[Narra Miso]
La movida de la mudanza y lo que sucedió en la casa de Yoongi me tienen dando vueltas en la cama. Casi recibo una paliza de su hermana apenas la conozco y su madre puso una cara tan sorprendida como si hubiese visto un fantasma. Siento curiosidad por esa Kim con la que me confunden; si era tan buena amiga de Yoongi y de Boa, ¿por qué se fue de un día para el otro sin decir nada?
* * *
La luz del sol encuentra su camino a través de las cortinas blancas de mi habitación, se posa sobre mi brazo que dejo colgado fuera del alcance de las sábanas y siento su cálidez. Abro un ojo pero ésta me enceguece casi al instante y veo todo blanco.
— Buen día, dormilona — una mano se posa sobre mi espalda y mi cuerpo se estremece al percibir el aliento tibio de quien dice esas palabras a centímetros de mi oreja. Entierro la cara en la almohada quejándome por haber despertado. Hace un par de horas habre logrado dormirme completamente y ya debo levantarme. Despego unos centímetros la cara de la almohada y siento algo tibio y húmedo posarse en mi cuello, haciéndome sentir escalofríos. Giro rápidamente y refriego mis ojos que aún se sienten molestos e irritados por la luz del sol.
— ¡¿YOONGI?! — pienso en voz alta y torpemente trato de cubrirme con las sábanas. Su sonrisa se ve 100 veces más angelical con la luz del sol dándole en pleno rostro y yo, seguro que estoy sonrojada hasta la punta de los pies. Sin quitarme los ojos de encima, se acerca a mi mientras yo me muevo hacia atrás hasta que la pared me impide ir más lejos. Él no se detiene, y como última medida, cubro mi rostro con las sábanas y cierro los ojos con fuerza. Mis manos tiemblan como una gelatina y las sábanas seguro parecen una cortina mecida por el viento. Mi corazón late como loco y contengo el aire en mis pulmones.
— Miso, arrib- ... ¿qué haces? — escucho la voz de Jimin y bajo las sábanas hasta mis ojos para ver que no hay nadie más en la habitación que yo y él apoyado en la puerta, viéndome algo sorprendido.
¿Y Yoongi? ¿No estaba aquí?
— ¿Qué haces? — vuelve a repetir pero esta vez trata de contener la risa. Miro a mi alrededor y no hay señales de Yoongi. ¿Ahora tengo visiones o qué?
Jimin se sienta en mi cama y me besa en la frente.
— ¿Dormiste bien? —.
— ¿Uh? Si, si — le sonrío algo nerviosa. ¿Soñé eso o fue verdad? — ¿Estamos los dos solos? — le pregunto.
— Si, ¿te pasa algo? — su sonrisa desaparece y da lugar a un ceño fruncido, ese ceño que pone cuando está preocupado.
— No, nada — sonrío con seguridad y él no tarda en hacer lo mismo.
Seguramente lo soñé; todo lo que sucedió ayer, el cansancio de la mudanza más el insomnio que tuve anoche me ha hecho imaginarme cualquier cosa. Debe haber sido eso.
Ayer a la noche, la madre de Yoongi nos trajo unas porciones de comida como disculpa por lo sucedido y desayunamos eso. Es por el cansancio, la falta de sueño. Es por eso, debe haber sido por eso, me repito cada dos minutos mientras me preparo para ir a la universidad. Recuerdo la sensación que me provocó ese beso en el cuello; fue tan real pero fue un sueño. Siento que la cabeza me va a explotar.
Salimos del departamento y yo me adelanto a salir a la calle mientras Jimin golpea la puerta de Yoongi. Cierto que de ahora en más iremos los tres juntos.
— Hola Miso, ¿dormiste bien? — Jimin viene acompañado de Yoongi y éste último me saluda. Levanto la vista y la expresión en su rostro cubierta con la luz del sol hace que ese sueño raro que tuve hace un rato se vuelva ridículamente real. Sonrío tímidamente mientras un calor ajeno a la época del año en la que estamos se apodera de mis mejillas y trato desesperadamente de esconder el hecho de que estoy avergonzada. Maldita sea, ¿por qué tenía que soñar eso?
Son exactamente 11 calles hasta la universidad desde los departamentos pero el camino se siente eterno. Yoongi obviamente no sabe lo que soñé, a no ser que pueda leer los pensamientos, cosa que dudo, pero me siento muy incómoda por haber soñado algo... ¿atrevido? con alguien que apenas conozco.
— ¿Qué tal el nuevo departamento? — me pregunta Jungkook mientras caminamos por los pasillos del edificio más grande la universidad.
— Hm, es pequeño y está en la planta baja. Por suerte no tengo que subir escaleras — digo sonriendo. De verdad adoro, amo que sea pequeño. Eso me hace sentir menos miedo y sola cuando Jimin no está, lo cual ocurrirá pronto porque la época de exámenes se acerca y éste se la pasa estudiando en la biblioteca.
— ¿Y qué tal con aquella chica? ¿Sigues siendo su perrito faldero? — le pregunto en broma y lo codeo en las costillas.
— Ni preguntes... — resopla su flequillo y frunce su ceño.
— ¿Qué pasó? — ignoro su advertencia de no preguntar.
— Teníasrazón — habla rápido y bajito con la vista puesta en sus pies.
— ¿Qué? — no entiendo lo que dice.
— QUE TENÍAS RAZÓN, TENÍAS RAZON. LO ADMITO — varios chicos alrededor nuestro se voltean hacia nosotros cuando se escucha la sorprendente voz masculina de Jungkook. Cuando habla normal tiene una voz ni muy grave ni muy aguda pero cuando se enoja, le sale la voz macha de adentro.
— ¿Pero qué pasó? —.
— Ella me tenía como su perrito faldero, como siempre dijiste. Nunca sintió nada por mi. Hasta tiene novio, es un chico 4 años mayor que ella — cruza sus brazos sobre la mesa y esconde su rostro en ellos. Sabía que esto iba a pasar pero él no me escuchaba, pensaba que la loca era yo. Hago círculos en su espalda con mi mano y me acerco lo suficiente a su oreja para que escuche mi voz.
— No llores, esa estúpida no merece tus lágrimas — levanta la cabeza y sus ojos están ligeramente colorados. Acomodo su flequillo despeinado y le doy un pañuelo descartable para que se seque las lágrimas. — Esto te enseña que no debes enamorarte de las apariencias — me siento como una madre dándole consejos amorosos a su hijo aunque él sólo es 2 años menor que yo.
— Entonces debería enamorarme de ti. No te ves tan linda como ella pero eres de buen corazón — sonríe.
— Gracias, tú también eres lindo — digo sarcásticamente y me cruzo de brazos, enojada. Ya sé que no me arreglo, visto ni maquillo como la mayoría de las chicas de esta universidad pero tampoco para que me lo diga así.
— Mentira, eres hasta más hermosa que cualquier chica que haya visto aquí — dice con un tono un poco tierno y me abraza. Ahora intenta halagarme, já. Es como un cachorrito, es imposible permanecer enojada con él. Volteo para mirar por la ventana y justo está Yoongi parado afuera, en el verde césped. Otra vez recuerdo el sueño que tuve en la mañana pero ahora es distinto; sigo sintiendo esos escalofríos recorrer mi columna con el tacto de esos labios cálidos y húmedos en mi nuca pero ahora los encuentro muy placenteros. Empieza a mirar a su izquierda y derecha repetidas veces, como si estuviera esperando a alguien, mira su celular incontables veces y mueve sus pies impacientemente hasta que levanta su brazo en alto, saludando a alguien. Una chica de casi su misma estatura, cabello castaño oscuro ondulado, vestida con unos jeans gastados, unas botas negras y un abrigo del mismo color que le llega a las rodillas, se acerca a él con una sonrisa brillante.
De repente, siento algo en mi pecho que me hace fruncir el ceño.
— ¿Qué ves? — Jungkook casi se tira encima de mi para poder ver qué es lo que llama tanto mi atención. — ¡Oh, Yoongi! Está con una... esa debe ser Minah — volteo a verlo sorprendida.
Minah, ¿así no se llamaba esa chica con la que Jimin estuvo molestándolo el otro día?
Vuelvo a ver por la ventana, ella entrelaza su brazo alrededor del suyo y se alejan. No puedo dejar de verlos hasta que finalmente se pierden de mi vista.
— Quizás Jimin tenía razón. Yoongi pronto tendrá novia, si ya no la tiene — el profesor entra y Jungkook se acomoda en su asiento a mi lado.
¿Esa Minah será su novia? De pronto, no me siento tan animada como hasta hace unos minutos que estaba bromeando con Jungkook.
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|| Do You Remember Me? || Suga ||
Fanfiction~ Secuela de "Between Heaven & Earth" "¿Tendré la oportunidad de volver a la Tierra en algún futuro y vivir ese amor que nació entre Yoongi y yo?" © eunheeso