Capítulo 3: ¿Delly en el país?

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POV PEETA

Me paso la mano por mis ojos perezosamente al escuchar unos llantos que provienen del lado de mi cama. Dándome todo el ánimo del mundo, me levanto para ver a mi hija llorando desde su cuna.

- ¿Qué pasa mi princesita? - Como respuesta solo obtengo más llantos - ¿Tienes hambre?, ¿quieres que te cambie el pañal?.

La deposito sobre mi cama y le saco el pañal sucio. Huele a todo siendo honesto. Saco todos los materiales que Katniss le echo en el bolso de Dandelion: hay talco, pañales, crema, toallas húmedas y miles de cosas más. Miro todas las cosas y no tengo idea de que hacer.

- Bueno... ¿qué hace tu madre cuando te cambia el pañal? - Mi hija solo llora - Creo que tengo que pedir ayuda.

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POV ANNIE

Mi nombre es Annie Cresta, me considero una chica retraída, sin muchos amigos, algunos me consideraba algo extraña ya que siempre me veo confundida entre la realidad y la imaginación.

Tuve un suceso traumático durante mi juventud que me marco para siempre. Vi morir a mi mejor amigo ahogado y yo no pude hacer nada para salvarlo. Es algo que no se olvida nunca, no importa cuántas terapias hagas, eso siempre se recuerda.

Pero independientemente de eso, la vida ha sido buena conmigo, trabajo como dueña de casa. Principalmente me dedico a cuidar la casa de otros mientras que ellos trabajan, en algunos casos tengo que cuidar niños. Por cosas del destino llegue a trabajar a la casa de Peeta Mellark, uno de los jugadores más importantes de América y Europa.

Por eso cuando me llama pidiéndole ayuda femenina me extraña mucho. Llego a su increíble mansión sin mayores inconvenientes. Golpeo la puerta un par de veces antes de que me abra.

- Gracias por venir.

- De nada. Aunque me extraña que me llames a estas horas y sobre todo para pedirme "ayuda femenina"

- Es que... tengo que cambiar pañales y no tengo idea de cómo hacerlo.

- ¿Pañales?

- Acompáñame- Me lleva hasta su cuarto donde veo una cuna y una pequeña niña que no tiene más de tres meses. - Es mi hija. Dandelion, no había tenido la oportunidad de presentártela antes.

- ¿Tienes una hija?

- Si, no muchos lo saben. Solo mi club Deportivo, ahora la estoy dando a conocer más a través de las redes sociales. Es que la encuentro demasiado hermosa que no puedo resistirme.

- Es muy hermosa.

- Gracias. Necesito cambiarle el pañal y no tengo idea de cómo hacerlo. Tú tienes experiencia con niños.

- Claro, te ayudo felizmente.

- Gracias amiga, eres la mejor en serio.

- No me alagues tanto y mira como se hace.

Le enseño a Peeta como sacar el pañal, limpiar la parte trasera del bebé con las toallas húmedas, le echo un poco de talco y luego le coloco un pañal nuevo.

- No es tan complicado- me dice

- Claro que no, es lo más sencillo. Pero creo que esta niña necesita una rica leche... tiene una cara de hambre.

- Si, ¿porque no guardas sus cosas mientas que yo le preparo su comida?.

- Encantada.

Me quedo con la bebé jugando un poco, tiene los ojos de Peeta de eso no cabe duda, aunque su cabello es negro y tiene algunas pecas que él no tiene. Seguramente se lo heredo de su madre. No tenía idea de que el jugador más codiciado por las mujeres y los clubes deportivos fuera padre.

Unidos por un bebé (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora