Cap. 20- Reflejos dolorosos

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  "Te quiero así, a voz bajita y latidos altos." -Desconocido.




El estadio de los Halcones estaba repleto, del lado izquierdo estaban las personas que los apoyaban y del otro lado se encontraba la audiencia de los Ciervos con nuestras playeras anaranjadas, mi playera en la parte de atrás tenía el número tres y el apellido de Connor; Khan.

Observé a cada uno de los jugadores y era sorprendente como cada uno demostraba estar concentrado, miré a Doreen que se encontraba al lado mío con su mirada clavada en Brandon, reí.
– Al menos mantén la boca cerrada –Le comenté.
– ¡Oh, por favor! Tú estás peor que yo.
– No lo niego –Dije.
Dor volteó a verme y me miró divertida.
– Ni yo.
Con una gran sonrisa enfoqué mi vista hacía donde estaba Connor y dejé de respirar cuando me percaté que en su mano estaba la pulsera que le había regalado y con la muñequera la cubría, él sintió mi mirada y sus ojos color miel se clavaron en los míos, lentamente de sus labios se formó una sonrisa de lado tan cautivadora que me invadieron unas inmensas ganas de ir hacía donde él se encontraba y besarlo. Mi sonrisa se agrandó cuando Connor corrió hacía las gradas, me levanté y caminé hacía las escaleras a esperarlo.
– Hola –Lo saludé cuando estaba enfrente de mí.
– Hola –Contestó y tomó mi mano.
– ¿Cómo te sientes? –Pregunté.
– Entusiasmado, ya quiero que inicie el partido.
Le sonreí.
– Lo sé, ten mucho cuidado.
Era increíble estar en los partidos de Connor, sin embargo me era imposible no tener miedo a que algo le sucediera en el campo.
– Oye, todo estará bien como siempre.
Tomó mi rostro y me dio un beso fugaz.
– De acuerdo.
– ¡Connor, ya iniciará el partido! –Gritó Johann.
– Tengo que irme –Comentó.
– Mucha suerte –Mencioné.
– Falta algo.
– ¿Qué?
Fruncí el ceño.
– Mi dosis de suerte.
Sonreí como una tonta, me acerque a él, rodeé su cuello con mis manos, Connor agarró delicadamente mi cintura y se acercó para capturar mis labios con un beso perfecto.
Al separarnos él ronroneó y tenía una sonrisa inmensa adornada con hoyuelos.
– ¡Esto garantiza una victoria! –Vociferó.
Me sonrojé y el rio, se acercó una vez más y me dio un beso en la frente para después marcharse.

Connor junto con el otro capitán hicieron el bolado, el estadio estaba en completo silencio mientras la moneda estaba en el aire y cuando ésta cayó Connor gritó con entusiasmo indicando que el balón era de los Ciervos, todos los que apoyaban a nuestra escuela lo corearon, el entusiasmo de todas las personas se sentía en la atmosfera. Connor pidió hacer kickoff, así que el pateador de los Halcones se puso en posición, pateó el balón y David (jugador de los Ciervos) lo atrapó, de inmediato comenzó a correr, el linebacker de los Halcones intentó taclearlo sin embargo éste lo esquivó, otro jugador sí logró su objetivo y lo tacleó aunque los Ciervos ya habían conseguido diez yardas.

Yaera el último cuarto y el marcador indicaba 36-36, en algún momento del partidolos Halcones acapararon el balón, pero ahora era de nuevo de los Ciervos, seencontraban en la yarda treinta, Johann observaba a Connor para mandarle elpase por aire, Connor atrapó el balón sin ningún esfuerzo, comenzó a correr ycomo era de esperarse intentaron derribarlo, pero de la misma manera que en losentrenamientos Connor demostró unos reflejos increíbles y sus movimientos eran extraños, todas las personas queapoyaban a los Halcones se quedaron sin habla como nosotros días atrás, lamanera en la que los burlaba era impactante y en poco tiempo hizo touchdown.
Todos los animadores de los Ciervos se levantaron a aplaudir y festejar lavictoria mientras que el equipo de los Halcones aún no creía lo que vieron y meincluía ¿Cómo era posible moverse de esa manera? Connor ya lo había hecho antespero esta vez era diferente, esta vez yo estaba asustada de sus reflejos.
– Vaya, tu novio debería ser doble de película de acción –Comentó Doreen.
Comenzamos a bajar las gradas para esperar al equipo afuera.
– ¿No te parece extraño los reflejos que tiene Connor? –Mencioné.
Dor entrecerró los ojos.
– ¿A qué te refieres? Lo dices como si estuvieras preocupada.
– ¡Lo estoy! ¿Acaso soy la única que se da cuenta que eso no es normal?
Mi amiga suspiró, agarró mis hombros.
– Mira, no es normal que una persona tenga esos reflejos pero no tienes por quépreocuparte, deberías festejar la increíble cualidad de Connor, es muy rápidoasí que lo debe de ser en otras cosas –me codeó– todas las chicas queestuvieron presentes en el juego le harán un altar en sus habitaciones.
– No me ayudas mucho –Dije entre dientes.
– Ar, bromeo, deja de pensar en lo malo y disfruta este momento con Connor.
Suspiré.
– Tienes razón.
– Bien ¡Voy con mi chico!
Y antes de poder decirle algo más corrió hacía su novio.
– ¡Ganamos! –Dijo Connor.
Me agarró de la cintura y me levantó, yo reí.
– ¡Lo sé!
Me bajó y me abrazó muy fuerte.
– No puedo creerlo, jugué como nunca –Dijo Connor.
Lomiré, sus ojos brillaban por la felicidad, sacudí la cabeza para desaparecer lapreocupación, debía disfrutar su gran triunfo.
– ¡Fiesta en mi casa! –Gritó Brandon.
– ¿Qué sus papás no se fastidian de que siempre haga fiesta en su casa? –Pregunté.
– No, casi nunca están ¿Vamos?
– Sí –Respondí.
Y justo cuando iba a tomar su mano Connor trató de dar un paso y se quedó depie durante unos segundos, trataba de hablar pero algo se lo impedía, comenzó aponerse pálido, su cuerpo no aguantó más y cayó al suelo.
Era doloroso saber cómo todo cambiaba de un segundo a otro, era la noche parafestejar su victoria sin embargo estaba enfrente de su cuerpo inmóvil, no sabíaqué hacer, solo escuchaba a lo lejos la voz de Doreen gritando repetitivamentemi nombre y como todos los del equipo hicieron un círculo alrededor del cuerpode mi amor.

2 veces sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora