Que Ilógico Eres (Hiccup X Tn)

Capítulo 6

Los gritos siguen y siguen algo esta pasando y tengo que ayudarlos.  Golpeó la puerta con el hombro con todas mis fuerzas una y otra vez, pero la puerta no sede, siguen gritando cada vez peor.

– ¡Chicos! – grito desesperada, sacó mi espada, la activo y la uso para abrir la puerta; los gritos aumentan al igual que mi desesperación.

Con todas mis fuerzas le doy una patada a la puerta y se abre de par en par, deja ver a todos que gritan y luego me voltean a ver con una cara de confusión y nerviosismo.

– ¡Oh Tn!, ¡¿Que haces aquí?! – dice Brutacio algo nervioso, poniéndose enfrente de mi.

Miro a Patan, Brutilda y Patapez ocultan algo atrás de ellos, no está ni Astrid ni Hiccup.

Todos se miran entre ellos con algo de nervios, dejó caer la hacha en el piso y suspiro. Todo mi esfuerzo en vano ¿para que?, para que no pasará nada; intento ver que ocultan los chicos pero Brutacio  me tapa la vista, lo trato de quitar  pero no se mueve.

–¿Qué están ocultando? – digo levantando me de puntillas.

–Nada Tn, ¿porque lo dices?–contesta Brutacio.

–Anda déjame ver– Brutacio nego con la cabeza –¡¡Ya me harté quiero ver!! –grito y le doy un golpe a Brutacio en la nariz.

–¡¡Eso me dolió, me dolió mucho!!!– grita mientras se va corriendo a esconderse detrás de Brutilda.

En ese instante la puerta se abre dejando ver a Hiccup y Astrid, quienes  en sus manos traen cosas cubiertas con una manta. Le dan el paso a Brutacio, se giran y lo miran confundidos.

Esto si que es raro, o solo todavía no confían en mi, como para ayudarlos, si es así yo ni loca les voy a dar el gusto de excluir me.

– Chicos ya trajimos lo que falta para... – dice Hiccup, en ese instante Astrid le da un pequeño golpe en el estómago y Hiccup deja caer todo al piso.

Los demás le hacen señales para guardar silencio, giro para mirarlos pero se hacen los desentendidos.

–¡Hola! Tn, hola– dice Hiccup acercándose y tomando me de los hombros aún algo encorvado por el golpecito que Astrid le dio.

Mientras Hiccup me habla, Astrid camina hacia Patan y Patapez y les entrega lo que ocultan. Por alguna razón ella me sonríe y yo me quedo con cara de ¿que pasa aquí?, pues de que me perdí.

–¿Qué pasa aquí he Hiccup, es algo sospechoso?–le pregunto

–Aquí, no pasa nada Tn, mejor vamos a otro lugar ¿quieres?–dice nervioso y me empieza a empujar suavemente de los hombros.

Una vez afuera, el suspira, sonríe toma mi mano, me sonrojo y dejo que me lleve a donde el quiere, Hiccup me conduce hacia el  pequeño valle donde todos chicos ahora nos juntamos; mira hacia el horizonte suspira con algo de nerviosismo y tranquilo una combinación de ambos, suelta mi mano; La sensación de enojo vuelve en cuanto me suelta, me paro adelante de el y pongo mis manos en la cintura.

–¿Qué están tramando tu y los demás chicos?, no creas que soy tan tonta –le digo con enojo.

–Sabes algo, no se el porque, pero tu me recuerdas a Astrid... bueno cuando de verdad era Astrid– suspira sentándose debajo de un árbol mirando hacia el cielo que empezaba a tornarse naranja.

No se que tiene este chico que puede hacer cambiar de inmediato mis sentimientos hacia el y los demás; el enojo paso a curiosidad; curiosidad de saber porque dijo eso, yo no me parezco nada a Astrid ¿o si?, me siento a su lado y lo miro.

–No te entiendo ¿como que te recuerdo a Astrid, cuando ella de verdad era ella?– le digo alzando una ceja y muy confundida.

El suspira, aparta la vista del cielo, gira su cara hacia mi, me mira con sus hermosos ojos verdes que van perdiendo su brillo en el tiempo que me mira, todo alrededor se pone triste.

–Veras Tn, yo conozco a Astrid desde que tengo memoria, ella siempre me ha fascinado, pero yo nunca me tomaba enserio, no hasta que empezó el entrenamiento, por el tiempo que duró ella me odio por ser mejor a la hora de combatir dragones; Una noche ella me siguió hasta este valle, yo aquí tenia escondido a Chimuelo en lo que aprendí a ser como ellos; A lo que quiero llegar es que esa noche Astrid  me encontró con Chimuelo, ella iba a darle aviso a mi padre sobre el dragón que yo escondía, por suerte y no se como pero le hice ver que los dragones no eran malos– dice con la voz llena de alegría– Luego llegó el día en el que perdí mi pie, desde ese día ella se quedo conmigo, ella, siempre está ahi para mi; Todo estuvo perfecto pero hasta hace 4 meses, llegaron las excursiones  hacia las tierras alejadas, Astrid era la encargada de ir en ellas para cuidarlos; Una mañana ella se despidió y se fue hacia las islas del sur, pero cuando volvió... ella ya no era la misma, con el paso de poco tiempo me di cuenta de que sus ojos ya me miraban, que sus manos y las mías ya no se juntaban, que su risa ya no me pertenecía y lo peor aun, yo no se el porque pasa esto, luego tu llegaste, desde que hiciste esa escena, me recordaste de inmediato a Astrid, cuando te empeze a tratar tu tenias sus mismas manías y gustos, eres como ella–me sonríe con los ojos cerrados y mira hacia la luz de la luna que empezaba a salir de cielo.

Yo estoy roja del coraje, el sólo es mi amigo, porque le recuerdo a Astrid cuando ella era ella , cuando ella era como el quería; eso me enfurece, el no se a dado cuenta, porque no aparta la vista de la luna.

–Pero ahí un pequeño detalle que las distingue una sobre otra... Tu eres realmente impredecible, tu eres valiente como miedosa, tu eres tan fuerte y tan frágil a la vez... Tu eres todo y a la vez no eres nada; en el poco tiempo que has estado conmigo, me has hecho sentir feliz otra vez, puede que Astrid y yo seamos novios, pero eso no me impide quererte, tu eres mi mejor amiga Tn– dice mirándome con los ojos apunto de llorar, -Eh tratado de ser un buen novio, la tomo de mano, trato de ser gracioso, pero no ya no importa...de verdad tenia que decírselo a alguien, gracias por ser mi mejor amiga- sonríe para verme. 

Yo estoy boquiabierta yo nunca había tenido un mejor amigo puede que el a mi me guste, pero con ser su amiga me basta, mi cara se empieza a calentar mi vista se nubla y poco a poco las lágrimas empiezan a caer; Me abalanzo sobre el y lo abrazo con todas mis fuerzas.

– Tu también eres mi mejor amigo Hiccup– le digo mientras mi cara esta en su pecho -gracias por confiar en mi- digo llorando.