"Te amo. Sé que termino igual todos los mensajes, pero es que me da pánico que se te olvide." -Desconocido.
La culpa cayó sobre mí con gran intensidad, ver de frente a Connor abriendo y cerrando los labios por las palabras atoradas en su boca era devastador.
– Lo siento –Murmuré apenada.
Desvié mi vista a cualquier parte de la habitación, mi intención nunca había sido decirle a Connor que ya sabía acerca de su síndrome pero tontamente dejé llevarme por mis sentimientos.
– ¿Cómo lo supiste?
Por fin habló Connor después de unos largos segundos en silencio, lo miré.
– Fui a la casa de Doreen y se encontraba con ella Brandon, peleaban por ti y un secreto, al final me lo dijeron.
Connor me fulminó con la mirada.
– Traidores –Susurró con amargura.
Me acerqué a él.
– No lo son, les agradezco que me lo hayan dicho –Dije.
– Pues yo no –se levantó de la cama haciendo una mueca– ahora lo entiendo todo, por eso aquél día tocaste a mi puerta junto con la pizza y un discurso ya planeado, por eso perdonaste lo que te hice ¡Por maldita lástima!
Su rostro estaba rojo y se veían sus ojos cristalizados, se secó mi boca.
– ¡No! ¡No estoy aquí por lástima, estoy aquí porque te amo!
– Palabras, solo eso, sin nada de significado, no puedo creer que estés aquí porque no querías ser la mala dejando al maldito enfermo ¿Pero sabes qué? Puedes hacerlo, vamos, déjame ¡Vete de aquí y nadie hablará mal de ti cuando me muera!
Cerré los ojos con fuerza ¿Cómo era posible que unas palabras lastimaran tanto y se penetraran en tu cabeza tan intensamente?
– No me iré a ningún lado, me quedaré contigo porque yo quiero, no por lástima, me quedo porque eso es lo que más anhelo, porque eso hacen las personas que aman, se quedan a lado del otro sin importar nada –di un paso vacilante hacía él, esperé a que sus ojos hicieran contacto con los míos– estoy aquí porque quiero estar a tu lado, me quedo por el único y simple hecho de que te amo más que a nadie –Expresé.
Mis ojos ardían por las lágrimas acumuladas, observé a Connor su mirada no reflejaba ninguna emoción ¿Qué pasaba por su mente? Eso era lo único en lo que pensaba, si pudiera saberlo podría entender con exactitud qué palabras utilizar y cuales no debía decir, así podría evitar arruinar más la situación.
– Dime algo –Susurré.
– Tengo miedo –Comentó al fin.
Su mirada estaba perdida en el suelo y su labio inferior temblaba, sus manos estaban hechos puño.
– ¿A qué le temes? –Pregunté.
Me armé de valor y di un paso hacia él, tomé sus manos lentamente y deje que se relajaran ante mi contacto para después entrelazar mis dedos a los suyos.
– A todo –alzó la mirada– me da pavor hacerte algo tan fuerte que quieras alejarte de mí, yo ya no puedo controlar lo que hago, te amo, Ari, pero todo es complicado. No quiero que te alejes de mí pero tampoco puedes quedarte aquí y mirar cómo me desplomo lentamente, no sería capaz de verte sufrir por mí una vez más.
Mi garganta se cerró ¿En qué momento todo se volvió un sufrimiento? Dicen que el amor no se debe sufrir, pero en esta ocasión nuestro amor no nos estaba derrumbando, era un suceso terminal, que era peor.
– No diré que no tengo miedo, estoy horrorizada y sé que no será fácil, pero Connor, eres más fuerte de lo que crees, puedes afrontar todo ¿De acuerdo? Estaré a tu lado en cada segundo, te apoyaré y... te amo –Declaré.
– Te amo mucho más.
Me atrajo a sus brazos y el suspiro que emitió en mi oreja fue una sensación tranquilizante que me relajó por completo, mi oído escuchaba sus latidos, cerré los ojos y me concentré en el sonido para así recordarlo por siempre.Ya eran las cuatro de la tarde y Connor estaba a mi lado recostado, acariciaba su cabello rítmicamente y podía ver como luchaba para no quedarse dormido, mi sonrisa era inmensa, se veía tan tierno en estos momentos, me acerqué a él y lo besé.
–Te dejaré descansar, mañana vengo ¿De acuerdo? –Le dije.
Hizo un puchero con sus labios, reí.
– ¿No puedes quedarte?
Sonrió ampliamente.
– No, debes descansar, mañana vendré temprano –Comenté.
– ¿Lo prometes? –Articuló son seriedad.
– Lo prometo.
Uní nuestros labios, nunca me cansaría de besarlo.
– Bien, te acompaño a la puerta –Dijo.
Comenzó a levantarse y se lo impedí.
– No, yo sé dónde es la salida, por favor quédate acostado.
La mirada tierna de Connor cambió drásticamente.
– Aún puedo caminar, Arianna –Dijo secamente.
¿Qué?
– Lo sé, pero no quiero que hagas tanto esfuerzo –Balbuceé.
¿Por qué sentía que me había metido en un terreno peligroso?
– Bajar las escaleras no es un esfuerzo extra –Comentó Connor.
– Prefiero que descanses.
¿Cuál era el problema?
– ¡No me trates como su fuera un maldito bebé! –Gritó, salté por la sorpresa.
– No te estoy tratando como un bebé, Connor, solo quiero que descanses –Aclaré.
– Lo estás haciendo, esto es a lo que me refería, me tienes lastima y aparte ya eres mi niñera.
– No soy tu niñera, me preocupo por ti ¿Por qué piensas de esa manera?
Me acerqué y él dio un paso hacia atrás.
– Vete –Ordenó.
– Connor...
Mi corazón se encogió por sus palabras, toda la habitación se había vuelto gris.
Él negó con la cabeza.
– Hazlo, Arianna y gracias por cuidar de un inútil.
¿Qué estaba pasando? Mi rostro reflejaba desconcierto puro, estaba en terreno desconocido de nuevo. Antes de que pudiera decir una palabra más Connor caminó hacía su cama y se acostó dándome la espalda.
– Mañana vengo –Susurré.
Fue lo último que dije y salí de su cuarto.

ESTÁS LEYENDO
2 veces sin ti
RomansaCreo que cuando conoces el gran amor de tu vida y de repente lo pierdes, llega una gran tristeza que no te deja ver la posibilidad de luchar por el, pero igual creo que hay personas a las que no les importan las adversidades, ni cuantas cosas negati...