Capitulo 50

17 1 0
                                    

Valentina: quieres ir a casa?- mirándolo

Harry la miró, sus ojos brillando bajo la luz tenue de la luna. La pregunta de Valentina era simple, pero había algo en su tono que lo hizo sentir que era mucho más. No solo estaba ofreciendo regresar a casa; era una invitación silenciosa, un paso hacia algo más, quizás una nueva oportunidad o simplemente un momento de paz compartido.

"Claro," respondió Harry con una sonrisa suave. "Vamos."

Ambos comenzaron a caminar de regreso al coche, el aire fresco del mar acariciando sus rostros mientras se acercaban al vehículo. Harry abrió la puerta del auto para Valentina, como siempre, en un gesto que parecía ser una costumbre natural, y luego él se subió al asiento del conductor.

El camino de vuelta a la ciudad fue tranquilo, sin palabras innecesarias. La música seguía sonando en el coche, pero ahora todo parecía en su lugar, como si el momento que compartieron en el mirador hubiera puesto las cosas en perspectiva. No había prisa, no había presiones, solo dos personas que disfrutaban de la compañía del otro en un espacio donde las preocupaciones parecían más lejanas.

Al llegar a la casa de Valentina, Harry estacionó y se quedó unos segundos mirando el frente. "¿Te gustaría que te acompañara dentro?" preguntó, su voz baja, como si quisiera asegurarse de que no estaba invadiendo su espacio.

Valentina pensó por un momento. Aunque todo dentro de ella le decía que necesitaba espacio, también sentía que la noche había sido diferente.

Valentina sonrió mientras caminaba al frente, su risa ligera llenando el aire fresco de la noche. Harry la seguía, admirando no solo el paisaje, sino también la forma en que Valentina se movía con una gracia natural. Ella lo miró de reojo y, con una sonrisa cómplice, dijo: "Ven conmigo... Bienvenido a Outer Banks y a la casa de las Cameron."

Harry levantó una ceja, intrigado. "La casa de las Cameron, ¿eh? ¿Qué tal el lugar?"

"Es solo una casa," respondió Valentina con una pequeña risa, "pero tiene historia. Entre Sarah y yo, siempre hay algo de caos aquí, pero es nuestro hogar."

La gran casa de las Cameron se alzaba ante ellos, imponente pero acogedora, con un estilo rústico que encajaba perfectamente con la isla. Valentina abrió la puerta sin pensarlo, como si fuera el lugar más natural del mundo. Harry la siguió adentro, observando cada detalle con curiosidad.

"Es... enorme," comentó Harry mientras miraba a su alrededor. Las paredes de madera oscura, los grandes ventanales con vistas al mar y las fotos familiares dispersas por todas partes le daban a la casa un aire hogareño, pero también de lujo sencillo.

"Sí," respondió Valentina, quitándose los zapatos al entrar, "pero no es tanto el tamaño. Es más sobre las memorias que se acumulan aquí."

Harry asintió mientras recorría la sala, admirando la decoración relajada pero sofisticada. No era lo que esperaba, pero eso era lo que más le gustaba. Todo tenía un toque personal y auténtico.

"Me gusta," dijo Harry mientras se acomodaba en el sillón, observando a Valentina con una mirada más suave. "Tiene un ambiente muy cálido."

Valentina sonrió al escuchar eso. "Es todo un caos, pero en el buen sentido. Ahora, ¿quieres beber algo? Puedo hacer que nos pongamos cómodos."

Harry asintió y, mientras Valentina se dirigía hacia la cocina, él se quedó allí, mirando a su alrededor, pensando en lo surrealista que todo esto se sentía. Outer Banks, la casa de las Cameron, Valentina... Estaba en un lugar nuevo, con nuevas personas, pero sentía que había algo en el aire que lo hacía todo tan... real.

Verano en Outer banks Donde viven las historias. Descúbrelo ahora