Cómplices [Draco Malfoy]

18. Compromisos

Alexa Johnson

— Mamá quiere que pasemos navidad en casa...— la voz fría y casi agresiva de mi hermana, Valentina, llego a mis oídos mientras un sobre turquesa caía sobre mis libros dejándome ver la letra cursiva y perfecta de mi madre.

Bueno, sé que no era una buena entrada eso de tirar cartas o de hablar bruscamente dentro de la biblioteca o tal vez arruinar un posible beso o caricia que Draco y yo pudimos compartir...

Si... En ningún lugar de este planeta eso sería considerado un saludo...

Pero, Valentina tenía derecho a estar molesta conmigo, aún más cuando se enteró las cosas que le había dicho a Harry.

Ella no estaba realmente feliz por ello...

Hasta podría decirse que me consideraba una idiota de primera...

Y debo aceptarlo; algunas veces soy un poco idiota y torpe. Pero lo que debería exigirme es aprender a cerrar la boca antes de arruinar todo con mis palabras.

Lo sé, y ahora me queda muy claro...

Destruía todo en vez de arreglarlo...

El motivo de que piense esas cosas es porque, muy aparte de que le dije a Harry que "Me lo invente" y "Porque tengo que contarte lo que hago con mi vida" dejándome como una completa tarada, había dicho cosas que me estaban enterrando a mí misma y haciendo que Valentina sospechara de mí... bueno, no exactamente de mí, pero si sabían que algo realmente malo e ilícito era lo que teníamos Draco y yo... y esta vez Harry no ayudo mucho en defenderme.

¿Pero quién defendería a la chica que destruyo un noviazgo?

Ni siquiera un tonto lo haría...

Ya no importaba. Era de esperar que él fuera el primero en condenarme, aún más después de hablar con él.

Lo que dije exactamente, esta aun grabado en mi memoria como si lo hubiera fundido en mi piel, de una forma dolorosa y que traía muchos recuerdos negativos...

»Era el día del primer partido de quidditch de la temporada; Slytherin contra Gryffindor... ¿Coincidencia? No lo sé, lo único que quedaba claro es que debí quedarme en las tribunas de Slytherin o quizás cubrirme la boca con cinta mágica para que nada saliera de allí.

»Ese día, a Draco se le dio por olvidar al equipo de Slytherin, olvidar su puesto de buscador, olvidar las miles de preguntas y rumores que surgían por su repentina deserción para pasar, supuestamente, un "día perfecto" en la sala de menesteres. Aunque esa idea quedo atrás después de que empezáramos a discutir... Bueno, eso es una historia aparte, pero que también recaen en que "calladita me veo más bonita"...

»Todo empezó cuando Draco y yo fingíamos estar enfermos, gracias a esos dulces extraños, pero efectivos, de los gemelos Weasley. Todo el mundo creyó el cuento de que agonizábamos de dolor (obviamente, Freya y Theodore sabían que era una farsa, que ellos mismos habían inventado y esparcido como virus en todo el colegio).

»Así fue como nos escabullimos entre la multitud de chicos entusiastas y eufóricos que alentaban una y otra vez a sus respectivos equipos, sin que nadie preste atención de que Alexa Johnson y Draco Malfoy caminaban en sentido contrario al campo de juego.

Hasta allí todo parecía andar bien... Pero como siempre digo; la vida no siempre te da lo que quieres...

»Harry Potter nos había atrapado justo cuando nosotros pensábamos que lo peor había quedado atrás. Para ser precisa, Harry me atrapo a mí caminando en otra dirección.