Capitulo 42

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JJ: —A Michael lo voy a matar yo.— Su voz era fría, cargada de furia contenida mientras apretaba los puños.

Valentina, alarmada, apretó su mano con la poca fuerza que tenía, obligándolo a mirarla.

Valentina: —JJ, no... por favor.— Su tono era suave, pero firme. —Tenemos que ser inteligentes. Si lo matamos nosotros, viviríamos corriendo el resto de nuestras vidas.—

JJ: —¿Y qué quieres que haga, Val?— Se levantó abruptamente, alejándose unos pasos, pasando una mano por su cabello en frustración. —Ese tipo te disparó, te dejó tirada como si no valieras nada. ¿Y quieres que me quede de brazos cruzados?—

Valentina: —No, JJ. No quiero eso.— Se esforzó por sentarse un poco más en la cama, su mirada buscando calmarlo. —Pero también sé que si haces algo impulsivo, perderé a la persona que más amo. Y no puedo soportar eso.—

JJ se giró hacia ella, su mirada suavizándose al verla tan vulnerable pero al mismo tiempo tan decidida.

Sarah: —Val tiene razón.— Interrumpió desde la puerta, caminando hacia ellos. —Si lo enfrentamos a su manera, solo jugaremos su juego. Ward y Michael siempre tienen un plan. Tenemos que adelantarnos a ellos.—

Kiara: —¿Pero cómo? No podemos seguir huyendo para siempre.—

John B, que había permanecido en silencio hasta ahora, dio un paso adelante. —Tal vez no tengamos que matarlos, pero sí podemos asegurarnos de que no puedan volver a lastimarnos.—

Pope: —¿Estás diciendo lo que creo que estás diciendo?—

John B: —Tenemos que exponerlos.—

El grupo se miró, procesando la idea.

JJ: —¿Y cómo hacemos eso? Esos tipos son poderosos, tienen todo bajo control.—

Valentina: —Tienen todo bajo control porque nadie se ha atrevido a enfrentarlos con pruebas reales.—

Sarah, cruzándose de brazos, asintió. —Mi padre y tu padre han hecho demasiados negocios turbios, JJ. Si logramos encontrar algo sólido, algo que los vincule con esos crímenes... estarán acabados.—

Kiara: —Y si no lo logramos, ellos nos encontrarán primero.—

Valentina, mirando fijamente a JJ, tomó su mano nuevamente. —Sé que quieres protegerme, y te amo por eso. Pero la mejor manera de protegernos es asegurarnos de que nunca más puedan lastimar a nadie.—

JJ, aunque aún lleno de rabia, asintió lentamente. —Está bien. Lo haremos a tu manera. Pero te juro que si ese maldito se acerca a ti de nuevo, no dudaré ni un segundo.—

Valentina, sonriendo débilmente, acarició su rostro. —Lo sé, amor. Pero no dejaremos que eso pase.

El grupo comenzó a planear su próximo movimiento, sabiendo que estaban entrando en un terreno peligroso. Pero si algo quedaba claro, era que ahora estaban más decididos que nunca a poner fin a la sombra de Michael y Ward sobre sus vidas.

Enfermera: —¿Pero qué es esta reunión?— exclamó con una mezcla de sorpresa y diversión al entrar a la habitación y ver a todos los chicos reunidos alrededor de Valentina. —El horario de visitas terminó hace rato.—

Todos se miraron entre sí, algo avergonzados, pero la enfermera continuó con una sonrisa amable.

Enfermera: —Eso sí, tengo que admitir algo, niña... mientras estabas en cirugía, todos los enfermeros y enfermeras hablaban de lo hermosa que eras. Nos tenías a todos admirándote.—

Valentina, algo sonrojada, esbozó una sonrisa tímida. —Gracias... aunque no creo que estuviera en mi mejor momento.—

Enfermera: —Bueno, ahora sí, chicos, vamos.— Su tono se volvió más firme. —Solo una persona puede quedarse. La señorita necesita descansar.—

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