4. Promesa inquebrantable

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— ¿Qué demonios?—gruñó Draco, mientras su rostro se contraía por la furia. Yo estaba petrificada mirando mis zapatos, temblando ligeramente, esperando su torrente de palabras, maldiciones e insultos. Después de haberme quitado mi varita, me tomo bruscamente del brazo, sacándome de mi escondite y llevándome lejos del mostrador.

— ¿Qué haces aquí?—las palabras no salían de mis labios solo miraba fijamente el suelo, mientras el me sacudía para que respondiera— ¿Qué oíste? ¿Que viste?— al escuchar esta pregunta, mis ojos miraron inconscientemente su brazo izquierdo. Él tomo eso como respuesta y apretó mis brazos con más fuerza.

—Mierda...—en ese instante Borgin apareció en el mostrador, nos miró elocuentemente—...no digas nada, o procurare de que tu final sea lento y doloroso...—dijo en un susurro Draco, yo solo pude asentir y maldecir este horrible día—...Ni una palabra a nadie, Borgin, y eso incluye a mi madre ¿entiende?—dijo, mientras nos acercábamos a la puerta.

No me encontraba en el momento ni en el lugar para resistirme, tenía todo en mi contra. Si gritaba por ayuda, era obvio que Borgin no me ayudaría. Si intentaba defenderme, Malfoy y Borgin me atacarían y acabarian conmigo en un abrir y cerrar de ojos. Lo unico que me quedaba era esperar mi "castigo" por haber estado en el lugar y en el momento menos indicado.

—Naturalmente, naturalmente...—respondió Borgin haciendo una reverencia, claro, sin antes dirigirme una mirada inquisidora.

Salimos de Borgin & Burkes hacia no sé dónde. En ese momento deseaba que mis padres nunca me hubieran educado con el pensamiento de "todos nuestros actos tienen consecuencias, y es de valientes saber afrontarlos" ¿De qué me servía ahora? Estaba en manos de un mortífago, a puertas de saber si mi vida seguía o se estancaría y todo por culpa de mi gato.

¿Qué hubieran hecho mi hermana en mi caso? Obviamente Valen no se habría escondido como yo lo hice, ni habría mostrado un poco de temor. Pero yo no era ella. Yo prefería esconderme, huir de los problemas. Hasta ahora eso me había funcionado, sin embargo, hoy ese plan no salió tan bien.

Las lágrimas en mis ojos no me dejaban ver el lugar a donde Draco me llevaba con brusquedad, solo sentí como mi cuerpo choco contra el muro y como la mano de Draco apretaba mi garganta mientras la otra me apuntaba con la varita.

—Sabes más de lo que deberías saber... y ni siquiera tienes las agallas para suplicar por tu vida. ¿Qué podía esperar del bicho raro de la tan prestigiosa familia Johnson?—escupió Draco, mientras su agarre se hacía más fuerte—... ¡Di algo! Quiero que implores... eso lo haría más divertido...

—No me hagas daño...—murmure, gastando el poco oxigeno que mis pulmones recibían. Mis lágrimas bañaban mi rostro y mis manos intentaban, desesperadamente, debilitar el agarre de Draco, pero él era más fuerte y estaba furioso.

— ¿Y porque tendría que hacerte caso?—dijo Draco, matándome con la mirada.

—No... le diré... nada... a... nadie... te... lo... prometo...—susurre como pude. Aun así Draco no dejo de apretar mi garganta. Ya estaba escrito, moriría ese mismo día. Aunque rogara y peleara por vivir, Draco jamás me dejaría ver el sol de nuevo, sabiendo que yo conocía su "secreto".

— ¿Por qué tendría que confiar en ti? ¿Cómo sé que no le dirás nada a Potter?—pregunto Draco mientras me estudiaba con la mirada. Sus ojos grises parecían querer adsorber mi alma, aunque el agarre de sus manos estaba llevándose mi vida.

—Te...te... lo... juro...—no sé si lo dije o si lo pensé ya que mis parpados se cerraban y mi fuerza vital desaparecía lentamente. Justo cuando ya no podía respirar, cuando me daba por vencida, Draco dejo de apretar mi cuello haciendo que yo respirara agitadamente.

—Has el juramento inquebrantable...—mi cabeza latía dolorosamente, pero lentamente procesaba la información. ¿Qué me había pedido? ¿Juramento inquebrantable? No estaba segura de que eso fuera una buena salida.

—Este... yo...eh...—tartamudee esperando encontrar una forma de negarme. Pero eso no fue de ayuda. Draco volvió a tomar mi garganta y apretarla con más furia y fuerza.

— ¡Lo sabía! ¡Quieres hacer una promesa vacía!—exclamó Draco, mientras sus manos poco a poco me dejaban sin aire—... Pensándolo mejor, creo que al Señor Tenebroso le encantara deshacerse de los Johnson. ¡Oh sí! Primero tus padres, después tu hermana y al último tú, Alexa Johnson, la estúpida niña que se negó hacer un simple juramento...

— ¡No! Mi familia no... a ellos no... por favor...—roge desesperada, con esto mis reservas de oxigeno caían cada vez más. Prefería morir yo antes que ellos. No podía imaginar tal atrocidad, mis padres y mis hermanos, muertos, por mi culpa... Era demasiado doloroso.

—Entonces has lo que digo...—dijo. Ahora su rostro era más maquiavélico, mas frívolo, lo que no ayudo a que aceptara su oferta. Baje la mirada esperando, no sé, que tal vez, la tierra se abriera y me tragara. Draco levanto lentamente mi barbilla, haciendo que lo mirara de frente. Eso ojos grises escudriñaban dentro de mí, me obligaban aceptar algo que yo no quería hacer—... Yo no quiero matarte. Solo me ensuciaría las manos contigo. Aunque seas un estorbo puedes servirme de algo...

—Si hago lo que pides, ¿dejaras a mi familia?— ¡Estas dispuesta a aceptar! Gritaba una parte de mí, pero prefería cualquier cosa, con tal de salvar a mis seres queridos.

—Si...—respondió Draco, sonriendo como si hubiera ganado una gran apuesta. Sé que algún día me arrepentiré por lo que hare, pero no tengo opción: era morir ahora o morir dentro de poco tiempo, claro si rompía la promesa... pero aun así tendría tiempo para ver por última vez a mi familia, a mis amigas... ¿debo aceptar o no?—entonces, ¿aceptas hacer el juramento inquebrantable?—asentí. Draco tomo una de mis manos, apunto su varita a ellas y dijo—... Alexa Johnson prometes ayudarme y obedecer en todo lo que te diga...

—Eso no era...

—Dijiste que harías cualquier cosa, así que no te eches para atrás...

—Está bien... lo... lo...— la última palabra no quería salir, el apretó más fuerte el agarre, estaba impaciente—... lo juro...

—Prometes no decirle nada a nadie sobre lo que viste en Burgin & Burkes

—Lo juro

—Prometes ser mi cómplice—respire profundamente y respondí, viendo como otra llama brillante sellaba nuestro trato:

—Lo juro

Ahora lo único claro era que había firmado mi propia sentencia de muerte, una muerte agonizante y tortuosa.

Cómplices [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora