Narra Alexa
— Un pergamino de quinientas palabras sobre las ventajas de los hechizos no verbales... Hecho. Fingir que no veo a Theodore Nott en mi rango de visión... Hecho. Molestar a Theodore Nott porque no deja de mirarme... En proceso...
— ¿Siempre tienes que hacer un listado de lo que estás haciendo? — le pregunte a Freya, quien jugaba con su cabello azul, mientras sonreía como si le hubiera dicho un gran cumplido.
Aunque me mirara a mí, también podía ver de reojo a Nott, que estaba situado al otro extremo de la sala común leyendo.
Ahora que lo pienso, Theo siempre está en el mismo lugar que estaba Freya, por ejemplo, en el gran comedor, en el salón de pociones, en la sala común y hasta cuando Freya iba a la biblioteca, él estaba allí siempre mirándola o simplemente su presencia se sentía en la habitación. Lo que de alguna forma gustaba y a la vez molestaba a Freya.
— ¿Te molesta? — Preguntó —... porque si es así no voy a cambiar mi rutina por ti... tenlo por seguro... — añadió mientras me miraba de una forma que era seria y a la vez juguetona. Después se acercó disimuladamente hacia mí y susurro — ¿Sigue mirando?
— Si...— murmure del mismo modo que Freya, ella asintió para luego guiñarme un ojo y decir en voz alta:
— ¿Qué miras Nott? Si te gusto dímelo en la cara... porqué me estas desgastando de tanto mirarme... — Theodore su puso de un color rojo brillante que solo se veía en un tomate en buen estado. Varios chicos de séptimo curso rieron y se burlaron de como Theodore se escondía detrás de su libro de lectura. A Freya no le gusto eso, a mi parecer, ella era la única que podía burlarse y regocijarse de Nott, porque miro con una amenaza poco simulada a los chicos de séptimo, que ni bien la vieron siguieron con sus asuntos olvidando que alguna vez habían reído.
Siempre conseguía lo que quería, eso es lo que me gustaba de Freya, su seguridad en sí misma.
Mire, como tantas veces lo había hecho, la hora del reloj esmeralda que estaba en medio del salón.
«Ya era hora de irme»
No es como si estuviera emocionada o algo por el estilo... solo estaba con curiosidad, después de todo, Draco Malfoy solo me había pedido que lo acompañara a tal hora y a tal lugar. Eso no significaba nada... pero aun así no podía evitar sentirme nerviosa y con unas ganas infinitas de no ir al encuentro... ¿Estaba mal eso? O ¿yo estaba mal?
Mejor era recordarme qué clase de persona era Malfoy.
Si, él era malo... muy malo...
— Tengo que irme...— dije mientras guardaba mi libro de pociones en mi mochila. Bueno, no sabía muy bien que quería Draco, pero si acababa rápido, podría pasar por la biblioteca y terminar el resumen de pociones que me faltaba hacer.
— ¿Y se puede saber a dónde? — pregunto Freya con interés, ya que dejó que su cabello azul se deslizará con gracia de sus dedos mientras apoyaba los codos en las rodillas y acunaba su rostro entre sus manos.
— No es nada...— respondí esquivamente, porque no estaba segura de decirle que me iba a encontrar con Draco ya que después ella estaría con eso de las "cabalgadas" o "desenfrenos"... prefería evitarme eso. No iba a llegar con Malfoy en un estado de vergüenza y sonrojada. ¡Oh, claro que no!
Freya me miró con desconfianza, con esa mirada de "quiero saberlo todo y no te calles nada" que era difícil de evitar, porque parecía que ella podía quedarse así hasta que hablaras y dijeras algo que a ella podía importarle.
Suspire con frustración. ¡Freya había ganado!
— Es como una cita...— susurre mientras acomodaba mejor mi mochila sobre mis hombros.
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Cómplices [Draco Malfoy]
FanfictionEstoy aburrida de los chicos buenos, quiero un cambio y tú eres perfecto. Puedes encender mi fuego interno que esta disfrazado de miedo. Puedes romper todos mis sueños y reconstruirlos al mismo tiempo. Puedes hacer tanto y dejarme con poco... Pero m...