|| Do You Remember Me? || Suga ||

.40.

¿Podrá ser que nuestro destino sea el mismo sin importar cuantas vidas vivamos? ¿Será que no estamos destinados a estar juntos? 

— Hazme caso o lo mato — me vuelve a repetir Jimin con un tono nervioso.

Tomo eso como una respuesta a mis preguntas y siento que todo en mi se desmorona, pero esa sensación desaparece un segundo cuando Yoongi me toma de la mano con fuerza y se interpone entre el arma y yo. Jalo de su brazo asustada para que se mueva pero parece estar clavado en un pedestal.

— Vamos, házlo — le dice desafiante a Jimin. — Dispárame —.

Sus brazos se tensan y su voz suena más grave de lo normal. Ambos intercambian miradas silenciosas, temerarias y provocadoras hasta que Jimin jala del gatillo y una bala pasa rozando el hombro de Yoongi y cerca de mi cabeza. Pasa muy rápido pero pude sentir como atravesaba el aire a mi alrededor. Estando tan cerca entre sí, me hace pensar que lo hizo adrede. A tan corta distancia, sería muy fácil matar a Yoongi pero no lo hizo.

Con el sonido de la bala disparada, envuelvo a Yoongi con mis brazos para protegerlo aunque no serviría de mucho y por un momento, se me cruza por la cabeza que lo había perdido. Él hace lo mismo y me rodea con sus brazos, para cubrirme.

— ¿Piensas que no lo haré? La próxima vez no fallaré — la voz de Jimin flaquea.

Llevo el tiempo suficiente conociéndolo para saber qué siente analizando las señales que, inconscientemente, deja a la vista. Su voz; el arma en su mano finalmente empieza a temblar pero es difícil de percibirlo si no me quedo viéndola por unos segundos sin distracción; sus ojos se ponen más vidriosos, se ven más humanos. Ahí es cuando una chispa de esperanza aparece en mi.

El Jimin que conozco aún sigue dentro de él.

My, que había permanecido al margen de la situación todo este tiempo, detrás de Jimin, apoyada en la pared, se adelanta unos pasos, hasta quedar a la misma altura que Jimin. Lleva su mano a la parte trasera de su pantalón y, sin previo aviso, toma un arma más pequeña que la que tiene Jimin y dispara.

Esta vez, la bala no roza a Yoongi ni a mi. No hizo ruido al salir, por lo que no me doy cuenta de que ésta terminó en mi hombro hasta que  mi ropa empieza a teñirse de rojo; todo mi brazo empieza a entumecerse acompañado de un dolor intenso y me esfuerzo por ahogar un grito.

Luego se escuchan gritos de Yoongi y My, y un susurro de Yoongi cerca de mi oído hace que no sienta demasiado miedo.

— ¿QUÉ TIENE DE ESPECIAL ELLA? ¡SÓLO SUFRES POR ELLA! YO TE QUIERO JIMIN, CONMIGO NO TENDRÁS QUE PASAR POR LO MISMO QUE CON ELLA — es difícil entender las palabras de My porque habla entre sozollos y respiraciones entrecortadas. Yoongi me atrapó en sus brazos antes de caer de rodillas al suelo, shockeada por ver tanta sangre saliendo de mi hombro. Jimin toma a My de los hombros, le quita el arma y la empuja con violencia, arrojándola en el colchón que está en el suelo. Él toma esa arma pequeña y apunta a My con ella.

— ¡NO, JIMIN! — tomo un respiro hondo y le grito. Hasta Yoongi se sorprende por mi grito, sus brazos tiemblan a la repentina subida de tono de mi voz. Por más que My me parezca una perra desconsiderada, es una persona y no quiero que Jimin se vuelva un asesino. — No lo hagas. No eres un asesino —.

La mezcla de enojo y odio que su mirada dislumbra me intimida un poco. Me mira a los ojos unos segundos y vuelve a ver a My, tirada en el suelo. Su llanto es el único sonido perfectamente audible del lugar. Intento dar unos pasos hacia Jimin pero Yoongi me detiene, colocando sus brazos a mi alrededor. Le sonrío; una sonrisa ínfima, que sólo él puede ver y entiende.