.1.

7.9K 738 157
                                    

— ¡¿QUÉ?! — grito al ver la hora que marca mi celular. Son las 9:24 AM. Salto de mi cama y salgo corriendo a la habitación contigua.

— ¡¡OPPA!! ¡DESPIERTA O LLEGARÁS TARDE A TRABAJAR! — abro la puerta y me encuentro con una montaña de mantas sobre la cama. A simple vista parecen ser solo mantas desordenadas pero debajo de todas ellas está mi oppa. Como no da señales de vida, entro y salto sobre él como si fuése una niña pequeña.

Él asoma su cabeza un poco y me hace seña con su dedo índice sobre sus labios para que me calle.

— Oppa, ya es 9:30 AM, llegarás tarde — intento quitar las mantas pero él las sostiene con fuerza.

— ¡O-PPA! — él suelta las mantas de golpe y casi caigo al suelo de espaldas pero gracias a sus rápidos reflejos, me agarra antes de que eso suceda. Me atrapa entre sus brazos y me obliga a acostarme a su lado.

— Oppa, hueles horrible. ¡Suél...tame! — estamos en verano e incluso por las noches, la temperatura es muy alta. Encima, él se cubre con las mantas y eso lo hace sudar. Sólo a él se le ocurre cubrirse con mantas en pleno verano.

— Pero tú hueles rico... — juega con mi cabello mientras intenta enredar sus piernas con las mías.

— Eso es porque yo sí me ducho, oppa — dejo de moverme y me concentro en sentir su cuerpo junto al mío; su rostro jugando con mi cabello, sus brazos tensándose alrededor de mi pequeño cuerpo comparadado con el suyo, sus latidos, su respiración.

— Espera... ¿qué hora dijiste? — se separa de mi y me mira con el ceño fruncido.

— 9:30 AM... — digo sonriendo.

— ¡MALDICIÓN! ¡LLEGARÉ TARDE Y ME VAN A MATAR! — salta de la cama y corre hacia el baño.

Me encanta despertarlo porque apenas abre sus ojos, es como si no fuese él mismo y ver como su cerebro comienza a funcionar, es muy gracioso.

Por lo general, él es quien prepara el desayuno pero como ahora trabaja durante las vacaciones de verano, eso esá a mi cargo. Él es muy simple: unas tostadas, un café y jugo de naranja, igual que yo. Desayunar le toma unos 15 minutos, luego se despide de mi y se va.

Dije que él era mi oppa, mi hermano mayor, pero en realidad... no lo es. No es mi hermano de sangre. Es una historia larga.

Mi vida comienza hace 2 años aunque mi edad sea 20. Raro, ¿no?  Digo que mi vida comienza hace 2 años porque no tengo ningún recuerdo de ella hasta hace 2 años. Lo primero que recuerdo es abrir los ojos en una habitación de hospital y él estaba a mi lado. Él es lo primero que recuerdo haber visto en toda mi vida; un estudiante universitario de 23 años de contextura delgada, cabello castaño oscuro y mirada profunda. Estuve una semana internada porque tenía múltiples heridas y una pierna fracturada y él venía cada día a visitarme. Cuando me dieron el alta, no tenía dónde ir, ya que nadie tampoco se había acercado a preguntar por mi, ningún familiar, amigo o conocido, entonces él se ofreció a cuidar de mi hasta que alguien apareciera. Todos los días trataba de recordar quién era, dónde vivía, recordar a mi familia o amigos pero mi mente era como una inmaculada hoja en blanco; por mucho que me esforzara, no podía recordar.

Tampoco tenía nombre, pues lo había olvidado también, así que él me dió el nombre de Miso, que significa sonrisa en coreano. Nunca me dijo por qué escogió ese nombre pero me agrada. Era una invitada en su casa hasta que un día me llevó a hacer un viaje especial. A través de un viaje en auto de casi 1 hora, llegamos hasta la casa de una señora y en  la puerta de entrada alcancé a leer "Abogada Choi Sun Hwa".

Después de esperar 15 minutos, una secretaria nos indicó que podíamos pasar a otra habitación. La señora Choi y él tuvieron una charla de la cual yo no entendía nada, hasta que ella sacó unos papeles.

— Miso, te traje aquí para hacerte una pregunta muy importante — él voltea hacia mi y lo miro confundida.

— Este papel... — lo extiende hacia mi y lo tomo. Era un certificado de identidad — ... ¿quieres tener un nombre real? — me pregunta. Asiento tímidamente.

— Este papel tiene escrito un nombre y si lo firmas, será tuyo — una sonrisa inesperada se forma en mi rostro porque como apellido, tenía el suyo.

— ¿Esto significa que yo me convertiría en tu hermana? — me sonrojo un poco al preguntar. Él asiente con una sonrisa y hace desaparecer sus ojos. El nombre me gustaba y el apellido también, así que lo firmé y a partir de ese día el mundo conoció a

Park Miso.

Los hermanos, Park Jimin y Park Miso.

Desde entonces, ambos hemos actuado como hermanos verdaderos frente a todos, cuidándonos el uno al otro siempre. 

Jimin tampoco tiene familia de sangre; lo único que sabe de su familia es que ésta le dejó una cantidad de dinero que no se le acabaría en 3 vidas seguidas. Creció en un orfanato y nunca fue adoptado así que cuando cumplió la mayoría de edad, se fue y decidió ingresar a la universidad para estudiar diseño gráfico. Los dos somos parecidos en ese sentido.

Sólo nos tenemos el uno al otro en el mundo.

Pero no será así para siempre. Él ya tiene 25 años, pronto terminará sus estudios, conseguirá un trabajo real, una chica con la que formará su propia familia y yo no encajo allí. Estos 2 años que he estado con él, solo he trabajo en varios lugares medio tiempo pero cuando estas vacaciones de verano terminen, comenzaré la universidad junto con él.

|| Do You Remember Me? || Suga ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora