Kellic A La Chilena ✅

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Para Kellin el día a día estaba siendo tedioso, pero junto a su mejor y único amigo comenzaron a organizar más ventas y con los contactos de Chris surgieron unas modelos para promocionar ropa, Kellin iba a las tiendas americanas a buscar prendas de bajo costo que en su casa les daban cambios y adornos nuevos, transformaban lo usado en algo nuevo, en una gama que ellos daban como ecológico y de moda alternativa.

— Pucha, Kellin. Si no estuvieras tan gordo serías el medio modelo —Chris le dice en una de las tantas veces, para Kellin ya era un disco rallado.

— Ah ¿Y por estar con sobrepeso no puedo modelar? —Chris lo mira riendo, pero luego de unos segundos su cara se transforma y una ampolleta prende sobre su cabeza— ¿Por qué me miras así?

— Porque esa es la mejor respuesta, nuestro siguiente alcance es ese, poh. Llegar a otras tallas y que la gente no se sienta fuera de onda solo porque ese modelo no está a su alcance. ¿Acaso a ti no te cagah que te guste algo y no haya para ti?

— Puede ser. —Kellin no presta demasiada atención y sigue con la máquina de coser.

A decir verdad, la idea no era tan mala, pero Kellin no quería taladrarse la cabeza con prototipos nuevos, para todos los que tenía de antes eran muchos para él. Además, el tema de la moda ya no era tan increíble como lo era antes para él. Chris lo llevaba mejor.

Después de todo era un gordo. Y de seguro esa era una de las razones por la que Victor había decidido dar un paso atrás de su vida.

Kellin decidió salir fuera de casa, se estaba sintiendo nuevamente ahogado ahí dentro así que para huir de sus problemas, era algo que por lo menos lo distraía bastante.

Frank era de ese amigo ideal para Kellin, porque siempre estaba disponible para salir a caminar, sentarse en las plazas, parques o ir a tomar algo tranquilo a lo barrios como el Bella Vista, como lo era en esta ocasión. La verdad es que de igual forma su compañero de trabajo y amigo, Chris, comenzaba a sentirse abandonado y celoso por el cambio que le había hecho, siendo que Kellin era de esos que no se juntaba con cualquier persona sin antes conocerlo bien, a él por ejemplo lo tuvo a "prueba" por dos a tres meses.

— ¿Cómo te has sentido este tiempo? —Frank tenía apenas dos años más que Kellin, pero se le veía mucho más joven que él, más cuando Kellin se descuidaba de sí mismo porque ya no le apetecía ser tan superficial y su salud no le importaba mucho.

— Bien ¿Y tú? —Frank tenía una cerveza, servida en un vaso plástico porque el local tampoco era del sector lujoso.

Bella Vista se separaba en dos partes, "La cuica" y por lo demás la cara, con restaurantes de categoría y altos precios, y la parte "Flaite" donde iba el pueblo en general, las discos y locales con música a todo dar donde para hablar tienes que gritar y las cervezas eran entre comillas más baratas, eso y que no eran las mejores. los tragos no eran tan buenos en sabor ni la forma en que te los sirven.

— Pero no me respondaíh como en el chat poh —Kellin mueve la boca, Frank sabe que eso es una sonrisa, esa mueca casi oculta.

— Es que estoy bien, con el Drew hemos estado avanzando en la tienda online, pronto pensamos sacarla física, estamos buscando un lugar concurrido pero no tan caro.

— Como en FRANKlin, ah —él siempre intentaba sacarle la sonrisa a su amigo decaído, pero el moreno siempre ocultaba su boca cuando le resultaba.— Por como es la ropa que venden y hacen, yo creo que Bandera o Patronato les iría bien, es como del pueblo y aparte van caleta eh gente. — Kellin asiente, Frank tiene los ojos avellanas más lindo que había conocido, y cuando sonríe sus mejillas hacen que se achinen y luzca dulce.

— Puede ser... —él tiene un mojito en las manos, con una pajilla de de varios colores— ¿Y las cosas con "él"? —también sabe que no puede decir el nombre de Gerard, una pareja de Frank que va y viene.

— Ni idea, ayer hablamos super bien por el chat y de un momento a otro se puso cortante y después sin decirme nada, me bloqueó...¿Podíh creer esa hueá? O sea qué chucha le hago yo páh que se ponga así y encima me dice "ah no, es que tú erí muy longuíh y me hablaí cuando se te para el hoyo" Pero náh que ver, si le dije "me iré a duchar" y porque le llegó más tarde la hueá se la hecha conmigo. Que su hueá de net téh mala no es mi problema...— luego de ese gran desahogo el vaso queda vacío por completo.— Ya no sé qué hacer...lo quiero, mucho, pero no puedo adivinar sus conflictos. Solo pienso en irme, pero lo quiero, y estar lejos de él me duele —su mirada baja junto a su cabeza. Esta vez Kellin se arrepiente de haber preguntado por esa persona, porque al mismo tiempo recuerda a Victor. Desearía poder verlo y hablar con él de forma más clara, sin que lo evada.

— Que lata ¿Tú crees que él te quiera como tú a él?

— No sé. A veces lo dudo mucho. He mejorado por él, pero ¿Y él? Nada.

La vista de Kellin se hunde un poco en la nada. Recuerda cosas pasadas, las miradas de Victor y sus sonrisas... tal vez dió tanto que se aburrió de él, de no corresponderle como tal, pero es que Kellin nunca supo como llevar una relación, su vida era de negocios y el orfanato. Tuvo parejas, pero nada significativo....

Su celular comienza a vibrar en su pantalón. Lo llama Chris ¿Qué quiere ahora?

— ¿Aló? —Contesta. Del otro lado hay mucho ruido y gritos de personas— ¡Aló! —Vuelve a hablar.

— Bueno — Una voz que no reconoce le atiende ¿Qué esta pasando? —¿Usted conoce a Christopher "Dreui"?

— ¡Sí! ¡¿Qué pasó?! — ¿habría olvidado nuevamente el celular por hay o se lo habían robado?

— Tuvo un accidente...

— ¿Qué?

— ¡Se lo paso a la señorita asistente para que le de más info! ...

— Mierda... —Es lo único que dice después de recibir la dirección. Corta la llamada y se para de inmediato.

— ¿Qué pasó? — Frank lo mira, la cara de Kellin ha cambiado por completo.

— Chris tuvo un accidente, debo ir ahora mismo — cuando quiere dar un paso, su cuerpo le falla, pero no sabe si es por el alcohol o por la desesperación de todo lo que está pasando.

— Pido Uber de una —Frank es rápido, no pregunta más del tema y pronto indica que el vehículo está por llegar.

El camino al hospital se vuelve eterna, la congestión de autos por esa hora de la tarde es tremenda. Kellin quiere volar, sabe que es el pensamiento más estúpido, pero como no desear algo tan inhumado en aquel momento de su vida.

Él ya no tenía mucho que perder, pero...perder a su amigo, no. Eso era lo último que iba a desear, primero él antes que ese tipo tan animoso y positivo.