21.2 Mientes tan bien

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Después del encuentro con Snape, los problemas fueron aumentando considerablemente.

Primero, Draco realmente estaba molesto por el descaro de Snape, la vigilancia que Harry Potter tenía sobre él y el continuo fracaso de sus planes...

Aun no lográbamos arreglar el estúpido armario y ya solo faltaban dos meses para terminar las clases en Hogwarts...

El tiempo se hacía cada vez más corto y cruel, llevándose con él, el recuerdo que tenía de Draco; alto, buen mozo, arrogante, orgulloso, pero sobre todo mi novio...

Últimamente él había estado más esquivo y trastornado, hasta se veía más delgado y gris, ya que no salíamos mucho a los terrenos del castillo para tomar el sol o la simple brisa de la primavera...

Nos habíamos aislado demasiado en el Sala de Menesteres todo el tiempo que podíamos, pero estos confinamientos no eran como fue al inicio de curso...

No...

Draco me contagiaba su actitud melancólica y a veces ruda...

Lo que no ayudaba a evitar sentirme demasiado alterada, todo lo contrario, lo único que quería era que todo acabara de una buena vez...

Algunas veces me sentía demasiado fuera de mí como para poder controlar ese odio al mundo que me atacaba...

Era algo tan real, que realmente sentía que mi propia vida se estaba yendo en ese odio sobre natural que sentía...

Sentía como si alguien estuviera controlándome cada vez que veía a las otras personas, como Harry y Valen, Freya y Theodore y Blaise, juntos compartiendo momentos que yo había perdido con Draco...

Sé que era envidia, pero jamás había sentido la envidia tan dolorosa, tan macabra... como si estuviera consumiéndome, como si estuviera poseyéndome...

¡Estaba enloqueciendo!

Y no sabía exactamente porque...

Solo era consciente de los horribles sueños donde degustaba del sufrimiento de las personas que se ponían en mi contra, de dominar y controlar todo el poder del mundo...de asesinar sin importarme nada...

Muchas veces había despertado llorando y gritando tras ver todas esas pesadillas, y Freya o el mismo Draco habían intentado consolarme de algo que realmente no tenía sentido alguno...

¿Porque soñaba con que estaba matado a tres muggles y lograba esconder una parte de mí en un anillo negro?

¿Porque parecía que vivía en otra época, donde era la admirada por el profesor y un grupo de amigos completamente extraños para mí?

— Es por esa estúpida diadema que tienes en la cabeza, Alexa...— respondió Freya mientras trataba de quitarme la azulina corona que llevaba en la cabeza, pero antes de que ella pudiera tomar la diadema, la esquive moviéndome hacia un lado, logrando que Freya no consiguiera lo que quería.

— ¡No es cierto! Esta «estúpida diadema» me ayuda con mis tarea...— replique mientras guardaba la pequeña corona en el cofre encantado que tenía en mi mesa de noche, antes de que Freya pudiera arrebatármelo y quien sabe qué hacer con ella.

— ¡No seas idiota, Alexa! Que esa cosa no te haya matado hasta ahora, no significa que no te esté haciendo daño...—exclamo molesta Freya luego de haberme abofeteado tan fuerte que aun sentía arder mi mejilla.

Era muy raro que Freya reaccionara de ese modo tan agresivo conmigo, ya que en todo el curso solo había logrado burlarse de mí, molestarme, y ser una gran amiga... pero nunca la había visto tan molesta conmigo, ni siquiera cuándo le dije que alguna vez Theodore me gusto...

Cómplices [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora