- Papá, ¿estás despierto?
- Sí, campeón, ¿estás bien?
- Sí, es sólo que quería saludarte... Hola.
- Hola. - sonrió - ¿Cómo te ha ido en la escuela?
- Muy bien. Estoy haciendo todo lo posible por tener un promedio bueno... Quiero que mi mamá se sorprenda cuando vuelva.
- Claro que lo va a hacer. Tienes un comportamiento ejemplar... Eres como el hijo que todas las parejas quieren.
- ¿Y ustedes? ... ¿Me querían?
- Claro, campeón. Lucero siempre hizo todo lo posible por mantener en pie la familia cuando eras un recién nacido... Y sé que desde donde esté, estará muy feliz de saber que precisamente tú eres su ángel.
- El desayuno está listo. - interrumpió Cecilia sonriente. - Buenos días.
- Buenos días. - sonrieron y se dirigieron al comedor.
- Quiero que me sigas contando más de mi mamá. - pidió el pequeño.
- Bueno... Lucero es una mujer que lucha por lo que quiere, - sonrió. - Y...
- Si luchara por lo que quisiera estaría aquí. - Interrumpió Bárbara. - A menos de que haya luchado por querer irse.
- Cállate, Bárbara. - espetó Daniel Ángel.
- No me voy a callar por que es la verdad... El lugar de una madre es junto a sus hijos.
- No se fue por voluntad propia, y lo sabes. - le recordó Fernando.
- No le hagas caso. A Bárbara no le interesa saber más versiones de la realidad a menos de que sean sus mentiras.
- ¿Te olvidas de que estoy aquí?
- Es la verdad.
- No, no es la verdad.
- ¿Puedes continuar, papá?
- Lo mejor será que desayunen mientras yo hago un par de llamadas.
- ¿Vas a trabajar? - inquirió Daniel Ángel con notoria decepción.
- No campeón, estaremos aquí hoy. - se levantó, caminó hacia la habitación principal e hizo su rutinaria llamada a Vlasenko.
- Vlasenko al habla.
- Buenos días. Es Fernando Colunga... ¿Hay alguna novedad?
- Señor Colunga, -suspiró-, la empresa ya no está colaborando como antes... Ya han retomado la idea de qué Lucero Hogaza decidió irse. Quizás estemos intentando hallar un fantasma, y sabemos que eso no va a pasar.
- Usted sabe que eso no es cierto, Vlasenko. No puede desechar el caso a la basura.
- Tampoco quiero que mi trabajo se vaya a la basura, señor Colunga. Hay gente que requiere de una disposición del 100%
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Con tan pocos años
RomanceDespués de aquella situación que quisiera olvidar, Lucero es una mujer joven, hermosa y con una buena vida por delante. Su padre es Rafael Hogaza, dueño de la revista más leída en Miami. En su vida notará que las situaciones no se resuelven como en...