#43 OATH

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Mandé a dormir al sofá de la otra habitacion a Jose, quien entre unos 'Yo pague la habitacion' y otros 'Podemos aprovechar más habitación para algo más que dormir' se fue.

En la puerta puse una de las mesas de noche, por si entre la madrugada se le ocurría entrar en la habitación.

No podía dormir. Mi mente no daba para más que pensar en que pasaría conmigo.

Yo no temo de José. Sus palabras, si, son hirientes. Pero pues para perros, lobos.

No dejaría que me hablará así de nuevo, o que me tocará sin yo permitirlo.

Era algo que yo tenia que dejar en claro, si no las consecuencias serían muy malas.

Dormí solamente 4 horas, pero no me sentía cansada.
Eran las 7:30 de la mañana y aun no escuchaba si José se había levantado.

Quite el mueble de la puerta y con cuidado de no hacer tanto ruido me acerqué al lugar donde el estaba dormido.

Pique unas cuantas veces su estómago y luego su cara.

-Oye...- lo pique de nuevo.- Pepe.- reí ante el apodo. Hizo un sonido raro en forma de respuesta.- ya puedes dormir en la cama.
-¿Qué?.- dijo somnoliento.
-Puedes dormir en la cama ya.

Se levantó pasó la puerta, solo vi como se tiro en la cama y comenzó a roncar como si no hubiera un mañana.

Tocaron la puerta.

-¿Quien es?.-
-Soy la mucama, de la limpieza.- abrí la puerta y los ojos de la señora se ensancharon, como si hubiera visto a un fantasma. ¿Tan mal estoy? .- Si quiere puedo venir en otro momento.
-Si, es que aun, mi.... mi amigo, esta... durmiendo.
-Okay. Vuelvo luego. - dijo, tomó el carro y se fue.

Cuando cerré la puerta mi estomago comenzó a rugir.

Fui a donde José y lo volví a molestar.

-Oye....- le pique la cara.- Oyeeee. - volvió a hacer ese sonido.- ¿Puedo pedir algo de comer?
-Si, dejame dormir, ya.

Tomé el teléfono y pedí un desayuno para dos personas, me dijeron que tardarían unos 15 minutos.

Encendí la televisión y puse un canal cualquiera. Pronto comencé a escuchar un sonido que se me hacia muy familiar.

Mi teléfono.

Estaba en la chaqueta de José, pero al momento de encenderlo la batería murió.

-¿Que haces? .- tire el teléfono al piso por el susto, voltee y estaba a unos metros. Cuando recogí el teléfono, la pantalla se había estrellado.
-Nada.
-Deja ese teléfono donde estaba, más te vale que no hayas intentado hablarle a nadie.

Tocaron la puerta, yo abrí.

-Gracias.- dije cuando se fue el joven que trajo la comida.-

Tome uno de los platos de huevo revueltos con jamón, otro de waffles, y de la jarra de leche serví en un vaso.
-Vaya. Si que tenias hambre.
-Pues cualquiera después de un secuestro la tendría.
-Esto no es un secuestro. Solo te tendré conmigo hasta que yo quiera.
-Si, claro.

Comencé a comer dejando de lado el tema, el se me unió después y todo era muy silencio, como incómodo.

-Yo no voy a hacer siempre lo que tu digas. - solté sin preámbulos. - yo no soy tu chica, ni tu novia, mucho menos seré tu esclava sexual.
-Esa última me gusta.
-Pues no, no lo seré. Yo no se que quieres de mi, ni para que o por que. Solo se que si vamos a estar una temporada pasando tiempo juntos, necesito mi espacio, respeto y sobre todo que me comprendas .
-Me pides mucho, sin nada a cambio.
-Mira, yo podría tratar, pero no de la manera en la que tu me vez, yo no soy una zorra mucho menos una puta. Yo necesito respeto, si quieres que te corresponda. De alguna manera, no te odio por lo que me hiciste.
-Por qué sabes que te encantó gemir bajo mis manos.- me sonroje ligeramente.- Pero bueno, juro, no volver a ponerte una mano en cima si no quieres, a menos de que lo provoques, ahí si no respondo.

-Juro que ya no voy a hacer tantas preguntas y dejaré de llorar por algunas cosas. ¿Es un trato?.- extendió su mano.
Él la atrapó de la cintura y plantó un largo y pasional beso en sus labios
-Trato

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SE QUÉ DIJE QUE IBA A ACTUALIZAR MÁS SEGUIDO, PERO TENGO QUE ENTREGAR UN ENSAYO DE UN LIBRO QUÉ AÚN NO LEO, PARA LA PRÓXIMA SEMANA

PERDÓNENME CHEETOS

ImplacableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora