Ella sin pensarlo dos veces salió y el descarado estaba frente a su casa, fue hasta donde él.
-¿Qué te pasa?. Mi tía te puede ver y pensará que...- la interrumpió.
-Sube.- le ordenó dándose media vuelta para subir a su auto.
-No
-Sube al auto Sarah.
-¿Acaso estas sordo? No voy a subir a tu maldito auto.
-Mira niña, no tengo ganas de estar discutiendo, sube al puto auto, si no te vas a arrepentir.- dijo sin mirarla de una manera macabra.
-No voy a subir a tu jodido auto, entiende, no quiero.- le gritó y eso fue el colmo, se acercó a ella y sin delicadeza la jaló del brazo.- ¡Carajo, que me estas lastimando, suelta me!.- ella se aferraba a no avanzar, pero le era imposible, él le sacaba como 40 centímetros de alto, claramente tenía más fuerza y mientras más se aferraba, más le apretaba el brazo.- ¡Suelta me!
-¡Cállate de una buena vez!.- rugió el chico molesto y fastidiado por las exigencias de la joven. Como de costumbre volvió a aventar la contra el asiento copiloto. Luego él subió al auto y arrancó.
Ella estaba muy molesta y asustada a la vez, ese chico era muy agresivo, tosco y grosero, la trataba como se le pegaba la gana y eso no le gustaba para nada. Intentó respirar, contar hasta diez para poder tranquilizarse pero no podía. Luego de unos minutos de camino dejó de conocer el terreno.
-¿A donde vamos?..- lo miró
-¿Tienes que preguntar todo siempre?.- respondió con fastidio. Ella sólo se limitó a voltearse hacia la ventana y recitaba algunas groserías en italiano para que él no entendiera ya que recordó que también hablaba español.Llegaron a una casa grande, tenia una muy bonita fachada, era color hueso con la puerta de color maple.
-Baja.- le ordenó.
Así lo hizo y pudo ver que no había muchas casas a la redonda y las que había eran del mismo estilo que esa, él caminó por la acera hasta llegar a la puerta, ahí la abrió, pero antes de entrar se giro a ver la pequeña chica que se había quedado firme a unos pasos fuera del auto.
-¿Te vas a quedar como idiota ahí parada? O ¿vas a entrar?
-Quiero irme, a mi casa.- José resopló de cansancio, esa niña era muy testaruda y desesperante.- Por favor.- musitó como si esas palabras fueran mágicas. Se le acercó y volvió a jalar la del brazo.- Suel-ta-me. - remarcó cada sílaba imponiendo superioridad. Pero siguió jalando la, cuando entró a la casa se le cayó la cara de vergüenza, ahí había gente de limpieza que miraban la escena extrañados, cuando llegaron al pie de la escalera se escuchó una voz tras ellos.
-¿Se puede saber qué haces Pepe?.- dijo una voz femenina y Sarah se asustó más al pensar que podría ser su novia o esposa, pero al girar su mirada se alivio, esa chica tenía un ligero parecido a José dedujo que tal vez eran primos.
-Algo que no te importa.- rugió con enojo, volvió a jalar a Sarah del brazo haciendo que subiera las escaleras a la fuerza, al ver la situación sintió que tenia que hacer algo.
-¿Quién es ella?. - le dijo con el mismo tono que el uso segundos antes. Sarah iba a responder pero él se adelantó.
-Mi chica.- y tanto Sarah como aquella chica se quedaron anonadadas.
-Pues "tu chica" no se ve muy cómoda.
-Angie métete en tus putos asuntos y deja los míos en paz..- Angie ya no podía hacer nada para salvar a aquella pequeña chica de ese apuro. José volvió a jalar la para que siguiera caminando.
-Hola.- dijeron abriendo la puerta principal, Sarah se tuvo que tallar los ojos, ¿acaso estaba alusinando?. Eran iguales, le echó una mirada a quien la jalaba del brazo y a quien estaba entrando por la puerta.
-¡Rodrigo!.- musitó Angie acercándose al que acababa de entrar por la puerta. José sólo sopló de coraje y bajó las escaleras.
-¿Tu no me vas a saludar? .- le dijo en broma Rodrigo a su hermano menor.
-Hola.- seguía jalando a Sarah por donde se le pegaba la gana como si fuera de trapo. Rodrigo tomó a la chica del otro brazo y de un movimiento a otro la zafó del agarre del otro chico. Al fin pudo sobar se él brazo, lo tenia muy rojo. Lo miró.
-Gracias.- logró decir, la mirada de ese hombre intimidaba más que la de José.
-De nada.- le dedicó una sonrisa que le arrebató un suspiro.- Creí haberte enseñado como se trata a una mujer hermanito.-
Rodrigo, el más grande de los hermanos Salazar con 34 años, era quien había "educado" a sus dos hermanos pequeños y lo que José hacía no se lo había enseñado él.
-A la mierda con eso.- quizo volver a tomar del brazo a Sarah pero éste se lo impidió.- sube al puto auto, te llevaré a tu casa.- y la cara de la chica era de terror.
-¿Que tal si yo la llevo?.- comentó Rodrigo.- ¿Que te parece? ¿Te llevo?.- le volvió a dar otra hermosa sonrisa, ella solo pudo asentir ya que se quedó muda por unos instantes.- anda, vamos.- y lo siguió hasta otro auto, pero este era de color rojo. La cara de José era una de molestia, ¿quien se creía que era su hermano?, pero sobre todo ¿quien se creía esa perra?. Pensó. Subió las escaleras vociferando en voz baja y Angie la más chica de los tres se quedó pasmada contra el acto de su hermano. Nunca lo había visto así.-¿Cuál es tu nombre? .- le dijo cuando paró en la esquina por un semáforo.
-Sarah..- él hizo un ademán para que continuara. - Sarah Morello, tengo 17 años, me acabo de mudar a aquí. - dijo lo escencial.
-¿Que eres de mi hermano?
-Nada.- dijo rápidamente
-Debes de ser algo de él para que te trate así y te lleve a su casa.
-Bueno yo...- dudo en decir el como lo conoció, pero lo dijo.- yo presencié algo que no debía hacer, yo estaba explorando la zona y me perdí, no escuche mucho pero vi cuando.- trago saliva al recordar la escena.- tu hermano y otro chico mataron a un hombre.- el semblante del rostro del joven cambio a uno serio.-
-Eso sí que está duro.- dijo suavizando el ambiente.
-Si lo se y eso paso apenas el lunes y yo le prometí a tu hermano que no diría nada, pero no me ha dejado de molestar.
-Mira Sarah.- pkñaró en otro semáforo y la miró. - debiste haber tenido algo, o fue suerte o lo que sea para que mi hermano, y perdón que te diga esto, no te matase. Con José no se juega. Así que ten mucho cuidado.
-Yo no entiendo nada, ¿por que tendría que matar a alguien?
-En este negocio es mejor no entender mucho.- dijo con los ojos oscuro y perdidos.Al fin llegaron a casa de la castaña y Rodrigo se bajó para acompañarla hasta la puerta.
-Sarah sólo si te pido algo.- ella asintió. - ten mucha, que digo mucha, ten demasiada paciencia con José, el puede ser un tarado o lo que quieras, pero no es su culpa, solo ten en cuenta la paciencia.
-No entiendo por que me dices esto.- de pronto se le prendió el foco y hecho una carcajada.- Espera, piensas que el y yo....- volvió a reir.- para nada... yo tengo novio.
-Sólo decía. Bueno yo me retiro. Espero verte pronto.
-Gracias, yo igual.- entró a la casa de su tía, que por suerte estaba vacía.*-*-*-*-*-*-*-*-*-*
¡Que onda Cheetos! ¿Cómo están? Espero bien.
¿Qué les pareció? ¿Les gusta?
Aclaro cosas desde ahorita para que no me linchen.
Si se que Rodrigo es mas pequeño que Jose pero tenia que invertir los papeles para que quedase bien el argumento.
¿Preguntas? ¿Dudas? Comenten y diganme, soy toda oídos. Mil besos y ¡Adios!
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Implacable
FanfictionÉl solo sabia una cosa, ella seria suya, cuestele a quién le cueste. Portada by: @TroubleM18