Cómplices [Draco Malfoy]

8. El banquete de bienvenida

- ¿Podrías soltarme, por favor? - pedí a Malfoy que aún tenía aprisionada mi muñeca entre sus dedos. El soltó un bufido y siguió caminando por el pasillo del tren.

Poco a poco nos alejábamos del compartimiento y de Harry Potter, quien debería estar sangrando por el golpe que Draco le había dado.

Tenía que hacer algo, ¿pero qué?

Ayuda a Harry. Ayuda a Harry.

No podía dejar a mi hermana sin su novio, jamás me perdonaría tal cosa.

Así que intente otra vez persuadir a Draco.

- Tengo que ir por mi baúl, Malfoy, podrías soltarme...- dije, por suerte Draco accedió mientras rodaba los ojos.

- Te espero a fuera. No demores, ya nos retrasamos demasiado...- hablo Draco mientras soltaba mi muñeca

Había sido fácil, solo tenía que ser sumisa ante él, algo genuino en mí.

Me aleje lo más rápido que pude hacia el compartimiento en donde había estado antes con mi hermana. Por suerte, mi baúl estaba intacto y en el mismo lugar. Me puse mi túnica, y salí otra vez al corredor para ir por Harry.

Pero qué le diría: "Yo le dije a Malfoy que estabas espiando"

Sería demasiada verdad, que podría revertirse en mi contra.

No, tenía que encontrar la forma de no entrar en el compartimiento pero salvar a Potter. ¿Cómo haría eso?

Piensa, piensa...

Empecé a golpearme la cabeza contra mi baúl por la frustración de no saber qué hacer. Estaba segura que si entraba donde estaba Harry, él me haría preguntas sobre Malfoy. Claro, Harry debió de reconocerme, si soy una copia idéntica de su novia, era obvio que él sabía quién era.

Mi vida es una encrucijada...

- ¿Te encuentras bien? - una mano sobre mi hombro y la cálida voz de una mujer llego a mis oídos, poco después de que diera el golpe numero cincuenta a mi baúl.

- Si... gracias por preocuparte...- respondí en un susurro, ya que el dolor de cabeza empezaba a nublar mis sentidos. La chica que estaba delante de mí lucia triste; su cabello estaba esponjoso y era gris.

La chica tendió una de sus manos para que yo pudiera levantarme del suelo. Allí fue que la reconocí; Nymphadora Tonks era la mujer que tenía al frente, pero se veía tan... anti-Tonks. No había rastro de esa sonrisa que la caracterizaba ni ese tono rosa en su cabello... simplemente no parecía ella.

- Debo suponer que eres Alexa, ya que Valen no lleva el uniforme de Slytherin y su cabello no es castaño...- ¡Genial! Solo necesitaba eso, que me confundieran con mi hermana. ¿Porque no podían reconocerme por quien era, no por quien parecía ser? No es tan difícil, mi hermana es pelirroja y yo soy castaña, no podían decir simplemente "eres Alexa" en vez de "debo suponer que eres Alexa"

Forcé una sonrisa, para no ser grosera.

- ¿No hablas mucho? ¿Eh?-dijo Tonks mientras intentaba sonreír, yo volví a asentir con la cabeza a la pregunta. No me sentía en confianza con ella, aún más con ese aspecto de alma en pena que tenía -... Es mejor que bajes. Dentro de unos minutos el tren va a partir...

¡Cierto! Pero faltaba algo importante, Potter aún seguía en el tren.

- Sabes... este... hay...- no sabía que inventar pero había captado la atención de Tonks así que dije lo primero que se llegó a mi mente-...Creo... no estoy segura... pero creo que... algunos alumnos de Slytherin estaban molestando a un alumno de primer curso en uno de esos compartimientos...-finalice mientras señalaba las puertas cerradas. Tonks miro los compartimientos y dijo mientras abría la puerta de salida para mí: