*¡Nuevo capítulo todos los martes y jueves!*
Un encuentro, una mirada, una voz, solo eso es suficiente para que alguien se meta en tus venas y se convierta en todo tu mundo.
El estoico Ben Danner ya tiene mucho con lo qué lidiar en su vida; una vid...
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Aeryn
No había caído en cuenta del error que cometí hasta que mi avión aterrizó en Edimburgo.
Estuve a punto de decirle al piloto que regrese, que de la vuelta el maldito avión y me regrese a casa, pero no fue hasta que vi a las azafatas de mi propio avión susurrar a mis espaldas, susurrando mi nombre y el de Ben, que lo único que quería hacer era ir a la casa de mis padres, encerrarme en las paredes del castillo e ignorar lo que nos está sucediendo.
Cómo nuestro mundo mágico y perfecto se desmoronó de un momento a otro.
Max me mira a través del retrovisor mientras conduce por la carretera que lleva del aeropuerto a la ciudad, antes de que sus ojos regresen al camino de graba y piedra. Sé que está preocupado por mí. Nunca me ha visto así.
No he parado de llorar desde que llegué aquí.
Me siento realmente terrible porque no fui capaz ni siquiera de despedirme de Ben.
Por un momento de absoluta ira ayer, pensé que él era un cobarde por no afrontar sus miedos y aceptar que me ama, que me ha amado desde el momento en que me vio. Sin embargo, la cobarde terminé siendo yo. Terminé consumida por mis miedos incluso más que él.
Mientras escribí esa carta, eran las tres de la mañana y lo único que quería era escapar. Irme lo más lejos que podía, a un lugar que me garantizara seguridad y protección.
No hay un solo lugar más seguro para mí que Edimburgo.
No pude parar de llorar mientras escribía mi carta de despedida para Ben, tampoco pude evitar llorar mientras subía los dos pisos, llamaba a la puerta de Beth y le explicaba lo que quería hacer. Fue muy difícil guardar mis cosas sin despertar a Ben, pero hice las maletas, guardé lo esencial, antes de dejar la nota sobre el librero —que armó solo para mí— y salir de casa.
Sé que esto puede ser lo correcto para ambos; su reputación está muy dañada y salir conmigo podría afectarlo mucho más que beneficiarlo. Podría perder las pocas fans que le quedan; mataría la ilusión que tienen con él y las decepcionaría. No puede permitirse un golpe así en sin arriesgar todo por lo que ha luchado.
Yo no he luchado por nada, y después de pensar durante todo el camino, me di cuenta de que no tengo casi nada que perder. Mi familia sobrevivirá a un golpe así, ya lo han hecho antes durante más de dos siglos, pueden hacerlo ahora sin que nos afecte demasiado.
Así que no tengo razones válidas para temer por mí, sin embargo...
La única razón es que tengo miedo.
Tengo miedo de no ser suficiente y lo odio.
Esas razones me parecen tan erróneas, pero es tan cierto.
