La tumbó en la cama con toda la brusquedad posible y ella sólo se sostuvo con los brazos.
-Por favor.- dijo con lágrimas en los ojos.- yo, no quiero.
-Hace un minuto no pensabas igual y quítate la ropa si no quieres que te la arranque.
-No hagas esto.
-He sido muy paciente contigo hermosa, no más.- se quitó la camisa que traía puesta y el pantalón comenzó a desabrocharlo.
-¡No te atrevas a tocarme!.- pero Jose soltó una ronca carcajada.
-Como si eso me impidiera algo.Fue directo a la cama ya sólo con sus boxers. Sarah aún seguía con toda su ropa y una sábana cubriendo su cuerpo.
Se subió encima de ella y comenzó a besar su cuello sin ninguna delicadeza, lamiendo y mordiendo como si quisiera arrancarle la piel.
Eso le recordó a un libro que leyó hace poco sobre vampiros y uno de ellos mientras tenía sexo con tres de sus fanáticas (Ya que era un cantante famoso) quiso beber la sangre de una.
Pero eso se fue de su mente cuando tomó del borde de su camisa.
-Levanta los brazos si no quieres que la rompa en mil pedazos.- pero ella no obedeció.- tu te lo buscaste querida.La camisa fue desgarrada y retirada de su torso.
Los ojos de José se tornaron de un negro brillante, ya no había marcha atrás, estaría entre sus piernas sin importar que.Una de sus manos bajo ágil por su muslo debajo del short y por la ropa interior.
-Linda, deseas esto tanto como yo.
-Vete al infierno.- se acercó a su oreja y susurró en ella.
-Sólo si vienes conmigo.- luego mordió y lamió su lóbulo.Sus dedos se movían de forma circular y ella por más que quería resistirse la hacia sentir de una manera muy excitante.
-A ah. .- salió un corto gemido de su boca pero lo reprimió. Y él solo se rió .
-¡Dios! Estas tan... estrecha. Pero hallaremos la forma.
De la misma manera que su camisa la demás ropa cayó al suelo.
Sus dedos fueron sustituidos por su lengua y por mas que quiso quitarlo el placer le ganaba y no se atrevía a hacerlo.
-Necesito tenerte ya. No puedo.
Se levantó de la cama para retirar sus boxers, y cuando lo hizo ella no hizo más que cubrir su cuerpo con la sábana.
-No te preocupes dulzura, haremos que quepa.- abrió las cajoneras en busca de un condón, mientras más cajones abría más se desesperaba por que no encontraba uno.- A la mierda.
Volvió a la cama y ella estaba abrazada a sus rodillas.
-José, no me hagas esto, yo.- la tomó de una pierna jalando la hasta quedar abajo de él.- te lo suplico.- las lágrimas salían descontroladamente de sus ojos, mientras se retorcía para que su pene no tuviera contacto con su feminidad.
-Muy tarde.- soltó.Con una rodilla separó sus piernas y con la otra se apoyaba para no caer.
-Te imploro que....- no pudo terminar la frase ya que un dolor inmenso en su entre pierna la invadió y ya no sabia si las lágrimas eran por la situación o de dolor.
Por más despacio y tranquilo que el quería ir no podía, la sensación de estar dentro de ella se sentía jodidamente bien que lo necesitaba más rápido.
La miró a los ojos y podía ver la furia en ellos, pero los de él solo reflejaban placer puro.
-Joder, Sarah, si que está apretado.- dijo mientras sus bruscos movimientos seguían.
-Jodete.- le dijo con la voz cortadaCambio de poción, ahora estaba sentado en la cama y ella encima de él, quien la movía de las caderas de arriba a abajo.
-Damn Baby....- le dijo mirándola a los ojos.
-Te odio.- dijo ella clavando sus uñas en su espalda.Sarah sintió calambres en su abdomen, la respiración se le aceleró pero después todo se suavizó. Un suave y agudo grito salió de entre sus labios, las piernas la temblaron y una gota de sudor le recorrió toda la espalda.
-Si que eres rápida.- dijo igual de agitado.
Unos cuantos minutos luego el se corrió.
Sentí que era el momento y cuando lo hice, explote como ninguna otra vez lo había hecho.
Nos recosté en la cama y Sarah ya tenia los ojos entre cerrados, me acerqué para besarle los labios pero ella puso sus manos entre nosotros.
-No quiero que te atrevas a tocar me de nuevo.
-Tu no decides eso.
-Y ni creas que iré contigo a ningún lado.- se quiso separar de mi, pero le era inútil, y al momento de moverse note como algunas lágrimas caían por sus mejillas.Agh. Mujeres.
Salí de ella aún que era lo que menos quería.
-Mañana me voy a mi casa.
-Primero muerto.
-Pues tendré que matarte entonces.- dijo dándose la vuelta en la cama y tapándose con la sábana.
-No sí mañana no despiertas.Después de eso ni un ruido salió de su boca.
-Y no creo que te quieras ir.
-Es lo que más deseo en estos momentos. Alejarme de ti y tu asqueroso ser.
-Linda me vine en ti como si no hubiera un mañana, si no quedas embarazada será un milagro.
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Implacable
FanfictionÉl solo sabia una cosa, ella seria suya, cuestele a quién le cueste. Portada by: @TroubleM18