Harry estacionó el auto rápidamente frente al hospital. Apenas el vehículo se detuvo, todos saltaron fuera, con Sarah y Kiara ayudando a Valentina a mantenerse en pie. Harry, con una mirada cargada de preocupación, fue el primero en acercarse a ella. Tomó suavemente su cintura, ayudándola a caminar, mientras Niall y Zayn se apresuraban a acompañarlos.
Valentina, todavía débil, se aferró a Harry, pero su rostro aún reflejaba el cansancio de lo que acababa de pasar. Sus pasos eran vacilantes, pero al menos estaba consciente.
Sarah, con los ojos hinchados de tanto llorar, miró a Harry con una mezcla de frustración y alivio. "Por favor, haz que esté bien..." susurró mientras avanzaban hacia la puerta del hospital.
Harry, con el corazón acelerado, la miró directamente. "No te preocupes, todo va a estar bien. Solo necesito que confíes en mí." Su voz era suave, casi como un susurro, mientras caminaba cerca de ella, asegurándose de que no se tambaleara.
Cuando llegaron a la recepción, Zayn y Niall fueron los primeros en acercarse a las enfermeras, explicando rápidamente la situación.
Valentina, con la cabeza aún algo pesada por el alcohol y el shock, miró a Harry con ojos cansados. "No sé si puedo soportar esto..." susurró, su voz quebrada.
Harry, sin pensarlo dos veces, la rodeó con su brazo, manteniéndola cerca de él. "Estás conmigo, Valentina. No vas a pasar por esto sola."
Las enfermeras comenzaron a asistirla de inmediato, pidiéndole que se sentara mientras preparaban todo para atender su herida. Sarah, incapaz de quedarse quieta, se mantuvo cerca, mirando a Valentina con ansiedad.
Mientras las luces del hospital iluminaban la sala, Harry no dejaba de mirarla, asegurándose de que estuviera bien. Sabía que aún había mucho que sanar entre ellos, pero por ahora solo quería que Valentina estuviera a salvo.
Valentina, mirando a Harry, sintió una punzada de dolor en su pecho, pero a la vez, una sensación de alivio al estar rodeada de la gente que se preocupaba por ella. Sin importar todo lo que había pasado, él estaba allí.
Las enfermeras rápidamente se pusieron en acción, atendiendo la herida de Valentina con profesionalismo, pero la situación seguía siendo tensa. Le limpiaron la herida con cuidado, y luego comenzaron a aplicar puntos. Valentina intentaba no mirar, mientras apretaba la mano de Harry, que no la había soltado ni un segundo.
Harry, aunque visiblemente preocupado, intentaba mantener la calma, y cada vez que ella gritaba le susurraba palabras de aliento. "Todo va a estar bien, Valentina, solo respira... lo estás haciendo bien..."
La sensación de la aguja atravesando su piel hizo que Valentina frunciera el ceño, pero no apartó la vista de Harry, quien estaba ahí, tomándola de la mano con firmeza. "Lo siento tanto..." murmuró, mirando sus ojos llenos de preocupación.
Harry la miró, con una expresión que mostraba su arrepentimiento, pero también su determinación de no dejarla sola. "No tienes nada que disculparte..." dijo en voz baja, acariciándole la mano mientras las enfermeras seguían con la operación.
El dolor de los puntos se mezclaba con el cansancio de la situación, pero Valentina trataba de mantenerse lo más tranquila posible. A pesar de todo lo que había sucedido esa noche, no podía evitar sentirse vulnerable. Sin embargo, se aferraba a la idea de que Harry no se apartaría de su lado.
Cuando las enfermeras terminaron, le pusieron un vendaje firme alrededor de la mano. Valentina se dejó caer en la camilla, agotada, mientras las enfermeras le daban algunos consejos sobre cómo cuidar la herida.
Harry no se movió ni un centímetro. Se quedó junto a ella, vigilando cada movimiento de las enfermeras y asegurándose de que estuviera bien. Cuando todo terminó, se inclinó hacia ella y, con suavidad, le acarició la mejilla. "Ya está... todo está bien ahora. Estoy aquí."
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Verano en Outer banks
RomanceLa prima de Sarah Cameron llega a outerbanks, gracias a que sus padres no la pueden tolerar mas. De castigo la mandan a esa isla y conoce a nuevas personas.