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( Dedicado a: @Josh__Sykes







— Noh vamoh de paseoh eoh, eoh, eoh... en un auto feo, eoh, eoh, ah, pero no me importah, porque comoh... (8) —iban los hermanos golpeando los asientos, mientras un Kellin a un lado del mayor estaba sonriendo.

— ¿Mami por qué no compra torta? —asomó la cabeza hacia los primeros asientos el menor de ellos, mirando de manera persuasiva a la madre.

— A penas estamos saliendo, ya comimoh ¿qué máh queríh? —Mike volvió al asiento de atrás, resignado. Bufó y tomó su celular—. Hijo, por favor no vayas a estar así con tu abuela, sabíh bien que no le gustan esas cuestiones —advirtió la madre. Víctor le golpeo las costillas.

— Ya oh, sí igual no tiene señal allá —había recargado el celular para comprar una bolsa de internet, solo para una cosa; hablar con la chica del chat. Pasó poco tiempo para que se le fuera con el mensaje de la compañía. Insultó a su celular de manera mental puesto que sus padres estaban ahí, lo único que le quedaba eran dos cosas, dormir o jugar a algún juego que alcanzó a descargar, primero lo segundo y luego lo primero (¿?).  Pasó así por lo menos unas dos u hora y media con el celular en mano antes de que se le descargara—. Puuu... —la mamá lo miró por el espejó retrovisor—. Puuura vida en el sur, hermanoh (8) —corrigió a tiempo, riendo después de eso, Kellin amablemente le tendió su móvil.

— Toma, usa el mío si quieres —Vic le frunció el ceño, pero Kellin prefirió ignorar aquello, total, era su celular, después de todo, el paseo era para despejarse. Una buena opción era no depender de lo que sea que pudiese conectarlo con la cuidad, aún cuando su estado laboral dependiese de aquello.

— Graciah, te pasai de tela. Yo depsues te doy unos tips de cómo hacerla para... —Vic le pegó un codazo—. Uuuuy, si le iba a decir... ehh, cómo hacer queque —dijo inocentemente, desbloqueando la pantalla del móvil y metiéndose directamente a facebook—. Ahh, mira broh, la tengo loquita... aja, aja —movía las manos, balanceando el celular—. Ocho mensaje poh, hermano —Vic volteo a verlo.

— ¿Cómo se llama? ... Mike está pinchando con una muchacha en face —le dijo lo último a Kellin, él le asintió y miró hacia donde Mike, metiéndose a la charla.


— Andreita —canturreo—. Es una preciosura, miren —enseñó la foto de perfil, en ella, una fotografía de una mujer rubia muy dotada físicamente tomándose la foto frente a un espejo con los labios en un beso—. Ya, ahí no máh porque luego se les calienta la sopa.

— ¡Maicol! —gritó la mamá, advirtiendo por los términos usados, Kellin se rió junto a Vic, pero el primero un poco más nervioso.


— Ay ya, no se ponga, si es un decir no máh —Kellin volvió a reír—. Escuchen esto —aclaró la garganta, mirando la pantalla y comenzando a leerla—. "Hola, Mike. Espero que te vaya bien en el viaje, cuídate mucho" el otro: "¿a qué hora es que ibay?" hay me, emm mando dos taldos —se rio—. Los demás dicen: "Háblame cuando llegi" "ya te extraño" "¿pensarás en mí allá?" y volas así —volteo a los dos juntos a él—. ¿Sí o no? Esta loquita — presumió, alzándoles ambas cejas sugestivamente.

— Saaa, si puro que se pelah, demáh que lo hace con todos —lo molestó Vic —. ¿Qué pensay tú? —preguntó a Kellin, quién lo pensó un momento antes de responder.

— Pues no sé, espero que sea la indicada para tu hermano —le dijo. Mike sonrió ampliamente.

— Ah ¿viste? Esa es la respuesta que uno quiero.

— Tsss, pena no máh.









Las horas siguientes fueron haciendo nada importante, Vic comenzó a caer lentamente en un pesado sueño, y de paso cayendo a un lado del auto también, Mike quien ya lo veía encima, lo empujó al lado opuesto, donde Kellin se encontraba mirando por la ventana, viendo como cambiaba la carretera de ciudad a un campo y a una árida zona tiempo después. Vic se quedó dormido en el hombro de Kellin, Mike se acomodó junto a la ventana y los papás fueron hablando o escuchando radio en las siguientes horas. Habían partido alrededor de las siete de la mañana y estaban llegando a eso de las seis de la tarde. La abuela estaba tejiendo afuera de su casa, meciéndose en su silla, rodeada de sus gatos y un perro que dormía mientras la cuidaba.


Kellic A La Chilena ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora