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"Cuando te miro; mi corazón se agita.... Y mi entrepierna palpita."


— No sé qué decirte, es todo muy demasiado nuevo y rápido de analizar, aunque, comprendo que fue inevitable el que cayeras en ello, cuando tus padres seguro no lo notaron y no te ayudaron a enten...

— Eh, no. Mis viejos siempre nos hablaron de eso, pero cuando era máh pendejo yo pasaba de ello, me decía internamente que no había por qué hacerle caso a mis papás. Era ese típico hueón que no tomaba en cuenta todo —interrumpió, puesto que era verdad, Víctor había sido influenciable, lo reconocía ahora que era mayor y veía todo más claramente.

— Pero hablo sobre que, todo tú alrededor te incitaba, dos contra toda una población las hay de perder —justifico, y Vic se sintió extraño. Kellin parecía defenderle ¿sería eso o eran rollos suyos?

— También —suspiró—. Bueno, no sé qué quieras hacer. Yo entendería que quisieras alejarte o pedir un tiem...

— ¿Para qué? ¿Para pensar? Mira Vic, hace unas horas hablé con Chris, o más bien él me habló, la verdad es que lo he pensado mucho, todas estas horas fuera me la pase pensando en qué hacer. Te darás cuenta que soy medio testarudo, pro la verdad es que yo también tengo una historia que contar —Vic estuvo a punto de hablar, pero el menor lo silencio con un gesto de manos—. Pero no me siento preparado para contar. Agradezco que me confíes esto porque nos conocemos poco, y es de valiente tirarse así como lo haces. Ojala tú puedas entenderme que no me sienta prepa...

— Puedo ser paciente mientras no me alejes de ti —le sonrió dulcemente, a lo que Kellin sintió su estomago revolotear y un leve sonrojo se apoderó de sus mejillas pálidas, eso hiso que esta vez sonriera más ampliamente Vic—. Me gusta cuando sonrojas, te ves tierno —Kellin desvió la mirada, le daba  mucha vergüenza, y lo peor era que más se ponía rojo cual tomate.

— Cállate, me pones nervioso —dijo volteándose y dándole la espalda a Vic, no quería que lo viera así de avergonzado.

— Mmm pero sí eh verdah —se corrió un poco hacia delante—. Y ¿por qué se pone nervioso el señor Kellin? —dijo mucho más cerca, preguntándose si podría apoyar su mano en el hombro y acercarle el rostro, pero no se atrevió, podía enojarse el otro con el carácter que a veces adoptaba.

— No te pongas meloso —murmuro, Vic se largó a reír y se levantó de la banca.

— ¿Almorzaste ya? —Eran alrededor de las una o una y media de la tarde, Vic estaba en su hora de colación y como lo fue el día anterior, deseaba ir a comer junto a su hermano menor—. Si quieres me acompañas dónde Mike, me estaba llamando hace un rato pero no le contesté —apretó los dientes bajando el labio inferior y abriendo los ojos en cuenca, como si la hubiera cagado o algo, cosa que al verlo Kellin, se rio por lo dramático—. ¿Vamoh?

— Bueno —dicho aquello, Kellin se puso de pie y siguió el camino al lado de Víctor. Habían pasado de aquel tema serio a nada, la verdad era que Kellin si necesitaba un poco de pensar, pero también se daba cuenta que eso había sido hace años, Vic juraba haber cambiado y él no podía juzgarle si no le conocía a lo menos un poco más. El tiempo daría las cosas, él solo debía ser avispaoh y no dárselas de hueón.

No tardaron mucho en llegar con la ayuda de las chistes malos y charlas del mayor, a decir verdad Kellin si había reído, tal vez no todos eran malo o lo hacía por el exceso de malo, nadie lo sabrá eso.

Vic pasó por lo mismo; una hamburguesa, bebida coca-cola y papas fritas con salsas, fue Kellin quién vario un poco, esta vez llevaba una bandeja de papas fritas con empanaditas de queso y un vaso de crush. Mike estaba ya sentado sólo en un lugar más fresco.

Kellic A La Chilena ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora