Capitulo 58

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La casa de Harry estaba bañada por el sol de la tarde, y el aroma a carne dorándose en la parrilla del horno llenaba el ambiente. Valentina estaba en la cocina, de pie junto a Gemma, la hermana menor de Harry, mientras cortaba cuidadosamente las verduras para acompañar el plato. Llevaba un jean suelto y un buzo oversized marrón que caía con soltura sobre su figura, un look casual que siempre lograba hacer lucir elegante. En los pies, unas zapatillas cómodas completaban su estilo relajado.

Gemma, con los ojos brillando de entusiasmo, no podía dejar de mirar a Valentina con admiración.

Gemma: "Es que no puedo creerlo, Val. ¡Tu ropa siempre parece salida de una revista! Ese buzo... ¿de dónde es?" —preguntó mientras pelaba una zanahoria torpemente.

Valentina: "Este es vintage, creo que lo encontré en un mercado de un viaje que hice a Europa. Me encanta buscar cosas únicas, ¿sabes?" —respondió, sonriendo. Cortó un pimiento en finas tiras y lo colocó en un bol.

Desde la isla de la cocina, Harry las observaba con una sonrisa discreta. Apoyado en sus codos, su mirada se movía entre la destreza de Valentina en la cocina y la emoción de Gemma mientras hablaba.

Gemma: "Ojalá pudiera ir a esos mercados... pero también me gustaría tener acceso a tu armario. Harry, ¿sabes lo afortunado que eres?" —dijo de repente, girándose hacia su hermano.

Harry soltó una risa suave y se encogió de hombros.

Harry: "Lo sé, Gem. Pero no creo que Valentina comparta tu entusiasmo por que le robe su ropa."

Valentina: "Depende, Gemma. Quizá te preste algo si me ayudas a cocinar más seguido." —bromeó, guiñándole un ojo.

Gemma rió, dejando de lado la zanahoria que había estado pelando con poco éxito.

Gemma: "¡Hecho! Pero, Harry, ya que estás ahí sin hacer nada, ¿por qué no pones la mesa?"

Harry levantó las manos en señal de rendición, con una sonrisa perezosa.

Harry: "Bien, bien. Solo porque no quiero que después digan que no ayudo."

Mientras Harry se levantaba de la isla y comenzaba a recoger los platos y cubiertos, Gemma se volvió hacia Valentina con una mirada de conspiración.

Gemma: "Entonces, dime... ¿es verdad que tienes una colección de zapatos de diseñador? Porque necesito detalles."

Valentina: —riendo mientras removía las verduras en una sartén— "Tengo algunos. Aunque soy más de zapatillas y botas. Pero si vienes a outerbanks algún día, prometo que te llevo de compras."

Gemma: "¡Es un trato! Aunque... no sé si papá estaría feliz con eso."

Harry: —desde el otro lado de la cocina— "Mama no estará feliz, pero yo tampoco si Gemma llega con más zapatos que espacio en su habitación."

Gemma: —haciendo un puchero dramático— "¡Eres el hermano más aburrido del mundo!"

Valentina se rió suavemente mientras terminaba de preparar las verduras y las colocaba junto a la carne que se asaba.

Valentina: "Bueno, Gem, creo que es hora de que probemos este festín. ¿Harry, nos ayudas a servir?"

Harry: "Por supuesto. Aunque creo que después de esto deberías considerar mudarte aquí. Ya no podré comer otra cosa después de esto."

Valentina negó con la cabeza divertida mientras Harry se acercaba para ayudarla, aprovechando para darle un beso rápido en la frente, lo que hizo que Gemma frunciera el ceño con una mezcla de disgusto y broma.

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