Cap. 33- Lo no visto

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"Qué hago mirando la lluvia, si no llueve." -Desconocido.


Me eché a correr, mis piernas dolían y quemaban al quejarse de mi esfuerzo excesivo, por fin llegué a mi casa. No recuerdo haber abierto la puerta, cuando fui consciente de donde estaba fue al tropezar con mi cama, me fui de bruces pero no me dolió nada, el golpe era lo de menos. Me senté en el suelo, traté de calmar mi respiración, ¿Qué había sido todo eso?, tomé mi teléfono y comencé a buscar en mis contactos un número en particular pero me detuve al escuchar unos golpes en la puerta e Ethan gritando mi nombre con desesperación.
Los golpes no cesaban, al contrario, eran más fuertes y por cada ruido las horas retrocedían en mi mente hasta llegar a las dos de la tarde.

Sonreí al ver una pareja enfrente de mí, era inevitable no transformar sus rostros en el de Connor y mío ¡Qué noche! Una de las mejores, una noche que no olvidaría, todo fue tan mágico, fue como si se observaran juegos artificiales y pétalos de rosas. El Parque de siempre era un buen lugar para pensar o hacer desaparecer todo lo malo, lo único que arruinaba el momento era saber que quizá no vería a Connor hoy, le tocaba cita con su tío. Me preguntaba si el Doctor Khan le diría lo mismo a él que me comentó a mí; que lo mejor era separarnos. ¿Qué le habrá pasado a su tío en el pasado? Porque era obvio que algo pasó, el tono en que me lo había dicho desconcertaba, eran palabras de algo vivido, como si él hubiera perdido a alguien importante en su vida, entonces recordé, en ningún momento Connor habló sobre la esposa del Doctor, mi pensamiento fue interrumpido por la llamada entrante de Connor, sonreí de nuevo.

– Khan –Hablé alegremente, él rio.
– Coleman –Dijo.
Sonreí al escuchar su voz, dudaba mucho que en algún momento me cansará de escucharlo hablar y más decir mi nombre.
– ¿Qué tal la cita?
Bufó.
– Fue un fastidio total, sinceramente que me pregunten cada minuto si me duele algo es tan cansado –Murmuró sin ganas.
Me hubiera gustado tenerlo cerca para darle un abrazo.
– Me imagino, pero pronto estarás en casa y podrás descansar –Comenté para animarlo.
– De hecho ya estoy en camino, ¿Nos veremos hoy? –Preguntó.
– ¿No prefieres descansar?
Deseaba con todo mi corazón pasar tiempo con él pero tampoco quería obligarlo a que nos viéramos.
– Estoy bien y sé que me sentiré mejor si te veo hoy –Comentó.
Sonreí las escuchar sus palabras, pasé un mechón de cabello por mi oreja y me reacomodé en la banca, deseaba ver a Connor.
– ¿Cuánto te falta para llegar? –Pregunté emocionada.
– No sé, quizá media hora, no estoy seguro.
– ¿Te parece si nos vemos en el Parque de siempre? –Propuse.
– Me parece perfecto, te veo ahí.
– Aquí te espero, te quiero –Dijo Connor.
Sentí un cosquilleo en el estómago.
– Yo también te quiero –Respondió y finalizó la llamada, sé que igual que yo él colgó con una sonrisa en el rostro.
No terminé de guardar mi celular cuando volvió a sonar, respondí con una sonrisa sin siquiera ver el identificador.
– ¿Qué pasó? –Respondí creyendo que era Connor, aunque una voz diferente respondió en la otra línea.
– ¡Hola, Ar!
Era Valery.
– Ey, hola, ¿Cómo estás? –Pregunté, tenía días que no sabía de ella.
– ¡Muy bien! Tiene bastante que no sé de ti ¿Sabes qué? Deberías, venir, acá.
Fruncí el ceño al percatarme de su pronunciación.
– ¿Estás bien? Suenas... extraña –Murmuré.
– ¡Yo estoy de maravilla! Ari, ven con nosotros, aquí está Doreen –Dijo Valery.
– No puedo, debo esperar a Connor.
Bufó.
– Que te alcance acá, Doreen dice hola –Gritó con excesiva emoción.
Alejé ligeramente el celular de mi oído.
– ¿Podrías decirle que quiero hablar con ella? –Exclamé.
Era obvio que Valery había tomado y es más ¿Dónde estaban? Según yo no había fiesta hoy, es decir, es lunes, ¿Quién hacía fiesta los lunes? Aunque bueno, eran vacaciones.
– ¡Arriiiiiiiiiii! –Contestó Doreen.
Llevé mi mano a la frente, otra que había tomado.
– ¿En dónde estás? –Pregunté.
– Pues aquí –Dijo con dificultad.
Viré los ojos con exasperación, sí, esa respuesta era clarísima.
– Si estuvieras en tus cinco sentidos tú misma te bofetearías –Mencioné.
Doreen carcajeó tan fuerte que tuve que volver a alejar el articular de mi oído.
– ¿Ves? Eres muy graciosa, ven conmigo.
– Doreen no puedo, estoy esperando a Connor.
Guardó silencio unos segundos, incluso creí que ya me había colgado.
– ¿Doreen? ¿Estás ahí? ¿Dor?
Nadie me respondía y cuando iba a colgar por fin se escuchó su voz.
– Ya, está todo arreglado, le marqué a Connor y le di la dirección de la fiesta, él vendrá para acá, así que tú debes estar aquí –Comentó.
Respiré para lidiar con el estado de ebriedad y necedad de mi mejor amiga.
– Doreen, entiend...
No pude terminar la frase ya que fui interrumpida.
– Él vendrá acá, así que tú vas a esperar ahí como tonta, no te queda de otra, te mando por mensaje la dirección, ciao.
Colgó y a los segundos me llegó el mensaje con la dirección, miré al cielo pidiendo paciencia.

2 veces sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora