Desperté con el sonido de la alarma. Aún tenía un sueño horrible, pero sabía que tenía que levantarme porque hoy tenía cita con la psicóloga. Pensé por un momento en quedarme en la cama, abrazando las sábanas como si pudieran absorber todo el cansancio, pero la realidad me alcanzó: tenía que ir a esa cita.
La luz de la mañana se filtraba sobre mi cama desordenada, y al mirar a mi alrededor me di cuenta de cuán caótica estaba mi habitación. ¡Qué desastre! Pero bueno, "luego la ordenaría," me dije a mí misma, ya como una mantra. Lo importante ahora era moverme y cumplir con lo que tenía planeado.
Antes de pararme, tomé el móvil y le mandé un mensaje de buenos días a Violeta. Mi primer y último pensamiento de cada día. Me levanté, estirándome y me di cuenta de que, como era sábado, Martin no estaba en casa y, por supuesto, Ruslana seguía dormida como una piedra. ¡La vida de los sábados! Así que aproveché el silencio para preparar el desayuno. No me detuve mucho, solo lo necesario, porque, sinceramente, no era el día para preocuparme por algo tan complicado como un desayuno de 5 estrellas.
Después de comer algo ligero, me metí a la ducha y me bañé rápidamente. Ya estaba empezando a sentirme un poquito más humana... Lo siguiente en la lista era escoger la ropa, y aunque a veces me costaba, esa mañana tenía claro lo que quería ponerme. Pues iba a verme con Violeta después y supuesto que quería verme linda.
Aunque, claro, como siempre, nada de lo que eligiera podría compararse con lo que Violeta pensaba de mí. No importaba si me ponía el conjunto más elegante del mundo; ella siempre insistía que me veía linda aunque estuviera con la peor combinación de ropa. "¿Por qué siempre te ves tan hermosa incluso con una tanga y un polerón largo?" me decía, casi con cara de asombro. Violeta,Violeta... No sabía si reírme o ponerme roja, porque, en realidad, mi estado típico de recién levantada es un perrito mojado con ojeras tratando de sobrevivir. Pero, en fin, el amor tiene esos efectos, ¿no? Ella me hacía sentir que todo estaba bien, incluso cuando yo solo quería que el mundo se detuviera por un segundo para descansar.
Finalmente, me puse algo cómodo pero que, de alguna manera, me hacía sentir bien. No iba a vestirme para impresionar a la psicóloga, sino para mí y para ella. Cuando te importa tanto alguien, hasta las decisiones más pequeñas como la ropa parecen tener un poco más de significado.
Ya lista, salí al pasillo y respiré hondo. Hoy no iba a ser un día cualquiera, era mi segunda sesión con la psicóloga y hoy sentía que tenía algo importante que decir. Mucho que decir. Lo que antes me costaba mucho, ahora sentía que podía soltarlo. Quizás por la confianza que Violeta me había dado, o porque todo en mi vida, por fin, tenía más claridad.
Recuerdo bien cómo antes, ni siquiera podía decir que me sentía mal sin que las palabras se atoraran en mi garganta. Ahora, aunque todo aún estuviera lejos de ser perfecto, sabía que podía hablar, podía expresar lo que sentía, y eso, de alguna manera, me daba paz.
Vivi💞
Suerte mi amor,
te quiero❤️***
—Hola, Chiara! ¿Cómo estás hoy? ¿Cómo te has estado sintiendo desde la última vez que nos vimos?
—Hola, Marta. La verdad, me siento... diferente. Mejor, en muchos aspectos. Aunque hay momentos en los que todavía siento un poco de miedo, de no saber si esto es real o si podría volver a caer en viejos patrones—dijo Chiara mientras Marta asentía y anotaba en su libreta.
—Es totalmente comprensible. A veces los miedos no desaparecen de inmediato, pero parece que has estado trabajando mucho en ti misma. ¿Qué es lo que te hace sentir mejor ahora?
—Es... complicado de explicar, pero creo que es Violeta. Lo que ella ha hecho por mí, lo que ha estado para mí. Viajamos a granada y... Fue como si todo encajara. Todo lo que había guardado dentro, todo lo que sentía, se hizo claro. Aprendí mucho, no solo de ella, sino también de mí misma.
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Más que una segunda oportunidad//kivi
Hayran Kurgu"Chiara es una joven con un corazón dañado, había jurado nunca más rendirse a la ilusión de las segundas oportunidades. La última vez que se había abierto al amor, había sido brutalmente lastimada. Ahora, su corazón estaba rodeado de una muralla de...