#33 Rescue

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Me separé de él.
-Eso es ... Tira el arma al suelo y sientate en esa silla.

Hice lo que pidió, llegó otro hombre y me ató a la silla mientras desencadenaba a Sarah quien estaba desmayada.

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Desperté en la puerta de una casa grande, pude ver como un hombre tocaba el timbre - que resonó en toda mi cabeza- y se marchaba.

Una chica abrió la puerta, todo avanzaba en cámara lenta.

Alguien vino corriendo.
¿Jose?. No, no es él.

-Sarah.....- escuchaba a lo lejos.- Sarah.... No te duermas.- la cara se me estaba refrescando. Como si lloviera o algo.- Sarah, soy Rodrigo, el hermano de José. ¿Qué pasó con él?
-¿Ro-rodrigo? ...... Chema lo... Lo tiene.
-Angie, tu cuida de ella, voy por José.
-Ten cuidado.

Mi vista era cada vez mas borrosa, no moría, eso lo tenía claro pero no podía permanecer mas tiempo despierta.

Cuando abrí los ojos estaba en un cuarto blanco, tenía el cabello mojado, mis ojos muy apenas se mantenían abiertos, giré mi cara y en un lado había un vaso con agua, me senté como pude y mi mano tambaleante agarró el vaso, procure tomarlo con las dos para que no cayera, el liquido refresco mi garganta y estomago tanto que me sentí un poco mejor.
-Sarah, haz despertado.- escuché la voz de Angie en el cuarto pero no tuve la fuerza para girar a verla.- espero y no te haya molestado, te metí a bañar y limpe tus heridas.
-No importa.- dije en un susurro, miré mi mano izquierda y en ella tenia una sonda con un delgado tubo que llevaba suero a mi cuerpo.
-Estas muy mal, eso era necesario.
-Crees que pueda... Llamar a mi casa?
-No creo que debas yo...
-Angie.- solloze.- necesito decirles que, estoy bien yo....
-Es que no creo que deberías
-Por favor...
-Esta bien, creo que el teléfono satelital esta en el despacho, yo lo traigo.
-¿Satelital?
-No queremos que nos acusen de secuestro.
-Gracias.- le sonreí y una lágrima corrió por mis mejillas.
-De nada.

Ella regresó con un teléfono raro, tenia una antena gruesa pero pues no era nada del otro mundo.

-Te doy 5 minutos.- dijo Angie y salio de la habitación.

Sarah marcó el numero y a los 4 timbrazos contestaron.

-¿Hola?
-Mamá. .. -dijo con voz quebrada y débil.
-¿Sarah.... en.. en verdad eres tu?.- se escuchaban los sollozos de su madre al otro lado del teléfono.
-Si mamá, escucha.- dijo Sarah con lágrimas en los ojos.- estoy bien, pronto volveré a casa.
-¿Cómo los sabes, Sarah, donde estas?.- dijo de forma desesperada.
-Eso no importa, lo que realmente importa es que estoy bien y ya todo pronto pasará.
-Hija, no me puedes dejar al si yo tengo que saber.
-Mamá, me tengo que ir.
-Sarah no...- pero no pudo decir nada más por que Sarah corto la llamada.

Sollozo unos segundos más, pero cuando Angie entró en la habitación de nuevo los controló.

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-No sabes cuanto tiempo espere para hacer esto. Matar al junior de la mafia. Vaya que eres difícil de cazar, pero no es posible que caíste directito en mi trampa. Y todo por una mujer. Oh mujeres, oh mujeres tan divinas, no queda otro camino que adorarlas.
-Cierra ya el pito oscico que cuando salga de aquí te voy a romper la maldita jeta.
-Es que de aquí no vas a salir. Al menos vivo no.
- Eso es lo que crees tu. Pero en serio, caíste tan bajo como para sobornar me con ella para tenerme. Si que te debería de dar vergüenza. - y el puño de Chema se impacto en su labio el cual comenzó a sangrar rápidamente, machando su camisa.
-Pero fuiste tan imbecil que caíste.
-Si yo vine aquí fue por que era mi culpa y lo reconocí. Por eso vine por ella, no por algo más.

Otro golpe impactó en su cien y lo dejo un poco aturdido pero se incorporó rápido.

-Pero vamos a hacer esto mas justo.- un hombre desató a José y este se paró de inmediato.- anda vente.

José le sacaba una cabeza a Chema pero seguía un poco aturdido del golpe anterior. Venegas le soltó otro golpe que lo tomó por sorpresa y lo hizo retroceder unos pasos.

La pelea al final de cuentas no fue tan limpia ya que el hombre que estaba a sus espaldas a los 2 minutos sometió a José y lo tiró al suelo donde Chema siguió pateando lo.

-Si no eres más marica nada mas por que no estas más grande.- le dijo José y después escupió sangre.

Chema se fue de la habitación, pero los hombres se quedaron ahí.

El solo estaba esperando el mejor momento para salir huyendo de ahí pero todo fue algo rápido.
2 disparos pasaron a sus costados y los hombres cayeron muertos al piso.

Y de la misma puerta donde había entrado él entró su hermano con 5 hombres más.

Se esparcieron por la habitación buscando mas gente mientras Rodrigo desataba a su hermano.

-¿Estas bien hermano? - le preguntó mientras desataba sus manos.
-Si.

Salieron de ese cuarto, José apoyándose en su hermano, los golpes habían sido fuertes y consecutivos.
Cuando salieron balazos comenzaron a sonar y ellos tomaron posición, venían de camionetas. Las cuales se alejaban rápidamente.

Rodrigo y su gente venían distribuidos en ciertos autos.

-Ustedes sigan mi auto, los otros ya saben a donde.-le dijo al grupo de Alex Strecci quien vino con él aparte de Luis.

Rodrigo puso a Jose en el asiento trasero de su auto recostado en él. Y subió a su auto.
Arrancó patinando las llantas y pronto salió a la carretera oeste.

-¿Cómo está? .- preguntó José.
-¿Sarah?
-Si.
-Está bien, la deje con Angie. Pronto la veras.- y Rodrigo vio como su hermano sólo asintio con la cabeza.

ImplacableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora