|| Do You Remember Me? || Suga ||

.21.

[MISO]

A este punto creo que me volveré loca antes de lo que pensaba. Hasta hace unos días estaba segura de quien era: Park Miso, 20 años, hermana de Park Jimin, 25 casi por cumplir 26 en un par de semanas. Pero ahora ya ni se quien es la chica que se refleja en el espejo cuando me paro frente a él. Tengo que mover la mano a un costado de mi cabeza para comprobar que de verdad soy yo porque no me reconozco. 

Empezé a sentir que el nombre Park Miso no me queda como solía quedarme. Antes era una remera nueva que me quedaba a la perfección por donde la viese pero ahora parece estar estirada y desnivelada, es más larga de atrás que de adelante y está tan fina que podría agujerarse si la estiro demasiado. Su color intenso se ha desvanecido sin que me diera cuenta.

Hace varios días que no logro poner mis pensamientos en orden pero lo único en lo que puedo pensar ahora es en él. Ver esa expresión tan triste en sus ojos me hace querer ir a abrazarlo y decirle que, sea lo que sea que le esté sucediendo, que pasará y que todo estará bien. Acaricio mis brazos donde él me sostenía con desesperación y quisiera saber qué pasaba por su mente en ese momento.

Quizás esa tristeza que emanaba a través de sus acciones se debía a que lo hacía recordar a ella.
Me paro frente al espejo del baño y miro lo que se refleja en él pensando en lo que sugirió Jungkook. Trato de imaginar que por mi espalda, se asoman un par de alas inmaculadamente blancas y no tan prolijas. Cierro los ojos y siento el movimiento que éstas harían en mi espalda al estirarse y contraerse de nuevo, el esfuerzo que eso requerriría. Para mi sorpresa, esa sensación no me es ajena en lo absoluto, hasta llego a sentirla... conocida. Como si cuerpo estuviera acostumbrado a ello.

Cuando abro los ojos y contemplo a la chica común y corriente frente a mi, por primera vez me hago esa pregunta que me ha estado dando vueltas en la cabeza desde que Sunhee me contó sobre Kim.

¿Quién soy?

Para todos soy Park Miso, pero el problema es que ya no me siento como Park Miso. 

— Ese chico no deja de hablar, ¿cómo hace para estar en clase callado? — Jimin dice riéndose al entrar.  — ¿Y Yoongi? — me pregunta después de recorrer rápidamente la sala con la mirada. 

— Estaba cansado y le dije que se vaya a dormir — me esfuerzo tremendamente para sonar normal.

Al verlo con esa sonrisa en su rostro, esa alegría que lo caracteriza, me pongo a pensar en todo lo que ha hecho por mi y me siento horriblemente culpable con este repentino rechazo que siento hacia el nombre de Park Miso. Egoísta, desagradecida, una basura.

— Y yo también estoy cansada, me voy a dormir —.

— ¡Miso! — Jimin camina hacia mi y acorta la distancia entre los dos.  — Que descanses — me da un beso en la frente y hace desaparecer sus ojos con su sonrisa.

— Tú también — mi voz me tiembla un poco pero lo disimulo bastante regalándole mi mejor sonrisa falsa, claro.

No puedo sentirme feliz, no cuando no puedo dejar de pensar en Yoongi. Y no puedo creer estar pensando en lo que estoy pensando.

Quiero ir a verlo. No sé por qué pero quiero verlo. 

Me encierro en la habitación, apago las luces y me acuesto. Jimin debe de haberse ido a dormir también porque está todo en silencio salvo por unos ruidos que vienen de la pared que separa mi habitación de la de Yoongi.

¿Qué está haciendo a esta hora? 

Espero unos 20 minutos que me resultan eternos y salgo de mi habitación sin hacer ruido. Voy hasta la de Jimin para comprobar que esté completamente dormido y camino en la oscuridad esquivando algunos muebles hasta que llego a la puerta principal.