#46 New York

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Eran eso de las 8 de la noche cuando llegamos al pie te de Brooklin, era algo impresionante, el Empire State, era lo más hermoso que había visto en mi vida.

-Mira que hermoso.- le dije a José mientras me asomaba por la ventana.

Creo que no había presenciado algo mejor que esto y eso que ya había estado en la Torre Eiffel cuando tenía 15 años.

Entramos en un estacionamiento subterráneo de un hotel.

Cuando entramos en el no pude dejar de asombrarme con cada cosa, cada detalle que este tenía, José se me acercó por detrás, tomó mi mano y subimos al elevador.

Ahí comenzó a besar mi cuello y luego mis hombros, cuando las puertas se abrieron salimos y en la segunda puerta fue donde me dirigió él.

Cerró la puerta y se dirigió a mi de nuevo, tomó mis labios entre los suyos, mientras caminábamos torpemente hacia la cama. Una de sus manos quiso colarse por la tela de mi vestido. No lo dejé. Su segundo intento fue tocar uno de mis senos. Seguí sin dejarlo.

-Vamos Sarah.- sus besos fueron a mi cuello.- déjame desnudarte.
-No quiero.- susurro en su oreja, mientras le revolvía el cabello.

Se alejó de ella.
-Deja ya de hacerte la maldita difícil, se que te encanta que te toque, te encanta estar gimiendo ante mis caricias pero te sigues negando.
-Pues perdoname, si todavía no confío en el hombre quien me quitó a la fuerza mi primera vez, me amenazó con matarme y secuestro, para después llevarme medio muerta por todo el país. - se levantó con furia de la cama.
-Si, estuvieras mejor ahorita en tu casa con aquel estúpido ¿no? Dejarías que él te tocara, ¿no es así? Por que solo te comportarías como una zorra con alguien que ya te conoce de toda la vida, ¿pero que crees? Yo ya te conozco y eres una maldita mustia. Te haces la inocente cuando no lo eres, por que eres una puta, eso es lo que eres una maldita puta, que quiere ir derramando miel de mojigata por donde quiera que va. Pero yo se que no es así. Zorra.
-Eres un maldito desgraciado, un bastardo, mal nacido, que solo vino al mundo a joderle la vida a personas que no lo merecen. - estaban frente a frente.
-¿Cómo tu?.- le desafío.
-Si.- escupió ella con los ojos brillosos de lágrimas.
-Ajá, no me hagas reír. Eres mas puta de lo que crees.
-¿Porqué soy puta? ¿Por haberme acostado con un solo hombre en lo que va de mi vida? Ah y que ese hombre me tomó a la fuerza por haberle dicho que no.
Soy puta por, amar a alguien que no eres tu y que él sea todo un caballero, Si eso es ser puta, ser zorra, si lo soy, por que ¿que crees? El hombre a quien yo amo esta a unos kilómetros, de seguro buscándome, por que me tuvo unos cuantos días y luego un maldito, que se cree dueño de todo el mundo me volvió a privar de mi libertad.
Ese hombre es el que se ha preocupado por que yo este a salvo y feliz toda mi vida, en cambio tu sólo vas por ahí, diciéndome lo zorra que soy. Pero ya me cansé.
Me tienes harta. Prefiero que me mates en este maldito instante a seguir escuchando tus malditos insultos misoginos sin sentido. Así que.- me dirigí a la pequeña maleta donde sabía que el guardaba el arma, la saque y se la entregue.- Mata me. Ya no lo soporto.
Mata me y tirame en un maldito río con pirañas para que no me encuentren nunca.- mis lágrimas corrían en mi cara como cascadas.
-No te voy a matar.- rompí en llanto.
-¿Por qué putas no?.
-¡Por que no y ya carajo!.- se guardó el arma en la espalda y salió del cuarto.

*-*-*-*-*-*-*

Aquí en el capítulo de hoy, con demasiado salseo para sobrevivir.

Tengo dos ideas en proceso, y pues no se cual publicar después de que termine Hey Judy.

Opción número 1: Trata sobre venganza.

Opción número 2: Trata sobre personas que se equivocaron de quien se enamoraron.

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