Cómplices [Draco Malfoy]

23. Aléjate de mí

Alexa Johnson

— Harry no lo hizo apropósito, Alexa... Fue una pelea entre chicos que termino mal y...— empezó diciendo Valen mientras se acercaba a toda prisa a mí, logrando que su cabello rojizo se meneara de izquierda a derecha a cada paso que daba por el pasillo de la enfermería desierta.

Debo suponer que el rumor de que Draco Malfoy estaba en la enfermería "moribundo", se había esparcido cual epidemia en todo el colegio, gracias a que Pansy Parkinson y Myrtle la llorona abrían sus bocas dejando salir tal chisme...

¿Que a nadie le importaba cuan mal estaba Draco?

Al parecer a muchos chicos no les importaba muy poco cuál era su estado, cuantas heridas tenía o si aún respiraba; lo único que les importaba era Harry Potter...

Si...

Todo en este bendito colegio tenía que girar en torno a Potter...

Aunque Draco ahora fuera la víctima, todos estaban pendientes de que el "capitán de Gryffindor" había estado envuelto en un "accidente" con magia oscura en los baños...

Algunos hasta festejaban el hecho de que Draco ahora estuviera inconsciente...

¡Todos eran unos cretinos!

Aun así, ahora a mí no me importaba demasiado lo que pensara el mundo de Potter o de Draco...

Lo único que tenía claro y lo que mi mente no se cansaba de repetir era que yo también debería estar odiando a Draco y celebrar que tuviera su merecido...

Pero cuán lejos estaba la realidad de esa idea...

¡No podía dejar de sentirme preocupada por el maldito chico que me humilló el día anterior!

¡Maldición!

El rencor que debía sentir hacia él no aparecía, mucho menos después de haber visto sus claros ojos antes de que Draco terminara en este lugar...

Había quedado conmocionada después de que él pronuncio mi nombre...

¡Por Merlín!

Realmente verlo herido, en un charco de sangre mientras me miraba y decía mi nombre, había movido mi inestable muralla de sentimientos, haciendo difícil de creer que él, Draco, el chico que ahora reposaba plácidamente en esas telas blancas del hospital mientras la luz rozaba su perfecto rostro, era el mismo chico que me había usado y alejado de su vida...

¡Era imposible odiar a alguien que parecía un ángel!

Porque ese era el aspecto que ahora tenía; tranquilo, con los ojos cerrados mientras sus pestañas tocaban la pálida piel de las mejillas...

Tal vez estaba siendo estúpida, pero no podía evitar sentir esa extraña conexión cada que lo veía respirar con normalidad, cada que mis manos tomaban la suyas, cada que mi corazón gritaba su nombre en mi interior...

¡Demonios!

Aunque tratara con todas mis fuerzas de olvidarme de él, aunque quisiera borrarle de mi corazón, nada salía de ese modo...

Aun no podía olvidarme de Draco Malfoy...

— Ya no importa...— interrumpí a Valen mientras soltaba la mano de Draco que hasta ahora sostenía entre mis dedos, como si quisiera hacerle saber que estaba a su lado aunque él no quería verme—...Después de todo ya sucedió...— añadí con resignación mientras apretaba los ojos para no empezar a llorar al recordar todo lo que había sucedido el día anterior.