Capitulo 37

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Al día siguiente, Valentina fue la primera en despertar. Se estiró en la cama, disfrutando de la comodidad del lugar, antes de levantarse con cuidado para no despertar a JJ, que aún dormía plácidamente. Caminó descalza hasta el vestidor y se puso una de las remeras de JJ, la que había tomado prestada la noche anterior, oliendo el aroma familiar que le resultaba reconfortante.

Salió de la habitación y bajó las escaleras hacia la cocina. Cuando entró en la cocina, se encontró con su prima Sarah, que estaba sirviéndose un vaso de jugo. Sarah la miró de reojo, aún un poco despeinada y con los ojos entrecerrados por el cansancio.

Valentina, con una sonrisa burlona, se apoyó en el marco de la puerta y, riendo, le dijo:

Valentina: "Pero qué concierto diste anoche... qué bárbara, los gritos que se escuchaban desde mi habitación."

Sarah, con una sonrisa cómplice y un poco avergonzada, levantó la mirada y no pudo evitar reírse también.

Sarah: "Vete a la mierda, Valentina." Pero lo dijo entre risas, dándose cuenta de que no podía negarlo.

Valentina se acercó, abriendo la nevera para sacar algo para beber, sin dejar de burlarse.

Valentina: "¿Vas a seguir gritando o ya terminaste de hacer ruido por la noche?"

Sarah, con cara de cansada, se dejó caer en una silla de la isla de la cocina, levantando las manos en señal de rendición.

Sarah: "Te juro que si no fuera porque eres mi prima, te mataría."

Ambas rieron juntas, la tensión del día anterior ya desvanecida entre ellas. Valentina se sirvió un vaso de agua y se sentó en la mesa, mirando a Sarah con una expresión traviesa.

Valentina: "¿Qué tal? ¿Te la pasaste bien anoche?"

Sarah, recuperando la compostura y con una sonrisa pícara, le respondió:

Sarah: "Estuvo bien. Aunque ya sabes, siempre soy la más ruidosa de todos."

Valentina, burlándose un poco más, levantó una ceja.

Valentina: "Lo sé, lo sé... tu voz llega a todos lados."

Ambas se echaron a reír nuevamente, disfrutando de la comodidad de estar juntas en esa mañana tranquila, aunque la resaca de la fiesta aún se notaba en sus expresiones.

Valentina: "Muero de hambre..."

Sarah: "Fíjate en las alacenas si hay algo por ahí..."

Valentina: "¿Tu novio no va al súper?" —le dijo burlona, con una sonrisa en los labios mientras observaba cómo Sarah buscaba algo para desayunar.

Sarah: "Ni me hables de él, es un desastre en la cocina..." —rió, buscando algo rápido para comer.

Valentina: "Bueno, no te preocupes, yo tengo hambre, y si no hay nada, me voy a morir de inanición."

Mientras Sarah reía, Valentina comenzó a buscar en las alacenas. En ese momento, Sarah la miró y, sonriendo traviesa, dijo:

Sarah: "Oye, ¿tú y JJ se han puesto serios, no? Vi cómo se miraban anoche..."

Valentina sonrió, un poco nerviosa, pero se encogió de hombros.

Valentina: "Sí, supongo... Es complicado a veces, pero ya sabes cómo son las cosas."

Sarah: "A veces las cosas complicadas valen la pena." —dijo Sarah, mientras se recargaba en la mesa, con una sonrisa pícara.

En ese momento, Jhon B entró a la cocina, aún despeinado y con cara de sueño.

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