Cómplices [Draco Malfoy]

17. La fuerza del amor

Alexa Johnson

Cómplice es una palabra que impartía compartir, afrontar y aceptar todo tipo de situaciones que podía significar una ganancia o pérdida a las personas que se ayudaban mutuamente por conseguir un mismo fin o necesidad.

Simplemente eso no tenía mucho sentido entre Draco y yo, ya que compartíamos más cosas que simples cómplices y estábamos ganando más entre nosotros mismos que conseguir esa meta que Draco tenía planteada.

Tal vez ahora éramos una "pareja aliada" más que los "amigos cariñosos" que todo el colegio creía que éramos.

Era obvio que las cosas entre él y yo habían cambiado muy rápido, tanto así que a muchos les chocaba y conmocionaba la posible idea de que Alexa Johnson podía estar vinculada sentimentalmente con el príncipe de Slytherin, Draco Malfoy.

Y no era algo de lo cual presumir o decir; "¡Salgo con Draco Malfoy!" a cualquiera que se apareciera delante de mí... Porque era vergonzoso y demasiado posesivo, además que no quería compararme con las anteriores novias de Draco, que salían de la sala común y le restregaban a todo el mundo quien era su novio...

No quería ser como Pansy Parkinson o Astoria Greengrass... yo era diferente y ahora no me importaba mucho lo que pensara la gente, cuando sabían bien que mi hermana estaba odiándome; porque hasta ahora estaba cumpliendo cada tonta palabra que había dicho en los lavados, como que me dejara en paz y que no se metería en mis asuntos... Si, estaba cumpliendo todo mientras me ignoraba.

Me lo merecía, de eso estaba segura...

Merecía que Valentina no quisiera dirigirme la palabra ni siquiera para pedirme prestado una pluma o el libro de pociones.

Merecía que Harry Potter me odiara porque, por mi culpa, por decir palabras de más, Valentina había terminado con él.

Merecía que Mattew me matara con la mirada cada que me veía ya que terminamos en malos términos la relación que tuvimos, recordándome lo patética y mal novia que había sido con él.

Si las personas más cercanas a mi pensaban esas cosas, ¿para que añadir a los demás estudiantes?

Era mejor evitar el qué dirán, así aminoraba la carga que llevaba en el alma.

Pero como habían perdido apoyo de unos, también había ganado nuevas alianzas de otros.

Aunque Theodore aun no contaba como un "buen amigo", ya no me miraba como si fuera una especie de virus contagioso, no digno de su confianza. Él, gracias a Freya, se comportaba comprensivamente conmigo y evitaba comentar sobre la extraña relación que existía entre Draco y yo.

Freya había ayudado mucho en mi reincorporación a la casa de Slytherin. Aunque había inventado ciertas historias, como que en el verano había tratado de intoxicar a muggles o que en el fondo odia a Potter como Draco lo odiaba, que eran una mentira, pero gracias a eso, varios compañeros de Slytherin habían cambiado las burlas por un seco "hola" o algunas veces un "¿Cómo te va, Johnson?", que dejaban claro que ya no era su juguete al cual podían fastidiar si se les daba la gana.

Bueno, de Draco, era obvio que recibía su apoyo como él recibía el mío. Aunque aún manteníamos en total privacidad lo que sucedía entre nosotros, que parecía estar creciendo como flores en primavera.

Tal vez eso era lo interesante en todo esto; una relación a escondidas que estaba yendo muy bien, a mi parecer.

— Les he dicho que son muy tiernos...— dijo Freya mientras suspiraba exageradamente a la par que nos observaba a mí y a Draco intentando sacar una vaina tamaño de toronja de los troncos nudosos llamados Snargaluff, un proyecto de Herbologia.