#54 CDMX

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-¿Donde tienes a Sarah?
-¿Que demonios haces aquí?
-Vengo por Sarah.
-Anthony, largate, claramente Sarah no está conmigo. No la he visto desde hace mucho.
-Esto dice lo contrario.- me lanzó un sobre amarillo, lo abrí y eran fotos de ella y yo en New York, de diferentes lugares y cuando la dejé en el apartamento.- no lo diré una vez más. ¿Donde esta?
-Ella se fue.
-Joe, tengo vigilada tu casa e interferidas tus llamadas.
- Mira donde este ella no estés tu problema.
-No supiste cuidarla bien y ahora Casillas la tiene, su madre esta muy preocupada por ella y toda su familia, mientras tú solo vez por ti mismo.
-¿Tienes algo que ver con Casillas?.- lo empujó.
-Yo no tengo nada con esos malditos mexicanos.
-Yo voy a ir por Sarah.
-Estas idiota.- en menos de unos segundos José había sacado su arma.
-No me hagas jalar el gatillo. Te metes en mis asuntos y te mueres.
-Yo voy a sacar a Sarah de México. - se dio media vuelta y dispuso a caminar.

Disparó el arma, tres veces. Y esas tres balas se incrustaron una en su pecho atravesando su pulmón y llenándolo de sangre, otra en su cuello cortando las venas vitales de él y por ultimo en su nuca, y fue la que le quitó la vida.

-No te metas en mis asuntos.

Dejó el cuerpo inerte de Tony en el suelo, dejó que toda esa sangre se derramara por el azulejo blanco que cubría el piso.

Encendió un cigarro mientras veía como el charco rojo se iba haciendo cada vez más grande.

Ese tipo de cosas ya no le causaban escalofríos a él. Todo era normal, la sangre, los muertos, balas, disparos, todo.

Sacó su celular y marcó.

-Necesito que desaparezcan algo... si esta en mi casa, la de Miami, si, la puerta estará abierta, limpien bien y no quiero que le digan de esto a nadie.-colgó. - esto te pasa cuando te metes con alguien mucho más grande que tu.- aventó el cigarro terminado a la sangre de Tony para que se terminará de apagar.

Dio media vuelta y se comenzó a reír.

-Sigues tu Casillas.

La semana pasó y era hora de ver a Kyle de nuevo.

Esta vez puso demasiada atención a el camino, cada vuelta, cada parada, las calles.

Primero les daban unas cuantas vueltas sin sentido, supongo que para confundirlos, luego tomaban una ruta diferente y esa era la correcta.

No podía perder está oportunidad.

Era única.

Sarah estaba en peligro y todo era por su culpa. Sabía que no debía dejarla sola.

-Bienvenidos de nuevo Salazar. Tenemos los 500 kilos de la cocaima que queremos mandar a México.

Se va a trasladar en camiones, pero no sabemos como contrarestrar el peso.

-Se ve que eres un imbecil.- dijo entre dientes José.
-¿Perdona?
-Si que estas bien pendejo. Imprime malditas bolsas de yeso divide la carga en dos camiones, consigue otros 500 kilos de yeso real, mitad y mitad en cada camión, para restar el olor.
-Vaya, si que me haz sorprendido muchacho.
-Tenemos los camiones.
-La mercancía esta en Texas, lo mas cerca que se puede de Nuevo Leon
-No hay forma de pasarlo por ahí, todo esta super controlado en estos días ahi. No se pasa ni un gramo sin que el gobierno sepa.- dijo Rodrigo.-
-Sinaloa es tu mejor opción..-José afirmó
-¿Sinaloa no está controlado por Casillas y Venegas?
-Esos dos no son más que pura labia. No hacen nada.
-Lo dejo a su consentimiento. Solo que esos 500 kilos tienen que estar en México antes de 72 horas, en Texas mis hombres los estarán esperando así que a ellos le informan donde será dejada la mercancía.

.
.

Tomé un avion a CDMX, para luego pasarme a Sinaloa, no llevaba nada mas que un maletín, dentro de él un sobre amarillo con todos los datos sobre Kyle.

Mi teléfono sonó. Era un numero privado.

-¿Que pasó muchacho? ¿Ya tienes lo que te pedí?
-Estoy en CDMX. Voy ya para Sinaloa. Quiero a Sarah sin ningún rasguño.
-Tranquilo, yo no soy Chema, yo no le voy a andar encajando cuchillos a las damas en las piernas. - se empezó a reír.
-Mira pedazo de pendejo no estoy para bromas y si ese maldito hijo de puya tuvo que ver con algo de esto mas vale que se vaya escondiendo por que lo voy a matar.
-Pues mas vale que vayas escogiendo tu mejor arma, por que ¿qué crees? Él me dio la idea..- y la llamada terminó.

-¡HIJO DE SU PUTA MADRE!.-

ImplacableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora