Menor Que Yo

Parte 38 Adiós, mi pequeña.

No se por cuánto tiempo continúo tomando, pero sé que me he excedido, estoy ebrio... lo sé, siento enojo, celos, la ira me consume. Siento tantas cosas que no se cómo drenarlo todo, solo quiero ver a Alma solo quiero estar con ella, pero recuerdo lo que me ha dicho David y Elliz lo que hace que me llene de una ira ms profunda.

Alma y mi hijo se han besado.

El a unido sus labios a los de ella...

Ella...

Solo yo puedo besarla, solo yo puedo poseerla... y ella.... Ella lo ha besado...

No...

No....

Estrello el vaso de vidrio contra la pared... necesito drenarlo.

Necesito sacarlo...

Necesito...

Salgo de la casa, cegado de todo me dirijo hacia el apartamento de Alma, no me importa mi estado me vale mierda como estoy quiero que vea lo que ha hecho, lo que ella ha creado...

No tardó demasiado cuando he llegado, toco la puerta no se cuántas veces toco solo sé que lo hago insistentemente hasta que ella abre, está en pijama se le ve demacrada, agotada, con ojeras y sus ojos hinchados, pero es lo que menos me importa en estos momentos, quiero abrazarla, tocarla, estrecharla entre mis brazos, pero la imagen de ella con David besándose me derrota, me quiebra y me hace estar furioso.

Tan furioso que siento odio...

Así que exploto contra ella

-así que decidiste dejarme por quedarte con mi hijo ¿no?- digo con mi garganta quemando, alzando la voz casi gritándole en reproche.

-¿Qué?-articula quedamente, sorprendida. - ¿de qué hablas?

-de que hablo...-digo en susurro-¿¡de que maldición hablo!?-grito y ella se asusta, lo he notado- ¡te besaste con David, de eso hablo!

-...- ella no dice nada, sus ojos demuestran temor, miedo, se están llenando de lágrimas e intenta alejarse de mi... pero la verdad no me interesa, estoy lleno de ira, de odio, de frustración, de tantas cosas que no se cómo manejarlo por primera vez en mi vida.

-¿no dices nada?Claro, que vas a decir. -digo sarcásticamente- Si mientras yo estaba preocupado por ti, matándome el pensamiento de porque me habías dejado, aturdido de saber cuál fue mi error tú te besaste con mi hijo- reclamo. Haciendo énfasis en la última frase.

-no es así.

no? -cuestiono- ¿y cómo entonces?

-solo fue un accidente...yo...- intenta decir con su voz temblorosa. La interrumpo.

-¿un accidente?... me crees estúpido ¿no? – camino un poco hasta la puerta, me siento desesperado, quiero irme, pero quiero quedarme, quiero herirla como ella me ha herido a mi.. -¡Maldición, Alma! -doy un golpe a la pared con mi puño cerrado. - dos malditos años junto a mí, te di todo, te entregué todo... y resulta que terminas con mi hijo. ¿Para eso me has dejado? ¿¡Por esa puta razón quieres estar con alguien no!?- camino hacia ella y la tomo por los hombros con fuerza sacudiéndola y ejerciendo fuerza levemente- ¿¡cómo pudiste hacer eso!?- le reclamo.

-ma...Mathias...suéltame...-su cuerpo tiembla al igual que su voz, esta atónita- no es así, no sucedió así. Tú no entiendes... ¡tú no sabes nada!

-claro que lo se.- paso ambas manos por mi cabello tratando de organizar mis ideas, todo esta cruzado por mi mente, todo esta mesclado, pero solo pienso en Alma y David besándose- eres un jodida interesada... claro estuviste conmigo solo por eso...por interés ¿no? Brillante idea, enamorar a Mathias para que me de todo lo que quiero y luego lo dejo para quedarme con el hijo...- escupo las palabras sin pensar en nada más que herirla - incluso te atreviste a tener relaciones sexuales conmigo, que poca cosa eres...que bajo caíste... eres una cualquiera. No tienes valor por ti misma, te deseo lo peor del mundo, Alma Villamizar. Jamás serás feliz, eres una jodida interesada que solo busca a los hombres con dinero para obtener lo que quiere y...