16

313 41 12
                                    

--------------------

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

--------------------

Aeryn

Estar ebria es demasiado extraño.

Todo el mundo se mueve, ¿o yo me estoy moviendo? La verdad es que no tengo idea de lo que está sucediendo, pero me siento muy bien. Libre. Jamás me había sentido de esta manera y es algo surreal, como una experiencia extracorporal.  Es como si mis miedos y mis inhibiciones se hubieran esfumado, dejando a una Aeryn relajada y divertida. Nunca en la vida había pensado en absolutamente nada, es extraño, pero bastante liberador.

Doy una vuelta sobre mis pies, bailando en la pista de baile, o intentándolo porque no puedo bailar. Ben se ríe, siguiéndome y colocando sus manos a cada lado en mi cintura para que no pierda el equilibrio. A diferencia de mí, está completamente sobrio, lo que me hace sentir triste porque estoy segura que vino aquí con la intención de emborracharse y de olvidarse de sus problemas, pero al mismo tiempo, hace que mi corazón sienta calidez al darme cuenta de que lo hace porque me está cuidando.

Básicamente se ha convertido en mi guardaespaldas. No deja que nadie con malas intenciones se acerque a mí, me cuida de caerme o de herirme, sostiene mis zapatos y ríe conmigo mientras bailamos.

Es la persona más increíble que conozco.

Y que Dios me ayude, pero estoy segura de que no falta mucho tiempo para que empiece a enamorarme de él.

Puede que esté muy ebria, pero no digo nada de lo que se me pasa por la mente, solo me detengo y lo abrazo, envolviendo su cintura con mis brazos, pegando mi cara a su pecho, tragando fuerte al intentar deshacer el nudo en mi garganta. Por primera vez caigo en cuenta de lo abrumador que es esto.

Desde que nos conocimos, hemos intentado mantenernos separados y hemos fracasado cada vez. No entiendo por qué, es como si el destino nos quisiera juntos.

—¿Te sientes bien, Ángel? —pregunta con voz suave, pero preocupada.

Asiento, cerrando mis ojos e intentando no llorar.

—El mundo me da vueltas. —murmuro.

—Bueno, puede ser que lo sientas así porque también estamos dando vueltas.

Una risa escapa de mí, pero no abro los ojos para verificar que sea cierto. Le creo. Cualquier cosa que me diga le creo.

Él dijo que no se iba a acostar con esa chica y la estaba rechazando, y le creo.

Él dijo que es adicto a mí y yo le creo.

Tal vez eso me convierte en una ingenua, no lo sé, tampoco me interesa. Quiero gustarle tanto como él me gusta a mí.

Siento sus labios en mi cabeza, dándome un suave beso. Subo mi rostro, queriendo que me bese, pero él solo ríe cuando frunzo los labios, negando con su cabeza.

La Adicción de Ben (WA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora