Estaba ansioso, emocionado y completamente feliz. Ya estaba en su departamento, las muchachas a cargo lo dejaron pasar sin ningún problema. Antes de llegar, pasó al centro comercial a recoger un regalo que hacía un tiempo encargó.
Quería verla ya, quería sentirla cerca ya; cada vez faltaba menos aunque cada minuto era eterno. ¿Alguna vez había sentido esa necesidad de ver a alguna mujer? Quizás no, porque nunca se había enamorado de esa manera. Sin saber cómo ni en que momento, cayó en un profundo sueño mientras esperaba a Lucero en el sofá.
Lucero P.O.V
Después de aquel "incidente" con Alejandro decidí salir directamente al aeropuerto, sin importar cuánto tendría que esperar allá. Sophía estuvo conmigo casi todo el tiempo; no entendía nada pero tampoco me atormentó con preguntas, lo cual le agradecí inmensamente.
El tiempo se pasaba realmente lento y yo no soy una persona muy paciente, por lo que se me hizo realmente difícil esperar. Tomé mis audífonos y coloqué la lista de reproducción en modo aleatorio; ayudó muchísimo. Milagrosamente se llegó la hora de abordar el avión, caminé junto con Sophía intentando disimular mi ansiedad y mi emoción. El vuelo transcurrió tranquilamente, ella durmió durante el viaje, ya que la primera vez fue una real pesadilla por aquellos síntomas del embarazo. Quizás suene cruel, pero realmente no le envidiaba su estado en ese momento.
Pasó un largo rato, y yo no dejaba de especular cómo Alejandro supo de mí... No es cómo que Ángela supiera de cada viaje al que asisto, o que haya sido él en el peor de los casos... Me había besado y esta es la hora en la que sigo sin entender qué me "enamoró" de él. Más que traerme recuerdos, ese beso me produjo repulsión; pero no habría de permitir que viniera a tomar ventaja de mí como lo hizo esa mañana.Llegué a casa, y vi la silueta de alguien que dormía cómodamente en el sofá de la sala de estar. Sin intención de despertarlo, me acerqué a la cocina donde supuse estarían las muchachas del servicio para comunicarles que tenían el resto de la tarde libre... Quería estar a solas con él. Cuando me cercioré de que la casa estaba vacía me acerqué a él para darle un suave beso que no dudó en corresponder.
- Que mejor manera que despertar que esta. -dijo sonriendo.
- ¿Tanto llevabas esperándome?
- En parte... Me urgía verte, me urgía sentirte, besarte -Sonreí y él hizo una pausa - Te extrañé cómo no tienes una idea -se levantó hacia la silla de enfrente donde había una pequeña caja color azul aguamarina.
- Yo también te extrañe- le dije mientras regresaba.
- Te compré esto. -me entregó la pequeña caja en las manos. Era una delicada pulsera para el tobillo, color plata con algunas pocas piedras azules y con un pequeño dije. Eran visibles las letras L&F en la parte de atrás de éste... Era simplemente hermoso. -¿Te gusta?
- Me encanta, gracias Fernando. ¡Gracias por todo! -exclame emocionada.
- No tienes nada que agradecer... Déjame colocártelo.- tomó mi pierna como si de alguna delicada pieza se tratara, e hizo encajar la pulsera alrededor de ella. - Me alegro que te gustara. -me sonrió. Sin pensarlo más, acorte la distancia entre nosotros robándole un beso. Realmente extrañaba a este hombre.
Empezó siendo un beso suave y tierno, pero las manos de cada quien iban explorando la espalda del otro. Los besos tomaban una tonalidad cada vez más salvaje; se deshizo de mis zapatos y mi vestido, y empezó a besar mi cuello. Saqué su camisa dejando a la vista su perfecto torso. Lo abracé por el cuello pegándolo aún más a mí. Desabrochó mi sostén y quitó mis bragas, por lo que supe que esto sería rápido y placentero. Desabotonó su pantalón y lo bajó junto con su bóxer y sin necesidad de suplicar entró en mí ferozmente llenándome. Cada embestida era un "Te amo" que no se decía con palabras y cada beso traducía un "Me hiciste mucha falta". Llegamos juntos al clímax, disfrutando de la unión de nuestros cuerpos.
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Con tan pocos años
RomansaDespués de aquella situación que quisiera olvidar, Lucero es una mujer joven, hermosa y con una buena vida por delante. Su padre es Rafael Hogaza, dueño de la revista más leída en Miami. En su vida notará que las situaciones no se resuelven como en...