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Ben

—¿Qué mierda haces aquí? —le pregunto a Scott, quien no ha dejado de mirar a mi chica.

Si quería encontrar más razones para odiarlo, verlo como observa a Aeryn de pies a cabeza y sonríe, como si le gustara lo que ve, es razón suficiente para detestarlo por el resto de toda mi vida.

«Maldito hijo de perra.»

Aeryn al fin deja de observar a Scott para mirarme y, sin siquiera pedírselo, toma mi mano dándome algo de tranquilidad y una sensación de victoria al demostrarle abiertamente a Scott que ella está conmigo. Me acaricia los nudillos con su pulgar y ese pequeño acto hace que mi corazón lata con rapidez dentro de mi pecho, haciéndome sentir mejor.

Su sola presencia siempre me hace sentir mejor.

Los ojos de Scott dejan de comerse a Aeryn y al fin van hacia mí, colocando esa mirada molesta en su rostro, pero también esa sonrisa come mierda que tanto detesto.

—Tengo trabajo.

Si piensan que yo soy de pocas palabras, Scott es peor.

—Pues largo, este es mi estudio.

—Vine a saludarte —bufa.

—Hola. Ahora lárgate.

Él sonríe, un poco más grande.

—No puedo, tengo que hablar contigo —mira a Aeryn—. A solas.

—Oh —dice ella, antes de lanzar una risa nerviosa y soltar mi mano con suavidad. Eso me pone de peor humor—. Los dejaré solos —empieza a caminar hacia la salida, pero se regresa—. Sobre el almuerzo...

—Dame diez minutos e iremos a almorzar —ella asiente, así que aclaro—: juntos.

Le guiño un ojo y veo como su rostro se sonroja antes de salir y cerrar la puerta. Miro al lugar por el que ha desaparecido por demasiado tiempo y la odiosa risa de Scott me hace volver a la realidad. Mis ojos regresan a él y me doy cuenta de lo mucho que odio su rostro o sus malditos pantalones de vestir.

No lo soporto.

—Conque te fuiste de Los Ángeles por una chica —sonríe.

—Cierra la puta boca.

Me acerco al minibar. No he bebido ni he fumado desde la semana pasada, así que tomo un energizante porque tampoco he dormido muy bien y me lo bebo casi la mitad de un trago. Hago una mueca, odio los putos energizantes, pero es lo que hay por ahora.

Scott se prepara un vaso de wiski con un solo cubo de hielo.

—Es linda —dice, tomando asiento en mi sofá.

La Adicción de Ben (WA #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora