a hacer su efecto en su cuerpo. Necesitaba un poco de espacio para pensar, y el aire fresco de la noche la invitaba a desconectarse del bullicio.

Al llegar al jardín, vio a Harry sentado solo en una esquina, un cigarro de marihuana entre sus dedos. Estaba mirando al frente, perdido en sus pensamientos, la poca luz de la luna iluminaba su rostro de manera tenue. Valentina lo observó por un momento, como si evaluara si debía acercarse o no. No sabía bien qué esperar de él, ni cómo actuar con todo lo que había pasado entre ellos.

Sin pensarlo mucho, caminó hacia él y se sentó en el césped a su lado. No dijo nada al principio, simplemente lo miró, con la mente aún revuelta por todo lo que estaba pasando en su vida.

Harry levantó la mirada al notar su presencia, su expresión algo cansada pero no sorprendida. "¿Te molesta si fumas?", le preguntó, ofreciéndole el cigarro como si fuera algo normal entre ellos, sabiendo que ella también solía fumar en momentos como este.

Valentina sonrió de lado y aceptó el cigarro, sintiendo cómo la tensión comenzaba a disolverse un poco con el gesto. "No, para nada," respondió, dándole una calada. El humo llenó sus pulmones y la sensación la hizo sentirse un poco más libre. "Creo que ambos necesitamos esto."

Harry la observó en silencio, como si estuviera buscando algo en sus ojos, algún indicio de lo que ella pensaba o sentía. "A veces me pregunto si todo esto tiene algún sentido," dijo, dejando escapar una nube de humo. "Si no estuviéramos tan... complicados, ¿podríamos estar aquí juntos, sin todo este peso entre nosotros?"

Verano en Outer banks Donde viven las historias. Descúbrelo ahora