Implacable

#30 Where?

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Helen llegó a su casa, puso las llaves en la barra de la cocina y vio una nota peculiar.

- De: José. - dijo, la abrió.- Paso por ti a las 8:30. Estate lista.-

Miró el reloj de la pared. 11:30.

-Está niña me va a causar una embolia, de tantos corajes.- tomó su teléfono y marcó. - fuera de servicio. Vaya. Solo espero y no salga con sorpresas.

*8:05*

Estaba donde Tyler me había dicho. Se había tornado oscuro y no había mucha gente pasando por ahí.

Escuché unos pasos tras de mi, volteé disimuladamente y era un perro que pasó de largo por mi lado.

Las 8:15 y nadie llegaba. Ya me estaba desesperando.

De pronto todo pasó muy rápido.
Me sostuvieron de la cintura, me cubrieron la boca con un trapo, una camioneta a frente a mi y un golpe en el suelo de esta.

Sarah quedó inconsciente en la camioneta en la que la subieron y las otras dos personas que iban atrás con ella, solo se limitaban a mirar sus torneadas piernas y el inicio de su trasero que se dejaba ver gracias al vestido que traía.

Minutos después llegaron a una bodega en la costa de la ciudad.

La sentaron en una silla aún inconsciente y amarraron sus manos por detrás de esta y los pies.

Minutos después comenzó a despertar.

Los oídos me zumbaban y tenía la boca seca. Intente mover mis brazos para estirar me pero no podía. Sabía que aún tenía brazos y manos, pero no podía mover los y mis pies estaban en la misma situación.

No veía nada y ahora estaba segura que tenia los ojos abiertos. ¿Estoy ciega?.

No tan lejos escuché unas voces y luego pude ver.

-Despertó. - era una voz gruesa que no conocía.
-Vaya, hasta que por fin despiertas. - decía una persona, no estaba lejos de mi, pero tampoco está cerca.

Aún que ya podía ver estaba todo demasiado oscuro como para distinguir algo un simple foco brillaba encima de mi cabeza pero no hacía más que alumbrar mi cuerpo.

-Sabes, pensé que esto seria mas difícil. Antes no te despegabas de aquel imbecil. Lo seguías a todos lados y el a ti.-

Que no sea quien estoy pensando.

-Pero que crees. Meterme en tu vida no fue tan laborioso como creí. - se escuchaban pasos. Se iba acercando.- Solo fueron 4 semanas y ya tenia a tu confianza comiendo de la palma de mi mano. Pobre e ingenua Sarah.- y por fin pude distinguirlo.

- ¿Tyler?.- mi voz se quebró. - ¿Porqué haces esto?.-
-Bueno linda. - me tomó del rostro bruscamente.- Realmente yo no estoy haciendo nada. Sólo soy el mensajero que trae el paquete y recibe su recompensa. Claro que me gustaría divertirme con ese trasero y esas tetas un rato pero no soy de los que obligan a las mujeres a acostarse conmigo, ellas ruegan por que yo me acueste con ellas.
-Eres un mal....
-Shh shh shhh shhh .- me interrumpió haciendo ese sonido y poniendo un dedo en mi boca.- Tus insultos no sirven de nada cariño.- me acarició las puntas del cabello.- recuerda que estas atada a una silla y nadie a kilómetros de aquí te puede ayudar.

-¿Que quieren? ¿Dinero? No soy de familia rica. No podre dárselo. - comenzó a reírse. - ¿Qué es tan gracioso?

-Cariño, no queremos dinero, estamos bañados en él.
-¿Entonces?
-Ya verás.

Las 12 del medio día marcaban en el reloj y Helen ya estaba despierta. Volvió a marcar al numero de su sobrina pero tuvo el mismo resultado.

La puerta sonó y ella fue a abrir. Era aquel chico.

-José...- dijo ella con duda.
-Hola Helen.- dijo coqueto.- ayer iba a salir con Sarah pero cuando vine por ella no había nadie en la casa y pues que tía hablar con ella.-se pasó la mano por el cabello.
-Bueno emm yo pensé que estaba contigo no ha llegado desde ayer y había una nota en la mesa que decía que pasabas por ella a las 8:30 e intento llamarla en el teléfono y no entra la llamada.
-¿Qué? .- frunció el ceño
-Si. Ya me preocupe.
-Bueno mire, tal vez está con alguno de sus amigos iré a buscarla. No se preocupe.
-Está bien.- dijo no muy convencida.

Subí a mi auto y arranqué a toda velocidad. Busqué en el primer lugar donde podría estar esta zorra, para que no haya llegado a su casa.

Tyler.